Recuerdo a ver visto esta película en el cine cuando apenas tenia 14 años y hoy en día me sigue gustado bastante más que entonces. Quizá con los años se aprecian otras cosas que cuando eres adolescente o simplemente tus puntos de vista difieren aunque no dejes de ser el mismo. Dejando a un lado el punto nostálgico, intentaremos hacer una crítica útil para los interesados.
En primer lugar, la fotografía, a pesar del paso del tiempo, es perfecta, maravillosa y deslumbrante. Las secuencias acuáticas son fabulosas y las imágenes debajo del agua, preciosas.
En referencia a los intérpretes, La actriz, Brooke Shields, cuándo el film se estrena tenía 15 años. Una interpretación que se me antoja compleja y difícil y más para aquella época (hoy en día no harían unas secuencias como esas, con una actriz tan joven, ni en broma). En algunas secuencias aparece algo tensa, pero en general da la talla aunque interpretativamente no diga mucho. Su compañero, C. Atkins, algo mayor que ella (unos 4 años), en su interpretación es bastante parecida pero la acompaña bien en todas las escenas y creo que hacen una muy buena pareja. Juntos sus actuaciones son mejores y no como en otras cintas donde los protagonistas no encajan ni con cola.
En mi época y los que eramos adolescentes, la historia no gustaba, y mucho menos si eras un chico, aunque la cinta se salvaba gracias al erotismo de algunas de sus escenas. Pero ahora, considero que la historia es perfecta. Peca de inocente pero es así, considerando que los protagonistas eran unos niños cuando naufragan, y siguen siendo así (inocentes) desde que viven en la isla ya que no tienen contacto con ningún tipo de civilización.
O quizá solo pueda ser así como nos lo cuenta su director Randal Kleiser. Pienso que sí.