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Críticas de FEnrique
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Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
9
9 de junio de 2023
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A Sócrates Alonso, por su bonhomía.

Viena, 1900. Stefan Brand, un famoso pianista, recibe una carta de una mujer con la que mantuvo, en el pasado, una relación amorosa que ya no recuerda. Lisa es para él una desconocida, alguien que ha pasado por su vida sin dejar huella. Y, sin embargo, ella sigue apasionadamente enamorada de aquel joven músico que conoció cuando era todavía una adolescente. (FILMAFFINITY)

Viena no es Viena, no es el glamour decadente de la grandeza ilusoria de un Imperio que se cae en su grandeza. Sé que esto puede ser discutido. Esta joya penetra entre los sentimientos del absurdo que llamamos al amor sin recompensa. El músico no me convence en su inconsistencia, la sombra de Stefan no se proyecta adecuadamente. Ella no volverá jamás a enamorarse y sufre en el cesto de agua de su idealismo que se desliza en el mimbre de una canastilla.

Le doy una buena nota, pero no la considero una obra maestra.
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FEnrique
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10
30 de mayo de 2023
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Había reparado una crítica de esta película en la que no podía obviar la sombre alargada de Capra y el buen sabor que dejan los finales de sus películas; todo mejora, como si nuestros políticos amaran españa y no el Poder, donde el lío mezquino desaparece ante el poder irrefrenable de la sonrisa, digamos, aunque estemos profanando un templo y su memoria, que un tanto estúpida de un héroe anónimo que sabe luchar con su código moral irrenunciable contra la injusticia y los atropellos.

Debemos admitir que el gran director que ataca a los monstruos que se arrastran en la burocracia, el sabor podrido del dinero y las leyes injustas que deben ser derogados por los fantasmas invisibles de la integridad y el amor. Ahí tenemos a le Ciudadane Kane Irene Montero que cree que va a cambiar el mundo. Por favor, que no hable siquiera, qué ya estábamos bastante jodidos para que todo empeore. Dijo en una entrevista con el Che Guevara que dimitir era comprarse un ático en pleno Madrid.

Vamos a admitir que entra dentro de lo posible que el siciliano de América podría no tener sitio en este tiempo asertivo, escéptico y prosaico, que le tildaríamos de ingenuo en la peor acepción, sería un poeta en una sociedad que solo conoce la prosa.

Un guionista de serie B que aspira a subir de categoría y escribir para las grandes productoras no sabe quién es, después de tener un accidente de coche en un puente que no sirve para unir a los hombres; Ha sido saboteado por los integristas que piensan que todo pensador es un comunista y por ello debe estar en prisión o ser ejecutado.

. Tras el golpe y la confusión, no recuerda quién es y llega a un pueblo en tierras de nadie, allí hace un entrada fantasmal y algún vecino borracho cree ver en él las reminiscencias luctuosas del rostro del hijo del dueño del único cine, que ante la crisis de valores, ha cerrado y lo pone en conocimiento de su padre que no lo cree, pero un magistral Martín Landau quiere ser seducido por la idea descabellada de que un muerto ha vuelto a levantarse de su tumba perdida y entramos hasta la médula en los terrenos de lo paranormal.y acaba admitiendo que puede ser su hijo aun sabiendo que su hijo está muerto para siempre, que, a ciencia cierta, este meteco intelectual no lo es, pero él, con lágrimas en los ojos (volvemos a Frank) quiere que lo sea.

El Majestic vuelve a abrir sus puertas, a pesar de la escasez de muchachos jóvenes reflejado esto último en el uniforme brillante del amable acomodador , El pueblo, mientras llora a los otros muchachos muertos y no resucitados, cuyos padres no tienen un cine, ni lloran con la triste alegría de Landau.

La sentencia más capriana reza que Carrey nunca estuvo allí antes y lo sabe, pero desea fervientemente jugar en serio a ser lo que nunca ha sido, tener un padre maravilloso que nunca tuvo. No podrá borrar su sueño de escribir un gran guion para las grandes productoras, ahí lo tiene, es genial. Darabony es un revolucionario, ha convertido al Jim Chico en adulto interesante e inteligente..

Carrey es más humano y limitado que Jim, de acuerdo, nunca podría ser el caballero sin espada (la peor película de Capra para mí. Pero da la talla ampliamente a la hora de hacer de perdedor, ese papel que el Jimmy de América solo hizo, ya maduro, en los Western de Howard Hawks y no del todo bien desde mi punto de vista. Esa América profunda y deprimida necesita crear un Dios, puesto que Dios existe en un día del que aún no ha despertado..
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FEnrique
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10
29 de mayo de 2023
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Es nuestra tragedia de las equivocaciones. Cuando la conexión hispano-argentina se hace irrepetible. Jaime Chávarri excelso, sería profundo aunque no se le notara. aunque siguiera sumido en el desencanto del mejor poeta español de los últimos años.

Ulises Drumont es el amigo fiel y bandeonista nostálgico, pasado y entrañable, sueña cuando el tango nacía del arrabal; para él Carlitos es un traidor que triunfa por encima de la fragilidad prostibularia, sus ligas, su tatuaje y su tristeza infinita.. Echanove eterno enamorado de la gallega, silencioso y servil a sus pies, amándola a pesar de los pesares, le ha puesto los cuernos y , en cierta forma, se venga del amigo a quien realmente ama. ¡Tan lindo era el trío! Una Aitana que no está en la cúspide de su belleza, aquí tendríamos que abrir otro comentario disperso para hablar de la impagable camarera del Titanic. A los guionistas se les aparecieron las hadas, no son Terencio y Shakespeare, pero casi los tocan. Grandinetti, subjuntivo, imperfecto y genial en el papel por que, quizás se le recuerde derivado en tres personajes en tres papeles distintos, porque, al final, nos queda él, su acento porteño, su melancolía por no se sabe qué Lo de Gardel es un drama, lo de Renzo, una tragedia que llora a un hermoso desconocido que llega a sentir que podría haber triunfado a pesar de su ortodoxia, a pesar de que nunca llegó a creer en sí mismo. No nació para noquear, esa es su perra suerte, no proyecta con contundencia los golpes, los encaja, mal que bien.

Soy un buen tipo
aunque ni comportamiento
rara vez lo demuestre.
(Paul Simon - The boxer)

No me queda fe,
como hombre estoy acorralado
por las semillas
y el viento del otoño
que azota mis cabellos;
el poeta que fui
la agotó, inútil
mente,
en la madrugada
de su última salida,
no creo en el amor,
maldigo la luz
cuando deja en su herida
una idea de revolución,
cuando ofrece una esperanza
que no aguarda a la espera.

El despistado
que pasa leyendo el periódico
tropezará con las noticias
que hablan de diálogo
y abogan por la reconciliación del bosque
con la muerte y el olvido,
el desencantado que frecuenta una oficina
discutirá con sus programas
informáticos
en el café aromatizado de un lunes adormecido
que despierta en sus labios cuando Pepa lo sirve,
el borracho nostálgico
herido en una fiesta
hablará de la magia de amores que no fueron,
y que recuerda siempre
con ligueros y tangos,
y el hombre sin fe con mi nombre
y mi pesar
seguirá hasta el final con turbias recaídas
porque no le enseñaron a arrojar la toalla..
.

Mi sombra frecuentaba los bares de la noche
donde sonaba el tango
que lloraba el recuerdo de Le Pera y Gardel
y un Grandinetti enorme calándose el sombrero
en surcos pronunciados por cuestas de la infancia;
aquellos ojos míos no volverán jamás...
..

Si no la habéis visto aún, todavía estáis a tiempo..
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FEnrique
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10
23 de mayo de 2023
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¡Ay, no te acuerdas , Laura, de las burlas del Mato!,
No sabe estar callado este loco poeta
y Zampanó se enfada y ejecuta a la Risa,
y no quiere escuchar
aquella melodía tierna de Gelsomina
que vierte su amargura en una calma rota
y glosa su destierro en la lengua que arrastra
la mórbida condena que navega en el aire.

La Strada era una de las películas que más y mejores críticas tenía en nuestro cerrado círculo de amigos, todos éramos aficionados al cine, por ello me entristeció más que casi todos se hubieran olvidado de "Il Mato", un Richard Basehart que nos recuerda al niño travieso, tierno y deslenguado que todos llevamos dentro, y convirtieran la película en un diálogo entre la furia primaria, no del todo malintencionada, pero de consecuencias funestas e irreversibles de Zampanó y el amor sin medida ni razón de la deliciosa Gelsomina. Por supuesto que Anthony Quinn y Giuletta Masina también están soberbios; él sabe representar el nihilismo involuntario de los que nunca tienen nada, ella la tristeza herida de los que nacen solo por el amor que no se encuentra..

Siempre he recordado la tarde de agosto en que vi La Strada por primera vez, el sueño entre Laura y yo parecía haber entrado en un letargo y esos momentos agitaban nuestras conciencias; no pudimos escapar de la bondad de Gelsomina, de su carácter abnegado y su inclinación acusada hacia la sentimentalidad, del amor, la libertad temeraria e irrenunciable del Mato, de la brutalidad, consecuencia de la ignorancia y de la mala vida de Zampanó.

Creo que Fellini, sobre todo en su primera etapa, era un poeta de primer orden, escribiendo el guion (con afortunadas colaboraciones), manejando la cámara como si fuera un pincel que busca la poesía agónicamente en la soledad asumida del blanco y negro de los expre. La Strada es una de esas películas que se quedan en el alma, sus personajes son casi títeres abandonados al destino; Zampanó, Gelsomina y Il Mato no tienen la culpa de la debilidad de sus propias naturalezas. Uno mata arrebatado por su ira contra la risa que no comprende, la otra siente un amor enfermizo y un comportamiento masoquista, pero se convierte en un referente universal por la pureza de su corazón, el poeta, aquí le llaman loco, miente en sus versos pero dice la verdad en la calle y eso es tan peligroso que acaba costándole la vida, cuando pensaba que la vida merecía la pena a pesar de las miserias.

Apenas puedo hablar de Fellini en estos días; hace ya demasiados años que no veo una película suya; Las noches de Cabiria y La strada son películas que no se olvidan fácilmente, ambos personajes carecen de inteligencia, pero están llenos de candor, intentan solucionar las situaciones con una sonrisa y las buenas intenciones. Se exageró cuando hablaron de Giulietta Masina como si fuera la réplica femenina de Chaplin. Es cierto que no tiene un cuerpo de doctrina, sobreviven sin pensar, aunque Gelsomina se muera y nos deje su canción navegando en el aire, pero la grandeza de su corazón no tienen cabida ni siquiera en el mundo de los sueños.

Vi La strada tarde, muy tarde, el año era 1990, ya había visto unas cuantas películas de Fellini. Había voces en aquel entonces que hablaban de que había envejecido mal, que había pasado a la historia, como la chica de Jagger y Richards, una de esas críticas creo recordar que era la de Gaetano Veloso, me extrañó, ya que está lleno de sensibilidad. Por suerte en este tiempo se ha recobrado la cordura, aunque sea en unos pocos apartados. Presenta unos mitos universales y el marco, miserable, casi lóbrego, de la Italia de los 50, hace creíble la historia de un amor no correspondido, abnegado, que sonríe a la cara a los ojos de la tristeza, y el inevitable encuentro prematuro del Loco, que insiste en provocar solo porque le divierte que enfade lo que no se comprende, con la muerte.

No debemos buscar más, lo que encontramos es un paseo por los sueños abortados y el gran cine que desprende la inolvidable banda sonora que lo inunda todo, incluso lo que tenemos que imaginar porque no sale en la pantalla. Un Zampanó cuya dura vida ha hecho que no se estremezca cuando tiemblan los pobres, que hace cosas de un malvado, aunque no lo sea. Las consecuencias de sus actos son espantosas, irreversibles.

Pienso que debemos acudir a la Strada cada vez que exigimos al cine que nos devuelva la poesía, quizás no sea bella la que saquemos de ella, pero es tan profunda que es posible que nunca lleguemos a llenarnos de ella completamente.
.
Quizás deba volver al cine, A,, pedirle que me devuelva la poesía que no encuentro en las versiones subtituladas que no son originales. Quizás sea un pedante perdido en un mundo que castiga a los disidentes con el olvido, ya que está mal visto en estos días meter en prisión a los hombres por sus ideas. Gelsomina y Zampanó viven un amor imposible entre una tierna y un bruto capaz de masacrar a un loco en un arranque de ira. Pero ya sabemos que los amantes de los pájaros los encierran en una jaula, y hay veces que los ciegan..
FEnrique
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6
14 de junio de 2023
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Entre lo más flojo de Polanski, él supo captar con agudeza y brillo las oscuridades del espíritu inglés y francés. Pero en este caso no pilla ni una, no comprende las Dictaduras chilenas o, quizás le importe poco comprenderlas, es un país periférico que habla uno de los españoles más bellos, es un país culto, con miedo de afrontar un futuro que no existió durante muchos años; la muerte estaba como El Corte Inglés de rebajas. No terminé de verla y me alegro. Muy inferior a la obra de teatro. Si Víctor Jara y Neruda levantaran la cabeza, se volverían a sus tumbas. ¿Y si la muerte no fuera lo peor que nos pueda pasar?
FEnrique
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