Una película que, por ponerle alguna pega, en realidad creo que se disfruta más de adulto que de niño. Las melodías celestiales de la banda sonora es principalmente lo que la hace un tesoro inigualable, la carne de gallina que se te pone, los dibujos que escenifican lo que parece ser finales del siglo XIX o muy principios del XX, una trama madura con personajes que, a pesar de pertenecer al grupo de los «buenos», muestran su lado más terrible y perverso, como los celos asesinos de Campanilla, etc. La carne de gallina, ¿eh? Todo eso se disfruta de adulto, como digo, de niño en realidad todo eso no lo ves, y eso es algo que en una película infantil falla, en mi opinión, pero yo la estoy valorando como película en general.

Pero si hay un género que ha faltado en la clasificación de Filmaffinity de la película, es sin duda el género de comedia, otra cosa que se disfruta de esta película de adulto. Un guion que desborda de chistes muy ingeniosos y golpes de efecto humorísticos perfectos que hacen que te carcajees con ellos, como aquel del que canta desafinado y Garfio se deshace de él de una manera inesperada, por poner un ejemplo, o cuando el señor Smith piensa que le ha cortado la cabeza a Garfio a la hora de rasurarle la cara, o los insultos inesperados de Garfio a Smith. Sinceramente, creo que ni Los Simpson consigue hacer que te rías tan seguido que como con esta maravillosa película.

Desgraciadamente los tiempos han cambiado, y ahora la parte de los indios se tiende a considerar ofensiva, pero... ¿no son cosas de aquellos tiempos que por otro lado nos han traído otras que disfrutar de esta película? La música de la parte de los indios bailando también es magistral. Luego las sirenas están inspiradas en diseño en las consideradas chicas modelos de aquella época que salían en películas como mujeres sensuales (como en las primeras de James Bond posteriormente). Son unos detalles que desbordan y desbordan y hacen que, no tanto de niño, sino de adulto, irónicamente, se disfrute de esta película con mucha sensación y se te quede la carne de gallina con la música magistral y orquestal que acompaña a la película.