¿Puede una serie actual removerte las entrañas, despertarte la más sincera ternura, abrazarte desde la pantalla y hacer nacer el amor que tienes en lo más profundo? SÍ!! aquí está "ANNE" para hacerte vibrar.

Dificil encontrar las palabras para una serie con tanta BELLEZA
Vestuario, fotografía, sonido... ni un detalle falla en esta construcción tan increíble.
Pero lo más importante... los personajes. Emocionantes, creados desde la verdad, sencillos pero con todos sus matices... los quieres desde el minuto 1.

Dejad que la inocencia de Anne entre en vuestras vidas y que cada capítulo enganche vuestra mirada a la belleza de este "serión".

Tristemente, la serie no aporta nada nuevo. Quisiera ver cómo es la serie en otros países en los que se ha realizado, pero fácil es que supere la calidad de la propuesta española.

El espacio es demasiado estático, las relaciones entre personajes son prácticamente inexistentes, y cuando las hay, son frías. Una caricia o una frase podrían decirlo todo, pero si están vacías de contenido, se convierten en paja. Ni el más mínimo interés en las relaciones propuestas.

En cuanto a las tramas, ya que son solo tres capítulos, podrían haber elegido algo más profundo. El 1r y el 3r capitulo te alejan tanto, que uno se desengancha de la pantalla.
A nivel interpretativo, flojo. Algunos de los actores y actrices los podremos recordar de otros proyectos, haciendo trabajos que destacan. Aquí casi todos se quedan en la superficie. (GRACIAS INMA CUESTA, tu nunca nos fallas!).

Para mí solo vale la pena el segundo capitulo. Para las personas con curiosidad por la serie y que quieran ver una trama interesante y con una Inma Cuesta que se/(nos desgarra por dentro, podéis ver solo el capitulo 2.

Todo lo demás, está de más.

Cada capítulo de esta serie me atrae más! Una serie caracterizada por el ritmo, el color, las personalidades extremadas, la presencia de los alter egos y el humor.

Desde un tono siempre divertido que te acoge plenamente, cada capítulo presenta diferentes temas, algunos más profundos que otros, atreviéndose a hablar de aspectos tan importantes como el acoso sexual en el ámbito laboral. Un tema peliagudo pero bien tratado, sin caer en la moraleja, sin caer en la indulgencia, ni tampoco en el estereotipo.

Gracias por una serie que, entre risa y risa, te aporta reflexión, te cautiva, te hace enamorarte de las protagonistas. Gracias por presentarnos dos personajes femeninos que llenan la pantalla con su personalidad y energía. Tuca y Bertie hablan de feminismo, hablan de amistad y hablan desde la verdad.

No se la pierdan!!

Recuerdo que la vi en el Teatre Goya (Barcelona) en 2012. Fue un océano veloz de sensaciones, risas y reflexión. Con un ritmo bueno y dinámico.
Si bien es cierto que se ha intentado recrear tal cual la obra teatral en la TV, se sabe que convertir a film las obras de teatro es arriesgado.

La obra, inspirada en "Le Prénom", se basa en unos amigos que han quedado para cenar. Entre diálogos ágiles y astutos, uno de ellos comparte con el grupo el nombre que él y su mujer (ya muuy embarazada) han elegido para su futuro hijo.
El nombre generará polémica, indignación, preguntas y respuestas que se rebotan continuamente, y sobretodo, despertará aquello que estaba dormido. Como pasa en las discusiones que se vuelven ciertamente acaloradas, se destaparán asuntos pasados no resueltos, dudas, críticas, secretos...

Una trama interesante que reflexiona sobre la amistad, la ética, la verdad y la sociedad. Una propuesta a la reflexión mediante la comedia.

La obra de teatro me gustó muchísimo, y su versión en tv es interesante. Pero creo que sobretodo lo es para aquellos que vimos la obra original y viendo la película recordamos las escenas teatrales.
Para el público nuevo, me temo que puede carecer de ritmo y de verdad, puesto que algunos diálogos y formas de actuar de los protagonistas encajan mejor encima de un escenario que en el mundo del cine.

Qué lástima que un film anunciado con tanto bombo y platillo se quede casi en la nada.
Y digo casi, porque claro que se pueden rescatar cosas. La fotografía, la inocencia, la juventud...

Pero lo demás, "ni chicha ni limoná". El film se hace excesivamente largo. El estilo "naif" que ofrece, es muy cansino. El tipo de amor que muestra, es demasiado típico. Y las escenas de amor son o demasiado ñoñas o demasiado estereotipadas.
Esperaba más. Mucho más.

Esperaba pasión, esperaba locura, esperaba emoción. Esperaba amor de verdad. Y no sentí prácticamente nada.

No es que María Pedraza y Pol Monen no lo intenten... es que no tienen de dónde agarrarse. Las caras decaídas, entristecidas y bobas, en una historia que avanza sin consistencia... hacen que una película que habla de lo más esencial y profundo de la vida, no te transmita nada.
Y eso, gente, es una pena.