Es posible que me equivoque, pero creo que desde los tiempos de La vaquilla, nacionales (fachas) y republicanos (rojos) habían estado tan unidos. Todo es posible cuando una horda de zombies hambrientos no tienen miramientos en comerse a los unos o a los otros, pues no entienden de facherios ni rojerios, ni están afiliados a ningún grupo político.

Con tal panorama no les queda más remedio, mal que les pese, que unir fuerzas los dos bandos, enemigos irreconciliables. Hay que decir que, salvo excepciones, ambos mostraban serias actitudes para trabajar juntos (el capitán de los republicanos con medallita de la virgen y con feeling con la monja repartidora de ostias, la admiración del virgen facha por el motorista republicano...) Es cierto que en tal situación y época, acabarán pegándose tiros entre ellos ahorrandoles el trabajo a los zombies.

Bien, pues en esta especie de Grupo salvaje o Violentos de Jan, con el mencionado Jan en plan galán de Cifesa, bigotito incluido, tiene cabida un ruso filósofo, que se diría que viajó en el tiempo y vió Zombi de George A Romero, el mencionado capitán de la medallita, la Matacuras o el chaval de Boiro (municipio de A Coruña) que lucha porque se quedó sin las hojaldrinas de su pueblo.

Si, ya se que de donde sea el tipo importa más allá de la broma privada y guiño al lugar del que desconozco el motivo, pero como soy de apenas unos 10 km de dicho lugar, me resultó curiosa la mención, que por cierto, repiten en varias ocasiones.

Bien, pues la película es lo suficientemente entretenida, divertida, con buenos momentos de acción, algunos emotivos y mucha camaradería. Lastima que la traca final, aunque inspirada, me de la sensación de Deux ex machina, aparte que los zombies parecían menos serios que los anteriores (algunos acojonaban y en los últimos a alguno les daba la risa). Aún así, es película que merece la pena, y más si ponen a Boiro en el mapa. Con eso me quedo.