¿Recuerdas?

*Las verdades y las mentiras de los recuerdos

¿Recuerdas? comienza con el principio de la relación entre los protagonistas: cómo se conocen. Pero el orden cronológico comienza a romperse desde el principio y comienza a reinar la anarquía en la memoria de los personajes. Valerio Mieli sabe plasmar la forma en la que brotan los recuerdos: unos encima de otros, unos de antes y unos de después. Pero todo ello construye esa relación amorosa.

A veces los recuerdos pueden ser fieles, pero otras pueden mentir. En ¿Recuerdas? se muestra como a veces las emociones juegan con la memoria: algunos recuerdos se pueden mostrar más dulces y otros más violentos de lo que fueron.

“El presente no existe, es una ilusión” dicen los personajes en uno de los diálogos. Y es que parece que cada escena es el presente de la relación que quiere narrar Mieli. Sin embargo, como un ilusionista, el director muestra que todo presente es también un recuerdo que mostrará el pasado.

*Estéticamente atractiva

Entre tanta filosofía sobre el tiempo y la persistencia de la memoria (evocando a Dalí y sus relojes) también hay detalles que hacen a ¿Recuerdas? especial. Todos y cada uno de los planos están medidos y hacen el largometraje aún más encantador. El oro, sin duda, es para los maravillosos juegos con los cenitales. Las tonalidades de color se combinan con las emociones de los personajes y las texturas también se coronan en todo este conjunto.

Cuando nos sumergimos en los recuerdos, nunca pensamos en los sonidos ambientes. Quizás por eso Mieli prefiere suprimirlos y dejar los silencios a su libre albedrío. Una maravilla más de esta película.

*Conclusión

¿Recuerdas? es exquisita de principio a fin en colores, planos y forma. Incluso la inexpresividad del actor protagonista pasa desapercibida gracias a todos estos detalles. Uno consigue enamorarse, desenamorarse y reconciliarse a lo largo de las casi dos horas que dura la película. Simplemente real.

Escrito por Lucia Blazquez

Un coleccionista de recuerdos. La añoranza como aire que respirar. Un exprimidor de la fragancia de lo que ya pasó. Con todos sus defectos y sus virtudes es un sentimiento vital. El vivir del pasado, redescubriéndolo a cada paso. Un trabajo de entendimiento de lo que somos en un presente que no existe. Un trabajo paradójico de continua revisión de lo que fuimos y sin esperar ver lo que seremos. Un guion que nos da pinceladas sobre el presente con colores del pasado. Las brochas ejecutan con maestría los tempos de la narración. Intensa reflexión del amor, la tristeza y la falta de esperanza, sin saber entender que la vivencia del presente se sustenta en la esperanza de un futuro. Las oportunidades las viven los protagonistas. Ese halo de aflicción engancha en los personajes con valentía. Los acomoda en la memoria del espectador para desgranar todos los miedos con sutil elegancia. Un guion bello en su representación y rico en diálogos diáfanos en entendimiento. Representa lo universal de la incongruencia de los sentimientos y la fugaz del presente.

Me ha gustado esta película, que hay que degustar con atención y observación a los detalles. Bellamente filmada y con escenas de gran plasticidad, hilvanada con unas interpretaciones sinceras, sentidas y creibles. A algunos quizá pudiera parecerles pretenciosa o una peli de postureo, pero la forma en que se cuenta cómo nos afectan los recuerdos pasados, especialmente en el amor, y de como las relaciones sentimentales evolucionan desde sus inicios a su fin, todo esto está hecho con delicadeza y maestria.
Una pelicula que recuerda en su estilismo al cine de Malick, aunque sin sus excesos.

Una

Puede una buena producción, con una buena idea para una película, una buena banda sonora, una buena dirección, una fotografía preciosa, aburrir?

La respuesta es fácil. Un rotundo SI. Para muestra, un botón.

Creo que la culpa sólo puede ser mía a la vista de las puntuaciones y las críticas... pero me he aburrido sobremanera. Hay películas que me emocionan, que no quiero que acaben, ... esta no es una de ellas en mi caso, ni por asomo. Me ha parecido extremadamente pretenciosa. Una película que de antemano le preveía un gran potencial. Pero no... no funciona.

Aunque creo que soy el perro verde aquí...