Perder es cuestión de método
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Thriller. Drama
Una mañana, la policía descubre un horrendo crimen. Se trata de un cuerpo empalado en las orillas de un hermoso lago cerca de Bogotá. Para resolver el caso, el periodista Víctor Silampa y su ocasional compañero, el oficinista Emir Estupiñán, deberán internarse en los vericuetos de una historia macabra, pero también humana y divertida. Con la ayuda de Quica, una joven prostituta, y a cambio de algunos favores para el Coronel que está ... [+]
7 de julio de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor de la película es el guión, no en vano, está basado en una novela de éxito, exponente moderno de la magnífica tradición literaria hispanoamericana. Sabe conjugar con ritmo la comedia y la crítica social, una historia de amor, y un discurso fatalista y desesperanzado, un nivel intelectual y otro barriobajero...
Pero no sólo se apoya en el guión la película, la realización es más que correcta, con buenas localizaciones y dirección de actores, y frescura narrativa.
El principal lastre, para un español, es el lenguaje: en ocasiones resulta complicado seguir los diálogos debido al acento y los giros colombianos
Pero no sólo se apoya en el guión la película, la realización es más que correcta, con buenas localizaciones y dirección de actores, y frescura narrativa.
El principal lastre, para un español, es el lenguaje: en ocasiones resulta complicado seguir los diálogos debido al acento y los giros colombianos
18 de abril de 2015
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Un caso de asesinato a resolver da pie a una investigación que pondrá de relieve la corrupción existente en el país a todos los niveles, desde el político, pasando por el funcionario de ventanilla, el propio mafioso y hasta el militar. Todo ello expone la falta de justicia en el pais y por ello la falta de confianza del pueblo en la misma, que se consuela ayudándose mutuamente en ciertos casos (solidaridad del pobre y del marginado).
Después de un comienzo bien fuerte, la historia negra no provoca la tensión esperada, gana sin embargo unos personajes bien interpretados, especialmente me gustaron el protagonista Victor (Daniel Gimenez Cacho), mi favorito Estupiñán (César Mora), Quica (Martina García) y el Coronel Moya (Carlos Benjumea).
Unas situaciones sencillas, a veces curiosas, nos hacen pasear por la trama con una fotografía amplia y clara.
No entendí las motivaciones personales de Victor en la escena final.
Después de un comienzo bien fuerte, la historia negra no provoca la tensión esperada, gana sin embargo unos personajes bien interpretados, especialmente me gustaron el protagonista Victor (Daniel Gimenez Cacho), mi favorito Estupiñán (César Mora), Quica (Martina García) y el Coronel Moya (Carlos Benjumea).
Unas situaciones sencillas, a veces curiosas, nos hacen pasear por la trama con una fotografía amplia y clara.
No entendí las motivaciones personales de Victor en la escena final.
12 de agosto de 2024
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Interesante película de Sergio Cabrera, que es algo irregular en su desarrollo, pero que gusta por su conseguido clímax y la fusión de drama, acción y humor.
Cabrera estaba preocupado por la situación en su país, de los desmanes especulativos de grupos de grandes constructores, y la connivencia de parte del sistema político colombiano, corrupto hasta las cejas.
Por eso realizó este filme, que tarda un tanto en entrar en materia, con momentos al comienzo que, a parte de que el oído español, tarda en entender la manera de hablar de buena parte de los personajes, carecen de verdadera entidad. Va dando tumbos, hasta que la historia logra interesar de veras, sobre todo gracias a la aparición del personaje de la chica, de la prostituta, bellísima y muy joven. Gracias a esta chica, también se incluye una bonita historia de amor, imposible pero pura, bien narrada y convincente.
Cuando el thriller puro se asienta en el argumento, la película sube enteros, con una media hora final de gran agilidad narrativa, momentos de violencia bien filmados, o ese final...
"Perder es cuestión de método" es, pues, una película mejorable, pero que está bien y tiene elementos positivos que, por lo menos, debería hacernos reflexionar.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
Cabrera estaba preocupado por la situación en su país, de los desmanes especulativos de grupos de grandes constructores, y la connivencia de parte del sistema político colombiano, corrupto hasta las cejas.
Por eso realizó este filme, que tarda un tanto en entrar en materia, con momentos al comienzo que, a parte de que el oído español, tarda en entender la manera de hablar de buena parte de los personajes, carecen de verdadera entidad. Va dando tumbos, hasta que la historia logra interesar de veras, sobre todo gracias a la aparición del personaje de la chica, de la prostituta, bellísima y muy joven. Gracias a esta chica, también se incluye una bonita historia de amor, imposible pero pura, bien narrada y convincente.
Cuando el thriller puro se asienta en el argumento, la película sube enteros, con una media hora final de gran agilidad narrativa, momentos de violencia bien filmados, o ese final...
"Perder es cuestión de método" es, pues, una película mejorable, pero que está bien y tiene elementos positivos que, por lo menos, debería hacernos reflexionar.
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25 de abril de 2006
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fracasamos otra vez, es una frase que acuñaron Martín de Francisco y Santiago Moure en la Tele. Rasgo típico del sentir colombiano, no del ser colombiano, es ser conciente de que no se puede hacer nada por mejorar la situación del país, entender que la corrupción y la ambición dominan. Esto que parece en principio común en cualquier país (como lo muestra LAS INVASIONES BARBARAS), en Colombia va más allá. Esto porque en otras partes dicha corrupción (necesaria según algunos piensan) no impide que se juzguen asesinos, no impide que se puedan hacer reivindicaciones sociales, solo mantiene el statu-quo, pero sin llevarlo a niveles insoportables. En ciertas situaciones se puede confiar en las instituciones. Mientras que aquí si es todo mentira, el policía es un peligro, un delincuente incluso, tal como lo muestra la cinta. Además, se hace hincapié en que no se trata solo de los mafiosos, sino prácticamente de todos, incluidas las personas del común que se dicen buenas porque no matan, ni roban, pero son corruptas, se callan si ven un crimen, no protestan cohonestan con el ordenamiento. Por eso, el periodista en la película, siempre esta en el lugar equivocado, porque es el país equivocado para ser honesto e investigar un crimen. No se crea exagerada la película, revisen cualquier día un diario oficialista como El Tiempo y lo verán lleno de historias como estas, que involucran empresarios, policías, políticos y en general a todo el mundo. Esta cinta es un gran avance en las películas de Cabrera, por no ser una fábula bobalicona como LA ESTRATEGIA DEL CARACAL, sino una cinta bien construida a la cual, no se le pueda criticar mucho, porque un rasgo de los colombianos del que nos ufanamos es el de ser queridos y amables con todos y así se ve la película al comienzo y después se van mostrando todos tal y como son-somos. En definitiva me parece que dentro del cine colombiano, este es un esfuerzo apreciable, lastima sin embargo que el papel principal lo interprete un español, porque se siente en la película la diferencia. No era para nada necesario. Un detalle significativamente bueno, es el final cuando el policía da su discurso en una condecoración por cumplir su labor, se ve que participan homejandolo los estadounidenses, cosa que también siempre pasa aquí, que ellos alaban los crímenes que se efectúan por nuestros nacionales en defensa de sus intereses o por lo menos que no se contrapongan a los suyos. En definitiva seguimos fracasando como país y lo hacemos concientemente, porque como lo anoto alguien, durante el mundial de 1994 en USA las calles estaban llenas de colombianos no precisamente de clase baja, que aquí no respetan las señales de transito y originan trancotes y que halla se comportan como perfectos caballeros, pero al regresar vuelven a ser en todos sentidos aves de rapiña, ¿Por qué? Porque perder es cuestión de método y nosotros lo tenemos. Por si acaso, quien escribe esto es natal de Bogotá Colombia, donde se filmo esta cinta.
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