Lo que más me gustó de esta película fue la fotografía. El director nos regala unos planos bellísimos de Alaska en verano, que es donde transcurre la trama.

Si a esto le sumamos una interpretación de Pacino en su dinámica, un Williams menos histriónico que de costumbre y una Swank bastante convincente en su papel de policia novata pero honesta, el resultado final es un film intenso pero que se digiere fácil.

Película interesante pero lenta en su desarrollo. Adolece de falta dinamismo y de una banda sonora que acompañe las tretas que van ideando los 5 comensales protagonistas.

Sin lugar a dudas, es un remake del sensacional largometraje "La Soga" del maestro Alfred, pero actualizada a la época (mediados de los 90).

Un amigo me recomendó encarecidamente ver esta película. Tras visionarla, dejó inmediatamente de ser mi amigo (o casi).

Se trata de una recopliación de secuencias absurdas, ñoñas, aburridísimas, inconexas, lentas, sin sentido cronológico... intercaladas en medio de una historia de desamor - intuyo -, y que no desembocan en nada. Es como si estuviese filmada por una persona totalmente ajena al sector; o bien que esté filmada en clave intimista (tan intimista que sólo es entendida por Takeshi Kitano).

No suelo dedicar la peor nota a las películas porque considero que el hecho de elaborarlas ya es esfuerzo suficiente como para ser merecedoras de algo más; pero en el caso de "Dolls" ni lo dudé, porque más que una película parece una tomadura de pelo a todos los que pagaron por verla.

Los creadores pretenden hacer algo novedoso, centrándose en la fotografía, en la realización y en la estética, abandonando por completo el argumento y el guión. Se intenta hipnotizar al espectador con imágenes de dos edificios vanguardistas, tres páramos de nieve y el interior lúgubre de una taberna, para desviarlo del supuesto hilo argumental de un guión inexistente. Han cogido lo peor de Westworld (que ya de por sí es un truño monumental), lo peor de Dark y lo peor de Stranger Things, para crear este bucle repetitivo e ininteligible sin pies ni cabeza; aunque los puristas cinematográficos seguro que encuentran algún sentido metafórico existencialista a este despropósito.

Personalmente, vi este capítulo inicial y fue suficiente para abandonar el resto de episodios. En realidad, debí abandonar en el minuto 10, pero siempre espero hasta el final por si algo cambia, pero sólo empeoró infinitamente. En fin, mala decisión por parte de Amazon de incorporar esta rareza indefinible a su catálogo, y eso que últimamente me estaban gustando mucho sus novedades, tanto de series como de películas.

Ví esta película con bastantes prejucios porque Clint Eastwood nunca me ha gustado como director y mucho menos como actor. Pero precisamente quise empapármela para espantar esos temores... conseguí justamente el efecto contrario: acentuar más aún mi mania hacia este personaje tan injustificadamente alabado por todos.

Clint Eastwood era un pésimo actor (me atrevería a decir que de los peores de la historia), y parece que su carrera como director va por los mismos derroteros. En Million Dolar Baby pone de manifiesto todas sus carencias artísticas. Es una película totalmente previsible en donde no vemos nada nuevo, extremadamente lenta, tediosa... Se supone que el motivo es conmover; bueno, ¡pues ni eso consigue este elemento!

Clint, dedícate a otra cosa.