Sin duda, es un hito del cine francés, una maravillosa obra modernista que combina una intensa historia de amor con una reflexión sombría sobre la inhumanidad del hombre hacia el hombre. Es una película que todavía tiene una importante resonancia, no sólo porque se trata de temas universales e inmutables, sino porque aporta una proximidad aterradora a la perspectiva de la aniquilación nuclear. El amor y el holocausto nuclear puede que no suenen como compañeros de cama plausibles pero su acercamiento en esta película es extremadamente eficaz y lleva a casa la gran paradoja de la experiencia humana, nuestra capacidad de amar y de hacer la guerra con la misma intensidad.

Resnais firmó aquí un poema cinematográfico inolvidable que va mucho más allá del pretexto inicial de un monumento conmemorativo en Hiroshima. Centrado, como toda la obra posterior de director en una interpenetración de temas como el amor, la muerte y la memoria, la película corre el hilo de una melodía inquietante que extrae su sustancia simultáneamente en las imágenes de un hermosa fotografía en el texto de Duras y la música de Delerue y Fusco. Se trata de una magnífica obra que emana delicadeza, belleza y dolor. Esto es a la vez un poema de amor y una palmada a un cine! Una película innovadora de su ritmo, su imagen y su excelente logro. En 91 minutos, esta película nos muestra el amor en todo su esplendor y complejidad.

Persona es un impresionante ejemplo de la innovación cinematográfica del cineasta sueco, quien compone un drama claustrofóbico con sólo cuatro personajes y dos "escenarios". Se trata de un drama psicológico experimental, intenso, desafiante y complejo que trata de explorar en detalle el significado clínico de la identidad personal, sin dejar de lado las dudas existenciales que acompañaron al director a lo largo de su carrera.

Tal vez lo más significativo de Persona, es que el propio autor la consideraría de las más importantes de su carrera, y que condensa de forma magistral todo el trabajo que venía haciendo el director desde comienzos de los 60. Es una fascinante pieza de arte cinematográfico en el que Bergman explora dos de los temas que mas le interesaban, el psicoanálisis y el existencialismo. La construcción narrativa aparentemente simple apenas oculta un estudio laberíntico de la psique humana, que muestra una compleja red de las neurosis y las urgencias primarias que rigen gran parte de nuestra vida consciente, como la mano invisible de un titiritero travieso. La idea central de la película parece ser la noción psicoanalítica de la transferencia, la idea de que un individuo puede asumir la personalidad de otro a través de un trauma intenso o defecto psicológico. "Persona" también es su pelicula más radical en forma y técnica. Bergman, el gran clasicista, aquí utiliza un arsenal de las corrientes cinematogricas de los 60, la música electrónica, los recortes de choque, la abstracción, el simbolismo y una estructura narrativa sobresaliente, para explorar la relación entre dos mujeres con el rostro inquietantemente similares: una actriz que nunca habla ( Liv Ullmann) y una enfermera (Bibi Andersson) que nunca parece que se callara.

Una película de nervios desollados y ansiedades tácitas, Persona ofrece un retrato desolador, de la desolación emocional y espiritual, en la cual Bergman no nos ofrece ninguna esperanza de escapar. Las dos actrices principales se ven obligadas a compartir una cantidad limitada de espacio en la pantalla, hecho que acentúa la creciente locura de sus protagonistas, y que logra transmitir la angustia al espectador, quien es hipnotizado por una narración que utiliza imágenes subliminales y explota la sugerencia de la vista y el oído .

Más allá de la técnica siempre deslumbrante que acompaña al cineasta, ya sea por la utilización de la luz o por la brillante fotografía de Sven Nykvist, quien siempre arropa las peliculas del cineasta con un magnifico despliegues de primeros planos, planos medios y planos detalle, que impregnan de realismos todo lo acontecido por sus personajes, hay que resaltar el sobresaliente dúo formado por Bibi Andersson y Liv Ullman, quienes destacan en situaciones difíciles, monólogos y en la siempre difícil interpretacion del silencio.

Persona es una obra única que no sólo invitan a la visualización múltiple, sino que posee un poder enigmático gracias a su inquietante fotografía expresionista y a que contiene en su interior algunas verdades fundamentales acerca de la condición humana. Es, sin duda, una obra maestra, y probablemente una de las mejores películas de todos los tiempos.

Akira Kurosawa fundamento su pelicula sobre la base de tres grandes pilares; el arte cinematográfico, una gran historia y actuaciones memorables. Ran cuenta con estos tres elementos clave. Es visualmente emocionante, incluye actuaciones destacadas por un buen elenco, y cuenta una historia convincente sobre la ambición, la traición y la venganza.

Kurosawa se sintió atraído por los cuentos de Shakespeare, ya que adaptan sus dones particulares como cineasta. Lo destacable de "Ran" es que el drama aumenta el espectáculo y de la misma manera el espectáculo refuerza el drama. Pocos directores tenían la capacidad de Kurosawa para transmitir la intimidad, así como la épica, para manejar la quietud y la violencia.

Kurosawa, uno de los mejores cineastas de todos los tiempos, dirige magistralmente esta "versión" japonesa de "El rey Lear" de William Shakespeare , una obra sobre un rey envejecido que divide su poder a sus tres hijas . En Ran , son hijos en vez de hijas los que traicionan a su padre . Cuando el poderoso Señor Hidetora (Tatsuya Nakadai) abdica en favor de sus hijos, creyendo erróneamente que va a ser capaz de pasar el resto de su vida viviendo en el castillo de cada hijo. Saburo (Daisuke Ryu), el hijo más joven, advierte a Hidetora de graves consecuencias como resultado de su decisión, pero sus dos hermanos, Tora (Akira Terao) y Jiro (Jinpachi Nezu), no se pueden detener en sus maneras corruptas y traidoras. Su sed de poder es insaciable. La codicia y la ambición egoísta desgarran el imperio, mientras Hidetora cae en la locura atormentado por sus remordimientos . El Bardo y una antigua leyenda japonesa de tres flechas que se unen de manera épica aquí - y Kurosawa hace que la mayor parte de ella.

Los colores fuertes acentúan varias escenas; emocionantes secuencias de batalla, difíciles de igualar y perfectamente coreografiadas, el silencio se usa artísticamente cuando es necesario. Akira nos muestra un mundo de colorido que podemos ver en cada uno de los elementos; extensos prados, trajes maravillosos y castillos intrigantes que nos dejan sin aliento. Estos elementos se ven arropados por la música de fondo (en especial la flauta y sonidos de percusión) que aumenta en lugar de restar valor a lo que está sucediendo en la pantalla. Pero lo más destacado de Ran para mí es la inolvidable Lady Kaede (Mieko Harada) nuera de Hidetora, una joven intrigante, seductora y que detesta a la familia de su marido y sin escrúpulos busca su venganza. Sin embargo, Nakadai hace de Hidetora un personaje memorable, especialmente cuando muestra a este poderoso hombre hundido en la desesperación.

A primera vista, podría parecer difícil o imposible adaptar con tan altos resultados la obra de Tennessee Williams a la gran pantalla, sin perder por lo menos algo de su increíble riqueza. Elia Kazan, amigo del escritor, asumió el reto y salió con todos los honores. La pelicula nos narra la vida de Blanche, una mujer que pertenece a una rancia pero arruinada familia sureña, es una mujer madura y decadente que vive anclada en el pasado. Ciertas circunstancias la obligan a ir a vivir a Nueva Orleáns con su hermana Stella y su cuñado Stanley (Marlon Brando), un hombre rudo y violento. A pesar de su actitud remilgada y arrogante, Blanche oculta un escabroso pasado que la ha conducido al desequilibrio mental. Su inestable conducta provoca conflictos que alteran la vida de la joven pareja.

En el reparto nos encontramos con un arma de destrucción masiva, cuando el público descubre a Marlon Brando, con su camisa manchada salvajemente y su actitud machista que llena la pantalla de "Un tranvía llamado Deseo" se dio cuenta de que estaban presenciando el nacimiento de un nuevo icono. El espectador no puede permanecer indiferente en este encuentro entre los personajes de Stanley y Blanche. Por una parte, Marlon Brando en todo su salvajismo, impregnado a su personaje de una bestialidad que libera un increíble magnetismo. Frente a él, Vivian Leigh impresionante en su belleza frágil, progresiva e inevitable caminando a ciegas hacia la locura. Pero estas dos actuaciones inmortales no nos deben hacer olvidar a los personajes secundarios, especialmente Karl Maden y Kim Hunter, impecable como la incansable y luchadora Stella, ambos estuvieron magníficos, a pesar de la sombra creada por los dos gigantes previamente mencionados.

Elia Kazan realiza una puesta en escena más teatral, lo que le permite poner de relieve todas las cosas y todas las réplicas del elenco de la locura. Esto no le impide ofrecer un interesante trabajo visual, sobre todo en el juego entre la luz y la sombra, a través de los blancos y gracias por supuesto a los tonos negro, pero también a los descubrimientos de la puesta en escena, como la Linterna Blanca. Este claroscuro visual se integra en el hecho narrativo, destaca la dualidad de los personajes. Hay que tener en cuenta el buen trabajo en conjunto, mostrando toda una imaginaría de la descomposición de Nueva Orleans. Kazan es muy fiel al texto de Tennessee Williams, alcanzando así transcribir todo lo no dicho y sugerido por las miradas y los silencios que el espectador debe imaginar en acciones. Adaptación impecable, y un elenco mítico, gracias al encuentro entre Marlon Brando y Vivian Leigh.

Lilya forever es una película que no pretende entretenernos, si no contarnos una trágica realidad, cuestionando temas como la trata de personas, la esclavitud sexual y el maltrato infantil. Lukas Moodysson se inspira en un hecho real para relatarnos la vida de Lilja, una adolescente de 16 años cuya madre la abandona para ir a los Estados Unidos, lleva una vida miserable en una empobrecida ciudad de la antigua Unión Soviética. En un ambiente dominado por las drogas y la miseria, donde parece que la única vía para sobrevivir es la prostitución. Lilja 4-ever esta presentada de una forma muy sencilla, cámara en mano , pero con un guion excelente y reivindicativo, acompañado por una potente BSO que por momentos nos hace olvidarnos del tono frío en el que está grabada, consiguiendo estremecernos y alegrarnos en cuestión de secuencias.