El abrazo del oso

Annabelle Attanasio debuta en la realización con una de esas joyas indie que tanto gustan en los festivales independientes año tras año. Esta en concreto tuvo su momento en el prestigioso South by Southwest de Austin.
El abrazo del oso es una agradable (o no... atención al final, o más bien a lo que desencadena esa carrera final de Mickey) historia sobre el crecimiento personal, sobre las decisiones sobre cómo va a ser nuestra vida adulta, sobre la lucha entre la independencia y la familia, y sobre una hija y un padre con una peculiar relación de amor-tensión.
La narración es correcta, las situaciones están bien explicadas y en general el tono y el resultado son notables. Además, Camila Morrone, actriz americana-argentina, hace una muy buena interpretación, llena de fuerza y de pasión, en consonancia con el tono de la película, una bonita historia del camino hacia la vida adulta de una joven que no lleva precisamente una existencia modélica en esa Anaconda, Montana, que es su localidad natal.
Correcta y notable.

Pasable drama, algo insípido pero bien hecho. Buenas actuaciones, sobre todo la de Badge Dale, papel que le viene al pelo. No pasa gran cosa a lo largo de su metraje. De drama, no lacrimógeno pero algo blandito, se hecha en falta algo más de pegada para que la cinta termine de despegar, pero no lo consigue.
En resumen, se deja ver pero no es nada del otro mundo. Recomendable si te gusta el género.

Todo aquel soldado que ha entrado en combate se queda afectado psicológicamente en mayor o menor grado. Otra película de veteranos en la que se enfatiza en la disfuncional relación de un marine cojo con su solicita hija.
Muy meritorio filme cuando documental. Recomendable para amantes de las tragedias.

Se enquista en esa desesperanza de los que se saben perdedores, en este caso un padre alcohólico y fracasado que arrastra con él a su hija a punto de ir a la universidad. Padre e hija saben que jamás se alejarán de su esquiva suerte.

Habla de sueños rotos, ideales perdidos: una vida que se antoja tan lúgubre como indefinida. Interpretada con sobriedad y eficacia; sin aburrir, tampoco ofrece un entretenimiento sobresaliente. No la voy a aprobar, porque no ha sabido jugar eficazmente las soberbias cartas con las que contaba.