Mi nota a Rec la primera parte, fue de un 9. Lo que la hacía espectacular era la capacidad de sorprender por utilizar un formato nuevo, por el argumento tan innovador, porque resultaba muy creíble y realmente parecía que no eran actores sino víctimas de un desastre y porque sobre todo, daba miedo, mucho miedo. Los contrastes visuales y auditivos me parecieron magistrales.
Pues bien, muy a mi pesar, Rec 2 no tiene nada de esto que tanto me fascinó. El magnífico argumento de la primera parte es asesinado cruelmente dando paso a un recurso mucho más convencional, repetitivo y para colmo disparatado en muchas ocasiones. Algunas cosas no tienen pies ni cabeza, resulta cutre y de película de aficionados. La naturalidad de los actores y un guión creible y envolvente de la primera parte, queda relegado a unos cuantos actorcillos malos que combinados con un guión absurdo y reiterativo dan lugar a un horror de gritos y frases tontas que a veces hacen reir y otras llorar. El papel del cura es de pena, no sé qué es peor, si el guión o la interpretación del actor... pero ahí andan disputándose el primer puesto.

Gracias al cielo, hay momentos de muchísima calidad, de producción excelente y de congoja. Destacaría todas las escenas en las que cesa el sonido de repente porque crean mucha tensión. También me gustan los momentos de desconcierto en los que no sabes exáctamente qué ocurre pero ves lo justo para imaginarlo.

Es un contraste curioso de muchos momentos patéticos y admirables. Quizá sea una de las películas más desconcertantes que haya visto nunca.

¿Merece la pena ir a verla? Es difícil responder a esta pregunta, porque realmente es inadmisible que se haya prestado tan poca atención a aspectos tan importantes como ser fiel a los principios de la primera parte o mantener la espontaneidad y credibilidad de los personajes, pero sin embargo hay momentos magníficos de producción ejemplar que en cierto modo suplen las meteduras de pata.

Desde que ví la primera escena supe que no me iba a gustar. Desde el principio se observa que es una película narrada para informar, simplemente tiene el objetivo de servir de herramienta para la denuncia y nada más. Sus personajes no interpretan, no transmiten ni emocionan, simplemente hacen su trabajo, ayudar al director en su propósito reivindicativo.

Los hechos suceden rápidamente, como flases o clichés superpuestos. Pretende ser una historia de amor pero es una falacia, los protagonistas parecen dos auténticos desconocidos, yo estaba esperando durante toda la película que ella se fuese con otro, porque tuve la sensación constante de que era una mala pécora que había ido a África a ligotear con un autóctono.

Los diálogos son el colmo de la simpleza, de verdad que no comprendo como esta película puede catalogarse como "drama"cuando las escenas que pretenden reflejar los momentos más duros de la historia, pasan totalmente desapercibidas. Me parece indignante que tratándose de una trama que refleja la vulneración de los derechos humanos a través de la avaricia y el egoísmo del poder, sea contada de manera que se le olvide al espectador a los 5 minutos de haberla visto y se tire por tierra el propósito inicial de concienciar sobre una realidad.

Todo ello contando con que la película se consiga ver hasta el final, porque cansa muchísimo el argumento al no captar para nada el interés.

Este film queda en la memoria por alcanzar la perfección en muchísimos aspectos, lo cual, hace que olvidemos sus no tan escasas deficiencias.

Destacaría como "lo mejor de big fish" la estética y la caracterización tan extraordinaria de los personajes que aparecen en las historias, a lo que ya nos tiene muy bien acostumbrados Tim Burton. Los diálogos son muy ingeniosos y es una de esas películas que no vale con verla una sóla vez, cuantas más veces la veas mejor la comprendes y más bonita te parece aún. Además, si sois de esas personas a las que les gustan las frases de libro, en big fish encontraréis bastantes y muy buenas.
Si a todo ello le sumamos un final espectacular, el cual dos días después aún sigues pensando en él.... El resultado es el mejor cine que podáis ver.

Como algo negativo, diré que es una película muy mal estructurada, a veces inconexa. Sé de muchas personas que la han quitado nada más empezar precisamente por resultarles incómoda de ver. A mi al principio se me hizo cuesta arriba seguir el argumento, pero después de la primera media hora mejora muchísimo y merece la pena tener un poco de paciencia.

Le doy un 8.

Antes de valorar esta película hay que ponerse en situación:

Año 97, el grupo estrella del momento realiza una película dirigida a sus fieles seguidores (Chavalas de entre 8 y 15 años) ¿Acaso esperaban una buena película? No por Dios... NO!

Está claro que decidieron hacer la primera mierda de bajo presupuesto que se les pasara por la mente para llevar a comprar la entrada a miles de fans y seguir haciendo negocio con un filón que obviamente no iba a durar mucho tiempo. Querían exprimir esa fama todo lo que pudieran señores...

Muchas criaturitas como yo (entonces tenía 12 añitos) caímos en esta trampa. A pesar de guiarnos por el impulso colectivo para ir a ver la película sin cuestionarnos la basura que ibamos a presenciar, teníamos una opinión clara una vez que la vimos, que era vomitiba.

Y como de todo se aprende, nuestra generación aprendió a no derrochar el dinero y a vivir de un modo más crítico el fenómeno fans.

Un dia me dije, ¿Qué película me apetece ver hoy? Y concluí que quería ver una película sencilla, íntima, entretenida y con pinceladas de amor. Leí la sinopsis y pensé que sería la película ideal para mi estado de ánimo.

Al primer instante supe que seria una película mala, allí estaba Pe vestida de colegiala, con una felpa cursi en el pelo y una faldita de tablas, enamorada del profesor por sus aires intelectuales. Comienza el juego de miradas en un ambiente totalmente artificioso y casi sin más preámbulos, ya sienten una pasión desbordante el uno por el otro, que ni mucho menos me creí.

Ella sale muy favorecida en la película, quizá porque el papel de cuerpo del pecado le sienta bien. Sin embargo en el caso de Kingsley, ni tan siquiera eso le salva.

Lo bueno es que la trama se hace entretenida, es rápida y los hechos suceden en el momento oportuno y algunos de manera inesperada, lo que le permíte tener de su parte el factor sorpresa.