Pésima decisión haber rodado está cosa en Súper 8, porque la definición es nula y la digitalización pésima. Con cualquier móvil y un filtro hubiesen obtenido mejores resultados. La película es un truño, no nos engañemos, aunque seré cortés y diré que tiene algún momento interesante. Las actuaciones son muy malas, de amateurs sin talento, a excepción de Bruna Cusí, que si no brilla más es porque aunque puede que haya una idea general, no hay guión y los diálogos resultan tan tontos como notoriamente improvisados; y, porque la imagen no pasa de borrón desenfocado, llegando a resultar irritante para el espectador. Me sorprende mucho que Cameo la haya editado.

La película arranca a la perfección, muy realista y descarnada, pero pierde fuelle de forma progresiva. Los dos primeros tercios son aceptables en conjunto y uno espera que la guinda esté a la altura, porque sí, aún con sus defectos, es genial ver cómo era Frisco en los setenta y la fauna nocturna que en el se movía. Absoluto demodé. Pero, vaya por Dios, de repente el argumento se torna ridículo y toda una apología contra lo no heterosexual y normativo. Me doy cuenta de que en su momento estos temas sólo se trataban desde la perspectiva del degenerado, del perturbado mental, del arquetipo de Norman Bates. Qué fácil. Pero, hoy, con virus o sin él, resulta muy anticuado y claramente ofensivo. Es por ello que la película queda a medio gas, igual que la musiquilla del Equipo A que le ponen a Bruce Dern en un par de secuencias. Terminaré señalando que Walter Matthau está de nota y que la factura técnica del film aprueba sin esfuerzo.

La película comienza potente y sin delicadezas. Puro realismo crudo, seco y descarnado. Sin embargo, conforme se desarrolla la cinta, algo muy sutil, no sé exactamente qué, parece hacerla fallar; porque lo que al principio es un planteamiento serio y adulto, termina por convertirse en afectación exagerada. Diría que el problema está en el personaje del padre, que no resulta demasiado creíble por delirante. Pero mejor que cada uno juzgue por sí mismo, ya que el film tiene suficientes puntos de interés como para darle, al menos, una oportunidad.

La película es un completo despropósito, no tiene credibilidad y desde el principio decepciona. Ni siquiera Jennifer Lawrence resulta sensual, ¡y se supone que ha sido entrenada para ello! En fin, no quiero perder mucho el tiempo en cuanto a la peor parte del metraje, precisamente el entrenamiento, pura caricatura ridícula e infantil. Así que advierto, siempre dejando claro que es mi opinión personal, que este tipo de películas, por mucho que muestren un despliegue técnico de aúpa y puedan deslumbrar durante unos minutos, en realidad toman al espectador por idiota, y esto es tan evidente que termina por enfadar. Dirigida a amantes de la acción tontaina al estilo Con Air, resulta tan infumable y estéril como V de Vendetta.

La historia es potente, los personajes trabajados, el desarrollo no da tregua... Me encanta la suciedad, lo sórdido, cuanto tiene de frontera entre lo legal y lo prohibido, entre el espectáculo de variedades y la prostitución descarada. Días después seguía pensando en ella y en el monólogo con el que nos regala el protagonista cuando es consciente del final del camino, un pobre hombre. Advierto, por si no quedase claro, que no es nada complaciente y que para este tipo de historias hay que tener el paladar entrenado. En una palabra: poco conocida, un título desafortunado, mucha calidad. A descubrir.