Es curioso, cuando vemos una película americana, la cantidad de botones, cámaras de seguridad, frenos de emergencia, techos corredizos y otros accesorios que tienen los ascensores de por allí. Si esta película se hubiera rodado en España ¿cómo lo habrían hecho? Lo digo porque el ascensor de mi casa sólo tiene los números impares y un botón de alarma al que ningún vecino suele hacer mucho caso; además no hay cobertura.
Ahora en serio, la cinta te mantiene en todo momento pendiente a la pantalla y lo que más me gusta es cómo juegan sus papeles los actores y que hasta el final se mantiene la intriga.

Un muchacho hereda un negocio y, por ser negro, lo machacan por aquí y por allá. Los impuestos, la policía, la competencia, ..., todos quieren "chupar del bote", incluso su propia familia. Compra sus productos diréctamente de paises pobres, sin apenas ánimo de lucro, para que unos pobres campesinos ganen algo de dinero, pero le acosan hasta el punto de cerrarle la tienda. Finálmente, su mujer, sus hermanos, ..., incluso su madre le abandonan. Es una película muy triste. Por cierto, Russel Crowe esta mas barrigón que nunca, Cuba Gooding Jr. apenas se deja ver en un papel poco acertado, Carla Gugino pinta poco y lo poco que pìnta es para meter la pata con el abriguito de chinchilla; por suerte Denzel Washington interpreta uno de sus mejores papeles. Quizá demasiado larga, aunque consigue que no parpadeemos en ningun momento.