Elizabeth no es sólo una película sobresaliente, de esas que da gusto ver, de esas de sabor antiguo, de sabor a clásico a la altura de El león en invierno o Un hombre para la eternidad. Es también un excelente documento de uno de los periodos más apasionantes y a la vez terribles de la historia inglesa, como es el final de la dinastía Tudor y los conflictos de religión entre protestantes y católicos. Ya desde la primera escena la película no deja lugar a dudas sobre lo que se va a ver. Elizabeth es una película durísima, sangrienta, violenta, llena de escenas más que contundentes, pero también tiene espacio para una historia de amor y otras tantas de los devenires de la corte de Isabel I. Shekhar Kapur ya demostraba lo excelente director que es, y todo el trabajo técnico roza la perfección (¿por qué cuando en España intentamos hacer cosas parecidas todo suele verse tan cutre y mal hecho?). Y sobre todo, aquel año 1998, descubrimos gracias a esta película a una actriz más allá de los adjetivos. Cate Blanchett anticipaba ya lo que ytodo el mundo sabe ahora: que es una de las diez mejores actrices que jamás han exisistido y que nadie como ella puede dar vida tan complejo personaje. A su lado, además, pusieron a dos actorazos como Geoffrey Rush, la estrella en la sombra, y Christopher Eccleston, un auténtico robaescenas.
Imprescindible tanto si se quiere ver buen cine como si se quiere saber más de Isabel I, María tudor, Sir Francis Walsingham, Sir robert Dudley y demás.

Lo mejor: Prácticamente todo.
Lo peor: Nada, salvo que quizás es algo irregular en el interés de la acción.

A ver. En realidad, Wish no tiene nada de malo.
La historia es encantadora, da lo que promete, no engaña a nadie, y además es un homenaje nada disimulado a la magia clásica de Disney en su centenario. La idea de hacer lucir la animación digital como si fuera la tradicional de toda la vida es excelente, y realmente la cinta no tiene nada que criticar, realmente.
Sin embargo, su falta de originalidad o el propio hecho de no tener personalidad propia dentro del homenaje a sus hermanas mayores de la casa de Mickey Mouse hace que Wish sea una cinta que pronto caerá en el olvido, si es que no lo ha hecho ya. Ese es su principal fallo, la falta de una identidad propia. Tampoco tiene canciones muy reseñables que se vayan a quedar en la memoria colectiva de la gente, como las de Frozen o Encanto, y en general la historia se deja ver bien, pero sin entusiasmar.
Una cinta entrañable, bonita, pero poco memorable en todos los aspectos.

Lo mejor: Es preciosa en todos los aspectos.
Lo peor: Sufre de una alarmante falta de personalidad e identidad propia.

El plan de Maggie nos recuerda mucho al engranaje de una comedia romántica clásica: una película agradable, ni demasiado cómica ni demasiado romántica, sino con los ingredientes mezclados en su justa medida y haciendo pasar al espectador un rato agradable y entretenido con personajes muy reconocibles y, por tanto, con los que el espectador se puede identificar.
Porque la Maggie a quien interpreta perfectamente Greta Gerwig podría ser nuestra hermana, hija, mejor amiga o compañera de trabajo, buscando establecerse en una vida que le satisfaga y dar el paso definitivo a la vida adulta, en busca del amor, la maternidad y, en última instancia, de una vida plena. Y es en ese carácter amable de la propuesta donde triunfa Rebecca Miller como narradora, haciendo un esfuerzo notable por apartarse del cine más indie que había rodado hasta entonces y rendir un homenaje a los planteamientos clásicos del género.
La película más comercial de Rebecca Miller, y seguramente también la mejor.

Lo mejor: Los actores y su estilo, muy deudor de las comedias románticas clásicas.
Lo peor: Nada en realidad. Es lo que es y tampoco hay que pedir más.

Pues sinceramente, yo he debido ver otra película.
Archipielago no dice nada, absolutamente nada. Sí, una familia enfrentada, vale. Muchas tensiones que salen a la luz en estas curiosas vacaciones previas a que el protagonista se vaya como cooperante a África. Nada nuevo bajo el sol. Películas similares de problemáticas familiares hay cientos. Pero es que Archipielago es aburrida, tremendamente aburrida, los actores hablan como si tuvieran caramelos en la boca, y todo lleva una pausa y un letargo exasperante para el espectador. Ni en el fondo ni en la forma llama la atención en absoluto. Por lo menos, el entorno natural en que se ha rodado es precioso. Es lo más destacable de la cinta, de hecho.
No me cabe en la cabeza cómo fue tan alabada por la crítica. Para fans de Tom Hiddleston deseosos de ver los comienzos del Loki de nuestros sueños, y poco más.

Lo mejor: Los paisajes naturales de las islas Scilly y Tom Hiddleston.
Lo peor: ZzzzZzzzzzZzZZZz...

La carrera de Eric England antes de esta película no ha sido precisamente exitosa e interesante, y tampoco lo consigue con esta Josie.
En una especie de hilarante mezcla entre Lolita y el cine negro, pero a la vez huyendo de los parámetros del mismo (algo bastante extraño), England pretende contarnos la historia de una simpática jovencita, bellísima, seductora, atractiva, radiante, carismática... que después resulta ser una psicópata de tomo y lomo. Hasta ahí bien. El problema está en que no hay quien se lo crea, y el motivo tiene nombre y apellido: Sophie Turner.
Y no, no se trata de decir que nuestra Sansa Stark favorita sea una mala actriz, que no lo es en absoluto. De hecho, ha demostrado de sobras su valía como intérprete no sólo en Juego de Tronos sino también en X- Men: Fénix Oscura (pese a que la película no acompañaba, ya que es una de las peores de la saga mutante) o incluso Mi otro yo, donde trabajó a las órdenes de Isabel Coixet. El problema es que, sencillamente, Turner no es la actriz adecuada para este personaje. Por mucho que le pongan decenas de tatuajes y ella se esfuerce por interpretar a una "mala", su imagen es demasiado angelical y dulce como para creernos que es una peligrosa y perturbada criminal en busca de víctimas.
Un error de casting monumental (repetimos, por incompatibilidad entre actriz y personaje, no porque Sophie Turner sea mala actriz) que lastra todavía más una película ya de por sí bastante extraña y bastante pobre, aunque su ajustadísimo metraje ayuda a digerirla más fácilmente.