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El vengador de su padre

Western El inmigrante sueco, Sven Hansen, es asesinado por negarse a vender su granja al gamonal Ed McNeil (Sebastian Cabot), un ser ambicioso dispuesto a apoderarse de esta y demás tierras aledañas... porque ha descubierto que tienen petróleo. Los granjeros se sienten intimidados e incapaces de enfrentar al temible asesino,Johnny Crale (Nedrick Young), quien sirve a McNeil, pero entonces llegará el hijo de Hansen, Georg (Sterling Hayden), un ... [+]
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Críticas 13
Críticas ordenadas por utilidad
2 de diciembre de 2012
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pequeña pero admirable -juicio que podríamos extender a gran parte de la filmografía de Joseph H. Lewis-, esta película de serie B, último largo del mencionado director, es un peculiar western de ambiente sombrío, casi negro, en el que como es habitual, destaca la poderosa puesta en escena y el talento visual que caracterizaban a Lewis.

Aunque la base argumental carece de originalidad, lo interesante es que tanto las imágenes como el tono del guión -a cargo de Trumbo, oculto aquí tras uno de sus habituales "alias", Ben Perry- transmiten una constante sensación de desasosiego; tal sensación viene sugerida formalmente por las secuencias un punto opresivas, filmadas en espacios cerrados, en las que la tensión que se establece entre los personajes cobra así una realidad física, plenamente visual. Esta es una de las características clásicas de las películas de Lewis, que sabía emplear en su favor las carencias materiales de sus filmes, cuyos presupuestos daban para pocas alegrías, pero sin duda agudizaban el ingenio. El guión aporta algunos personajes bien trabajados, destacando la dignidad que confiere a las actitudes de quienes llegado el momento decisivo, muestran el valor necesario para vencer su miedo (el caso del mexicano Mirada). Y el miedo, más que un concepto abstracto, aparece aquí magníficamente encarnado por un pistolero manco crepuscular, al que el guión y la interpretación soberbia de Young (otro integrante de las listas negras), aportan ricos matices, presentándolo bajo el peso de quien se sabe al final de una vida de maldad basada en el terror que infunde en los demás. Precisamente por eso, sabe que su final está próximo cuando constata que hay quien ya no teme la muerte que él representa, y que es su forma de vida.

Estructurada en torno a un largo flashback, al más puro estilo del cine negro tan caro a su realizador, la película cuenta también con una excelente fotografía, otro de los puntos fuertes en muchas películas de Lewis, y con una buena labor del reparto, desde Hayden (personaje curioso, que contrasta profundamente con el entorno) hasta Carol Kelly, que cuaja una gran actuación como la desesperada amante del asesino. Pese a algunos defectos, en parte inspirados por las carencias materiales y en parte por cierta repetición de argumentos y situaciones (tal vez para estirar un poco el metraje de la película, con todo bastante corto), cabe reseñar la satisfacción que produce comprobar que en su última película Lewis seguía fiel a su praxis habitual: menos es más.
Quatermain80
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23 de abril de 2015
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El poder obtenido mediante componendas y trapacerías suele revestirse de esa singular prepotencia que hace que, “el poderoso”, se crea invencible. En su obnubilado sentir, este tipo de individuo mantiene una profunda subestimación por el resto de sus congéneres y está convencido de que, siendo él el más fuerte, nadie se atreverá a enfrentársele… o si se le enfrenta, lo aplastará como a una hormiga. Pero lo que olvida “el poderoso”, es que sus actos lesivos indefectiblemente van generando una lenta pero muy segura corriente de resistencia, y que, cada individuo que se suma a esta causa, significa un grado menos de su poderío, hasta que el universo procura ese feliz momento en el que, el poder de la resistencia será tal que superará al que detenta “el poderoso”, y como una colonia de hormigas se las cobrarán vivo… o lo dejarán bien muerto.

“TERROR EN UNA CIUDAD DE TEXAS”, fue el último filme del notable director, Joseph H. Lewis, partiendo de otro magnífico guión de Dalton Trumbo, quien, sancionado por el infame macarthismo, tuvo que darlo a Ben L. Perry para que lo presentara como suyo. Se trata en él de un inmigrante sueco, Sven Hansen, quien tiene una granja en Texas que viene siendo apetecida por el mandamás, Ed McNeil, quien espera que él y los granjeros aledaños le vendan... o los sacará de allí a como dé lugar. Enterado por su leal empleado mexicano, José Mirada, de que la tierra tiene petróleo, Hansen se opondrá vigorosamente al despojo, pero será víctima de la prepotencia del “poderoso”. Es entonces que llega su hijo Georg -un veterano marino que ha recorrido el mundo armado siempre de un arpón- y ante un pueblo de gente intimidada por el despiadado Johnny Crale, bandido al servicio de McNeil, tendrá que vérselas prácticamente solo para esclarecer el asesinato de su padre.

Con esa capacidad narrativa que le hizo idóneo para convertir películas de bajo presupuesto en verdaderas obras de arte, Lewis construye un western de gran efectividad en la composición de escenas, con una iluminación siempre precisa y unos encuadres inmejorables. De paso, su dirección de actores es del más alto compromiso, logrando de todo el conjunto, incluidos los niños y extras, una respuesta sin tacha.

Encabeza el reparto, Sterling Hayden, un renombrado actor que posee la personalidad exacta que reclamaba su personaje como el hijo de Hansen. Por su parte, Nedrick Young, da el tono perfecto como el implacable asesino de la mano de acero que ahora se ve abocado a seguir matando también con la izquierda. Carol Kelly es perfecta como la mujer subestimada por el matón que sigue con él porque también ella se subestima. Y entre otros, Victor Millan, conseguirá dejar su huella como el testigo silencioso.

Dos temas muy álgidos aborda la película y por eso fue hecha en clave western: La necesaria respuesta del pueblo ante la tiranía (que aquí es un soterrado alegato contra el macarthismo), y de paso, un llamado a responder contra el afán expansionista de los EEUU en sus afanes de petróleo (de aquí que, el protagonista y su padre, sean inmigrantes europeos).

Esta es la suerte de western que me hace sentir que, al final, la especie humana conseguirá sobrepasar todos los escollos.

Título para Latinoamérica: “EL VENGADOR DE SU PADRE”
Luis Guillermo Cardona
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20 de junio de 2010
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western insólito dirigido por el talentoso Joseph H. Lewis, que se manejaba como nadie en producciones de bajo presupuesto.

La pelíucla se desarrolla en un ambiente oscuro, donde la fotografía está cuidada al máximo, algo que contrasta a la perfección con el personaje del pistolero a sueldo, mostrándonos sus problemas y debilidades.
El protagonista (Sterling Hayden) es un personaje novedoso, un extranjero procedente de Suecia donde ha servido como marinero en un barco ballenero, no sabe de armas y se defiende con un arpón.

Siempre he admirado la sabia nueva en el género, directores que hicieron westerns diferentes a los que se hacían y de una calidad bastante buena, como ésta que nos ocupa.
Dusty Rivers
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14 de septiembre de 2010
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí señores, raro, raro, el film en cuestión. La historia machacadísima, como suele pasar en la mayoría de los western, un tirano descubre algo de riqueza y quiere echar de sus tierras a unos pobres campesinos. Los personajes habituales, el malo malísimo gordo y rico que contrata a un pistolero pistolerísimo para acabar con el escaso valor de la gente. Pero he aquí que el bueno rompe algunos esquemas predeterminados a su papel, eso más la fotografía, el pulso y la tensión que imprime a la película el director basta para que nos resulte extraño y en cierto modo novedoso este western (si no hubiera sido por eso, y por lo bien llevado del escasísimo presupuesto le habría dado un 6).
lacabracienfuegos
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29 de julio de 2020
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lewis contrapone al genero bucólico por antonomasia unas imágenes asfixiantes y cerradas. A la falta de recursos la doblega con oficio y pulso. Allí donde se hace lugar el vacío, Lewis planta la historia y ahí: dignidad e integridad para el salto a la venganza de los mortales. La película esta minada de primeros planos que desbordan sentimentalismo y se apoya en todo momento en un guion concreto y metódico -de Dalton Trumbo, no acreditado por correr tiempos macartistas- que goza de diálogos inmejorables. A este tipo le dabas dos pesos y te expropiaba Papel Prensa.
Terror in a Texas Town resulta un western modélico en tanto modernista. Estrenada en 1958, en el ocaso del periodo clásico y poco antes de que Ford -siempre Ford- inaugurase los westerns crepusculares, esta película se escapa a la lógica de uno y de otro.
Y es que Lewis era un rebelde y así fue todo su cine, un campo abierto de desconcierto y pasión que no acusa recibo jamas de la falta de recursos sino que, al contrario, se beneficia de ello. Cine sin ataduras: pulsión vital.
Por otra parte, Lewis siempre destaco como un prodigio técnico. El ejemplo mas notable y citado es la escena del robo al banco en Gun Crazy, pero su destreza en el manejo de la cámara puede notarse en todas sus películas: valgan como ejemplos rotundos So dark the night o The Big Combo. Acá recorre las escenas con movimientos breves y sutiles. Delimita los planos para que los cuerpos se muevan dentro de ellos al mejor estilo de cine clásico pero, también, deja fluir la corporalidad de los personajes. El uso del cuadro dentro de cuadro pero principalmente del fuera de campo y la profundidad del mismo son notables y magnifican todo lo que opera a partir de ellos. Es decir: los espacios acotados que se consignan inmensos por la disposición de la cámara hasta que irrumpen los primeros y primerísimos o, en varios momentos, algunos picados y contra-picados que sonrojarían al mismísimo Orson Welles.
Para coronar, la banda sonora de Gerald Fried riega la cinta toda de melancolía y se transforma en uno de los nexos más sólidos de la película con el genero.
AllThatChernobyl
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