Esta peli es más simple que el mecanismo de un chupete, y objetivamente hablando (con la cabeza fría) tiene un guion bastante simplón (casi estúpido) que no merece ni el aprobado. Pero tiene una cosa curiosa: la estúpida historia de acción es una excusa para, precisamente, HACER esta película.

Pues tiene unos diálogos (y silencios) decentes.
Y la acción te catapulta a los cielos.
Y la fotografía y el montaje molan mucho.
Y los efectos CGI no son los protagonistas.
Y la música y el diseño de sonido están geniales.
Y resucitan la nostalgia ochentera.
Y apela a categorías morales superiores al ego.
Y no hay mantras "woke" ni de género ni "...ismos".
Y habla al "hombre interior" con emotividad.


Esta cosa es "limpia", "honesta"... "fiel a sí misma". Una RAREZA en nuestros tiempos. Esta espectacular, palomitera y sencilla propuesta te saca del cine con el corazón ensanchado y una sonrisa en los labios. Las dos horas pasan como 20 minutos. En resumidas cuentas... patada al modernismo en la entrepierna. Aunque le debería haber plantado un 6 como nota "objetiva" por sus obvias carencias, me introduzco en los tiempos que estamos soportando y le planto el 7 con la frente bien alta. Y eso haré cada vez que encuentre una especie de isla en el desierto como este homenaje a la belleza y a la acción que me ha obligado a derramar lágrimas de emoción y amor por el género, aunque "objetivamente" merezca una nota inferior.

Hale, a seguir bien señores.

Es curioso que voté esta peli con un 8 basándome en los recuerdos, vista en una TV de tubo en casa de mi abuelo a mediados de los años 80. Hoy, tras muchos años y horas de cine en el sofá, me la vuelvo a ver.

Esta es una de esas pelis destinadas a ser "semi-cutres" pero que por un capricho del destino consiguen tocar las "teclas adecuadas" y se convierten en material de mito. El guión en general da el pase pero está salpicado de unos topicazos asombrosos, las situaciones parecen resueltas por un adolescente como con prisas para cortar el bacalao, y en general nos muestra el mundo según las gafas de culo de botella del norteamericano medio. Es decir, un ignorante de todo menos de su ombligo yanki. Los personajes me parecen más falsos que un euro de madera y muy, muy pardillos.

Tiene frases míticas y una música bonita, pero todo esto está acompañado de una plaga de obviedades y mucha bobería. El buen cine insinúa, pero aquí te lo meten con cucharón. La Bergman parece un hada madrina con lentejuelas, el Bogart mantiene cara de palo, y el resto de personajes parecen de cartón piedra. El único que se salva es el oficial francés. Es una forma de hacer cine al que se le notan los años. Para aquel entonces debió ser la delicia del tercer universo, y entiendo las razones detrás de la mitificación de la peli, pero hoy en día ha llovido demasiado como para que esto entre en mi "club selecto". No le voy a meter mala nota porque no se la merece, la peli no la considero mala, e incluso respeto a los que le meten un 7... pero no le veo más fuerza que la que tiene.

En fin, bastante sobrevalorada, aunque ni de lejos tanto como otras.

Bueno, la idea no está mal, pero la tragicomedia esta (que uno no sabe si es una denuncia social chistosa o un chistoso drama social) se deja arrastrar sobre todo al final de su metraje por un guión totalmente pasado de rosca con maquillaje para frikis, a la medida de un tipo que se ha fumado demasiados canutos antes de ponerse a escribir. No es que esté mal que lo haga, sino que parece que el caballo (valga la redundancia) termina totalmente desbocado y sin riendas. Es decir, no hay talento suficiente como para contener el pandemónium de giros absurdos y ocurrencias de un guionista hasta las cejas de farlopa.

Es una película interesante y ambiciosa, una especie de "auto-parodia para negros" con su punto de gracia y estilo propio, pero sin el genio suficiente para hacer de ella algo memorable. Ni dirección ni montaje ni música hacen de esto un espectáculo tarantiniano, sino algo más cercano al catálogo de "producciones Netflix", graciosete y curioso, pero muy lastrado por limitaciones internas demasiado obvias.

Siguiendo con la filmografía de Allien (con "i"), hoy llegamos a esta. La mejor crítica es esta:

"La mayor decepción que ofrece es que Allen nunca va más allá de sí mismo (...) Por muy bueno que sea el material, da la impresión de que es la obra de un director que se limita a ir tirando.
—Ian Nathan: Empire

La peli tiene sus puntos graciosos, es desenfadada, original en su planteamiento y más o menos entretenida y se deja ver, pero aquí Allien se vuelve a repetir como el gazpacho y parece una película que se hizo porque tenía que hacerse. No arriesga nada (parece una mezcla entre Pretty Woman y Los Gemelos Golpean Dos Veces), no presenta nada distinto a lo de siempre excepto la tía buenorra que sí es una novedad en el cine allienense. Sería un pecado darle a esto más de un aprobadillo porque Allien aquí no se esfuerza ni para apretar el culo cuando va al retrete. Señor, Señor, qué paciencia hay que tener...

Después de ver la "versión del director", hago crítica.

Este thriller psicológico tenía mucho material interesante donde asentarse firmemente para tocar el Olimpo de las obras maestras, de esas "películas de culto inolvidables", pero es obvio que a la hora de resolver termina haciendo aguas por todos lados. Desbarra y decepciona muchísimo, porque "dejar abiertas todas las posibilidades" es otra forma de contarme tu incapacidad intelectual para resolver el puzzle y lo único que me muestras es que al final ha triunfado la falta de ideas, un batiburrillo de ideas que no has sabido concentrar... que no hay genio ninguno en el desenlace de esta película, sino que me estás demostrando que tenías esas ideas interesantes en la cabeza que no has tratado lo suficiente para que dieran un buen alcohol destilado. El resultado es una película interesante que puede lanzar tu carrera como director, pero al mismo tiempo es un bizcocho a medio hacer.

Es el mal de inmensa mayoría de películas que no llegan a "película de culto", precisamente porque no se ofrece un guión madurado ni algo que perdure en la memoria. Que sea "curioso" o "raro" o "novedoso" no quiere decir que se esté presentando algo bueno. Sí, tiene cosas diferentes, tiene personalidad propia, se agradece que quiera huir de los estereotipos de los adolescentes, y ciertamente es una "novedad" y "bocanada de aire fresco" en lo que se refiere a su carácter de "cine de autor independiente". También se respira un aire de libertad muy de agradecer (los actores y los personajes están estupendos y se desarrollan bastante bien), pero se hace claro que fracasa a la hora de resolver. La resolución de toda la cuestión se siente como un timo a la inteligencia del espectador y un boquete en la línea de flotación de todo el largometraje. No hay un producto "acabado", el horno se ha apagado con el donut a medio hacer.

Hay que saber diferenciar un producto "comercial" de un producto "con solera". Aquí tenemos un producto muy personal que tiene todas las bondades de su subjetivismo, pero al mismo tiempo se hunde en su propia incapacidad vital. Vista la proyección de la carrera del director, parece ser que el tiempo le ha puesto en su sitio, pues no ha hecho nada remarcable desde que estrenó esta película.

En fin, poco más que decir. Otro producto claramente sobrevalorado.