Otra comedia romántico-sexual pero mucho más explicita que las anteriores, lo que irónicamente le juega en contra. Wilder como la mayoría de los directores de su generación, no se supo adaptar a los nuevos estilos narrativos, en su caso aprovechó el relajamiento de la cesura para meter chistes verdes y situaciones más "provocadoras" pero que terminan de siendo de mal gusto porque no hay una coerción en lo que se cuenta, además se siente repetido, es como un rejunte de todas las comedias que había venido haciendo en los últimos 10 años, digamos que un autoplagio.
Lo peor: el argumento es imposible, y los personajes también, además de insoportable, sobre todo Orville y Dino.
Polly es una copia de todos esos personajes femeninos clichés de Wilder que venían desde The Seven Year Itch hasta Irma the Douce, pero Kim Novak brinda una interpretación robótica, ya que no tenían ni el ángel, ni el carisma de Marilyn Monroe o la gracia de Shirley MacLaine para lucirse.
Es larguísima, no sé por qué a Wilder se le dio de alargar tanto las anécdotas, a esta le sobran por lo menos 20 minutos.
No sabe bien qué quiere ser, ni el tono que quiere darle a eso, si ser romántica, si ser ácida, acá no logra combinar esos elementos.
Lo mejor: Dean Martin, su personaje, daba para más, si o lo hubieran desperdiciado en que se pasara media película haciendo chistes estúpidos o que estos sirviera para la autoparodia como al principio de la película.
Zelda, es el mejor perosnaje de los cuatro protagoistas.