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El jurado (Serie de TV)

Serie de TV. Comedia 8 episodios. Sigue los procesos de un jurado americano a través de los ojos de Ronald Gladeen, un joven miembro del jurado que desconoce que todo el caso es falso. Todos, menos él, son actores y todo lo que sucede está cuidadosamente planificado. (FILMAFFINITY)
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
3 de agosto de 2023
52 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta era de crisis de ideas, en la que parece que ya todo se ha inventado y que reciclar y rehabilitar glorias del pasado es la única garantía de éxito, sigue siendo la comedia televisiva el sector que más espacio deja a la innovación con el lenguaje y los formatos: el 'mockumentary' como cauce de la sitcom clásica (The Office, Modern Family), la batidora de géneros, códigos y referencias sin filtro alguno (Community) o las distintas experiencias de hibridación con el documental (How to with John Wilson, Los Ensayos o las ocurrencias de Bo Burnham en el confinamiento) son ejemplos muy claros de este paradigma que ha sido y sigue siendo tendencia en lo que llevamos de siglo XXI.

En esta línea, el tándem Lee Eisenberg-Gene Stupnitsky -guionistas en la versión estadounidense de The Office- y el director Jake Szymanski, curtido en factorías tan prolíficas como las de Saturday Night Live o Funny or Die, nos traen una serie que no sólo juega con los límites de la comedia, sino que explora las últimas fronteras entre ficción y realidad. Haciendo hábil uso de los mecanismos y las posibilidad del reality televisivo, Jury duty da una o dos vueltas de tuerca más al 'mockumentary' y nos presenta una especie de mini "show de Truman" dentro de las paredes de un juzgado.

Un ciudadano anónimo acude a su deber público como jurado popular en un proceso civil aparentemente sencillo que, poco a poco, se va tornando en una sucesión de esperpentos y situaciones rocambolescas. Y así ocurre porque, precisamente, todo está orquestado y todos los demás intervinientes en esta farsa -los demás miembros del jurado, los alguaciles y hasta el propio juez- son actores que realizan un papel -algunos de ellos también guionistas de los episodios y otros incluso con experiencia previa en el ejercicio de la abogacía-... pero este nuestro protagonista involuntario es el único que no lo sabe.

Las maravillas de la creatividad humana permiten ofrecer dentro de un mismo formato un experimento sociológico sobre la conducta humana con una sitcom de lo más rocambolesca, en la línea de las tendencias que han redefinido la comedia televisiva en el siglo XXI. O cómo una persona corriente reaccionaría de manera natural a la hora de lidiar con situaciones y personajes de lo más pintorescos, es decir, cómo (sobre)viviría en una telecomedia sin ser consciente de ella.

El resultado es tan redondo que ha colado un producto de una plataforma pequeña y muy joven (Freevee, subsidiaria de Amazon) entre las nominadas a Mejor Serie de Comedia en los Emmys, en los que también suma una nominación como actor de reparto para James Marsden por lo que es, básicamente, una autoparodia de sí mismo como vieja estrella de segundo nivel en horas bajas. Y ojo con Ronald Gladden, nuestro héroe anónimo, que demuestra un gran potencial -si bien inconsciente- para la pantalla y podría ser un gran descubrimiento -si bien accidental-.

No tengo ninguna duda de que veremos esta serie en las listas de lo mejor del año.
Skorpio
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13 de septiembre de 2023
28 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jury Duty, serie reality de cámara oculta sobre un jurado de 12 miembros en el que 11 son actores, y uno no. Es decir, todo es falso, con un protagonista que no es consciente de la farsa. La premisa es tan jugosa que cuesta resistirse a semejante bocado, por lo que aquí estamos, con una propuesta que ha recibido opiniones entusiastas tanto por parte de la crítica como del público, al menos el que lo ha visto, porque en España creo que nadie le ha hecho mucho caso, siendo algo esperable porque Amazon ni se ha molestado en doblarla. Que oye, a lo mejor no es por una pereza que si muestran otras plataformas, sino simplemente porque esta experiencia es mejor verla en versión original, y una vez vista, lo ratifico.

Zanjado este asunto, entremos en faena, estando totalmente de acuerdo con las reseñas positivas, ya que estamos ante un producto ingenioso, divertido y, sobre todo, emotivo, aunque cueste creerlo. Los responsables de esta producción han sido muy avispados, cogiendo el clásico truco de la cámara oculta, y amparándose en la grabación de un falso documental, para justificar que el protagonista no sea consciente del engaño, rodeado de unos actores en estado de gracia. Todos están impecables, destacando a un magnífico James Marsden interpretándose a sí mismo. No me cansaré de decirlo, pero Marsden es uno de los actores más infravalorados de los últimos tiempos, y su hilarante participación en esta serie lo pone todavía más de relieve.

Pero lo increíble es que no solo los actores están estupendos, sino que encima el protagonista, que no sabe de qué va la cosa y se comporta tal cual es, ofrece una presencia magnética, cayéndonos bien desde el minuto uno, gracias a una personalidad tan auténtica como sosegada, con una naturalidad que contrasta a la perfección con el resto de los personajes. Para más inri, nos regala un discurso digno de un drama judicial, confirmándose como un total acierto de casting.

Y es que todo funciona en esta producción, gracias a sus buenas intenciones, no centrándose tan solo en el humor, elemento que funciona genial en no pocos momentos, gracias a unos gags inspirados, sino que también apuesta por la emotividad, con unos personajes que se quedan en tu corazón, gracias a unos actores que lo dan todo. Jamás se ha visto un jurado tan entrañable, y solo por eso, ya merece la pena este viaje.

No es perfecta, tampoco estoy diciendo eso, pero sí es una de las mejores series del año, además de una experiencia cargada de buen rollo y que deja una sonrisa de boca a oreja cuando finaliza su octavo episodio. De verdad, si queréis pasar un buen rato, dadle una oportunidad, porque como espectadores necesitamos más propuestas como la que nos ocupa, sencillas, graciosas y con corazón. Una deliciosa sorpresa.

Más críticas: Javi McClane (Youtube)
Javi McClane
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15 de enero de 2024
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada tanto me vuelve a pasar: alguien, en alguna reunión, me habla de una serie. Yo ya se que no me gustan, que no me enganchan, que no les encuentro la gracia. En este caso se trataba de una comedia. "Llorábamos de la risa, a moco tendido" me juraron. Me dijeron que era sobre un jurado muy diverso, que todos son personajes hilarantes, que está filmada como un falso documental, que están implicados los guionistas de The Office (tampoco soy un fan, precisamente...). En fin, pensé que podría regalarme a mí mismo unas lindas risas, teniendo en cuenta que la cosa está ahí, subida en el Amazon Prime.

Pensé mal. Un episodio, se presentan personajes, se presenta la situación general. Mmm, nada me llama la atención, todo me tiene sin cuidado. Segundo episodio, los supuestos chistes pasan de largo. Las situaciones, algo absurdas, deberían parecerme graciosas. Nada. Tercer episodio: ¿Qué hago viendo a este puñado de estadounidenses que no me interesan para nada? Las cartas están desplegadas, son las mismas de siempre. El tímido timorato, el arrogante desconsiderado, la señora mayor, etc. El protagonista es un muchacho promedio, sin defectos ni excentricidades visibles, que presta sus gestos faciales para conducirnos emocionalmente por el universo presentado. Esto no es comedia, esto es un audiovisual que combina lo peor de la telenovela con lo peor del reality show. Una suerte de gran hermano ficcionalizado por comediantes, demasiado liviano como para hacer reír. Cada personaje tiene una línea argumental que debería interesarme, pero no me sale. El sólo hecho de, entre comillas, "conocerlos", no me alcanza para tener interés. El formato documental, se supone, debería situarme ahí, entre ellos, de manera cercana y cómplice. No les encuentro gracia, son sólo doce estadounidenses que no me importan. No quisiera estar ahí entre ellos, ni mucho menos quiero saber qué les pasa. Y menos que menos quiero estar viéndolos cuando podría estar mirando cualquier película del mundo. Después del tercer episodio me doy por vencido.

Me quedo pensando, ¿qué le ven a estos engendros televisivos? No logro entender, por qué deberían importarme estas historias. A riesgo de ser un soberbio insoportable voy a decir lo que pensé: cuando hay hambre no hay pan duro. A las personas les presentan un puñado de situaciones y personajes tibios, y ya se enganchan con la telenovela. No piden nada, sólo que les den un pequeño universo al que seguir. Sospecho que si esos personajes son de Estados Unidos, mejor. Hay algo en el idioma que los engancha. Un tono, un color, un acabado que suma al escaso contenido que contienen estos audiovisuales. Una vez metidos en el rollo, se disparan los resortes chismográficos, y lo supuestamente gracioso quizás les saque una sonrisa, y los vaivenes de cada sub trama quizás les resulten mínimamente emocionantes. Y así pasan las horas, los días, los años, en los que los consumidores de estos anodinos semi realitys no se sienten menos solos (y efectivamente no lo están), pero al menos adhieren su cerebro a algo ajeno, que les permita no andar pensando en la deprimente soledad que los corroe. Ya no se qué estoy diciendo, pero es que no lo logro entender. ¿Qué le ven?

En fin, lo dicho, un remedio genérico. Un ansiolítico para barrer la depresión tenue, bajo la alfombra de la corteza cerebral.
Repoman
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17 de diciembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mitad de los años 2000 con la llegada de “The Office” (US) hubo un boom de series del tipo falso documental, eran toda series divertidas y bienvenidas, que nos hacían reír y disfrutar de este nuevo tipo de comedias. Todas eran actuadas por actores y actrices. Esta serie que voy a criticar tiene un toque distinto, es un juicio falso dónde todos son actores menos uno: Ronald Gladden, un tipo común y corriente que es seleccionado para jurado en este juicio falso. Una comedia sutil y llevadera.

La premisa a mí me sonaba bastante interesante, me intrigaba saber para dónde iba a ir toda, que iba a suceder. Sería una versión más pequeña de “The Truman Show”, la diferencia sigue radicando en que hay una sola persona que no es actor y que no sabe que está siendo filmado para una serie de este estilo. Ronald cree que están haciendo un documental sobre cómo es transitar un juicio.

Los productores y guionistas se encargaron de meterle todo tipo de personajes extraños, hacerlo vivir situaciones sumamente ridículas y desopilantes, para ver cómo reacciona este “hombre común”. Desde ponerle a un actor famoso cómo James Marsden, quién hace una versión ficticia de él mismo con un ego por las nubes y siempre queriendo acaparar la atención. Hasta un muchacho con una fascinación por inventar y la tecnología que lleva unas muletas con colchones que simulan una silla… hay una buena elección por parte de los creadores, para hacer pasar a Ron por situaciones que a cualquier persona lo podrían llevar al extremo.

Las reacciones de Ron son tan naturales y reales que, si fuese un actor también, deberían darle todos los premios porque lo hace muy bien. Yo sé que no es actor, pero he leído por ahí que la gente duda al respecto, la clave está en entender que no es un reality, es un falso documental. Si hasta le hacen grabar videos a Ron sólo contando lo que sucede, como una especie de video diario.

Es una serie innovadora dentro del género, dependiendo que tanta gente la vea, puede que existan muchas más de este estilo. Otro acierto de los creadores es el casting, todos los que actúan están muy bien, le hacen creer todo a Ronald de buena manera, ninguno falla en sus roles, todos mantienen la compostura a pesar de que hay situaciones que podrían hacer romper personaje a cualquiera. Suma mucho que Ron sea una persona carismática y muy empática, si hubiesen elegido a otra persona, probablemente hubiese sido totalmente distinto, tuvieron buen ojo con Ron y la verdad que parece un tipo interesante y con quién podría ser amigo. Hola Ron.

Es una serie cortita, con una premisa más que interesante y es llevadera. Son de esas series que te la podés devorar en una noche, son 4 horas no más lo que podemos ver de esos 16 días que filmaron, tal vez la podrían haber estirado un poco más, para darnos más humor, más momentos divertidos. De todas maneras, agradecido de que este tipo de serie innovadora existe.

Mi recomendación: Buena serie falso documental con un no actor, divertida y llevadera.

Mi puntuación: 7/10

Donde Verla: Prime Video

Tiempo invertido: 1 temporada, 8 episodios. 25-30 minutos.
Un Poeta Crítico
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11 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No añadiré mucho más a lo que aquí puede leerse, con lo que estoy plenamente de acuerdo y además subo la nota.
Por la originalidad, la frescura, el excelente dibujo de todos los personajes, los detalles de humor, que me han hecho reír, cosa rara en estos tiempos de comedias burdas y soeces.
Habría que ir por los personajes uno a uno, desde el juez hasta el “acusado”. Y no digamos nada del abogado torpe.
Marsden lo clava. Y Ronald Gladden parece que ha hecho esto toda su vida.
Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien en una comedia.
yoparam
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