Ahí, va mi crítica de Hot Fuzz: Si algo me joroba de hablar de esta peli es que elimino uno de sus encantos: ser una de esas pelis que ves por casualidad, de la que nadie te habló y te deja impresionado. Tras mi primera frase ya nunca podrás sentir eso... pero no te desilusiones y píllatela igual, porque la peli merece varios visionados (creo que ya la he visto 3 veces y no me cansa).

Es como el Quijote de las películas de acción, que las parodia pero no en plan ridículo, sino haciendo una historia y un desarrollo mejor. El protagonista, que no da imagen de duro, es un policía con exceso de celo que persigue implacablemente el delito en Londres. Tanto que resulta molesto a sus jefes y le destinan al pueblo más tranquilo de Gran Bretaña, donde intenta sentirse útil y olvidar los días de acción cuidando su plantita. Mientras, su compañero, es un gordito patoso que sueña con vivir aventuras similares a las de las películas de acción de las que es fanático. Entre los dos son como Don Quijote y Sancho Panza pero con los papeles un poco remezclados, pues aquí es Sancho el que tiene la sesera recalentada de historias de acción y el poli intenta tranquilizarse.

Su mérito es ese: los personajes son repulsivos, el escenario feo, los guiones horribles, el protagonista tonto y amanerado. Es como un Bob Esponja aún más idiotizado (sí, es posible) pero sin gracia.

Vi un par de episodios más que nada porque el primero me hepató tanto que no acertaba a coger el mando para cambiar de canal.

La tengo calificada como la peor serie de dibujos animados que he visto. No ya por su estilo "feista", que es algo bastante de moda (Hasta Disney tiene a Seb y Paeh, pero al menos sus guiones son magistrales y es una serie llena de valores).

En FlapJack no hay nada salvable, salvo quizá servir de ejemplo de como no tienen que ser los dibujos animados.

Escribo esta crítica sin haber terminado de ver el filme, a media película, pero vencido por la curiosidad de ver si otros coinciden conmigo o soy el único al que esta película le parece eso: un documental, pero soso.

Porque hay documentales que muestran la crudeza de la guerra, que te hacen sentir el drama. Este no, en este los ataques son como la hora del té. Es la hora, todos al suelo que vienen los aviones. Ya pasó, todos en fila india, a seguir esperando...

Vale, hay gente luchando por sobrevivir y parece que hay cierto peligro en la playa, pero ni parece que haya tanta gente ni tanto peligro. No soy un erudito pero lo que que algunos comentan parece que la playa de Dunkerque fue un hervidero de gente con un trasiego constante de barcos y personas. Aquí da la impresión de que solo hay unos cientos de personas haciendo cola para algo, como si fuesen jubilados que aprovechan la madrugada para ser los primeros en llegar a las rebajas porque no tienen nada mejor que hacer.

Lo mejor debe ser el final, lo peor la elección de personajes y escenas. Llevo una hora de aburrimiento absoluto esperando a que aparezca alguien que haga algo más que andar de un lado a otro, nadar, esconderse...

Esta película es la antítesis de Stalingrado, donde cada escena era un drama, o de enemigo a las puertas, donde cualquier silencio te ponía los pelos de punta.

He visto esta película 3 veces, la primera cuando salió. Me divirtió mucho (Owen Wilson y Vince Vaughn tienen una vis cómica y un buen rollo que te diviertas tanto viéndolos como ellos haciendo la película) pero me pareció pura fantasía, o como mucho una rareza, que en una empresa la gente pueda vivir así. Creí que más bien era propaganda pagada por Google.

La segunda vez ya sabía que lo que decía la película respecto a la forma de trabajar en Google era cierto porque salía en prensa y se veían fotos de gente escribiendo por las paredes o en salas de relax . Me daba envidia pero pensaba que nunca llegaría a trabajar en una empresa así. Pensaba que las encuestas de clima laboral estaban diseñadas para detectar descontentos y despedirlos, que las empresas aparentaban preocuparse por su gente pero que luego te reclamaban cuando llegabas 10 minutos tarde o si te ibas justo a tu hora. Pensaba que lo del teletrabajo era un invento periodístico pero que en España eso no podía cuajar porque los jefes querían tener a su gente controlada y pensaban que si ya viéndolos hacían el vago en casa ni te cuento.

Afortunadamente...ME EQUIVOCABA. Tras años en una multinacional de ambiente gris cuya única modernidad consistía en la decoración, me fui con más de 50 tacos a buscar algo "como Google". Lo encontré. No es Google, pero el ambiente es como el de la película (muchos días creo que incluso mejor) libertad total, gente muy joven super maja y extraordinariamente preparada. Cuando hice la entrevista y ví las oficinas la asociación con esta película fue inevitable. Hice algunas entrevistas más pero salí de allí pensando "joder, yo quiero trabajar aquí". Me dan formación de lo que quiero, me alientan a teletrabajar uno o dos días a la semana, hay reuniones en salas que realmente parecen de un jardín de infancia con gente recostada en cojines por el suelo a gente discutiendo cosas mientras otros encestan balones en una canasta o juegan al ping pong (no no exagero, la gente que llega nueva pone cara de incredulidad).

El caso es que la gente lejos de vaguear participa y colabora impresionantemente y todo el mundo parece estar disfrutando. ¿A donde quiero llegar?

En primer lugar no soy fan de Google, de hecho mi página de inicio y buscador favorito es DuckDuckGo pero no me importaría trabajar en Google. Creo que con esta película Google ha hecho más por mejorar el clima laboral que todos los sindicatos juntos en los últimos 20 años. Ha cambiado la mentalidad de las empresas y les ha hecho darse cuenta de que es más productivo crear un buen clima que sacar el látigo, que es más barato mantener en la empresa a un empleado contento que retenerlo a base de dinero o que tener que formar a otro, que la pérdida de conocimiento abre las puertas de tus clientes a la competencia, que...

Y ahí estoy yo, emulando al cachondo de Vince y al simpático Owen Wilson, bromeando con todos, aprendiendo de unos y enseñando a otros. Creo que muchos de los que critican la película y la tildan despectivamente de propaganda tienen trabajos de mierda en sitios de mierda. Si es así libraros de prejuicios, ved la película con ojos nuevos y cambiad el chip, porque todos los mensajes positivos que salen en la película indican el camino a un mundo mejor.

La película se deja ver, pero las, llamémoslas chaplinadas, intercaladas haciendo comedia al estilo del cine mudo no encajan bien. Quizá porque no es Chaplin quien las interpreta y los actores, ni los secundarios ni los principales, aciertan con el tempo para que sus acciones sincronice bien con el gag.

Chaplin era un genio, en blanco y negro y en color, con sonido o sin él. Lo demostró en Candilejas, donde actúa y dirige magistralmente. Creo que si esta comedia le hubiera pillado más joven habría interpretado al ayudante del embajador y lo habría hecho como siempre, genial. Pero tuvo que interponer a un actor para hacer de él mismo y se le nota el esfuerzo.

Brando y Loren para mi no lo hacen mal, aunque personalmente nunca me cayó del todo bien ese actor. También ellos tienen que hacer chaplinadas y hay un momento, una escena en el dormitorio, en que ambos tienen que hacer un gesto a la vez y se ve claramente dessincronizado. Nada que ver con la famosa escena del boxeo de Chaplin, que es larguísima y perfecta.

En fin, que creo que esta película necesitaba otro director, uno que no metiese con calzador cine mudo o bien un Chaplin 20 años más joven interpretando directamente algún papel.

Destacó la ambientación del crucero. Siempre me gustaron las historias de cruceros.

Vale la pena verla para buscar los fallos y por ver la última obra del maestro