Narciso Ibañez Serrador reapareció después de un largo silencio, para darnos un nuevo proyecto. Películas de terror directas a televisión, con gran presupuesto y directores de cierto renombre; una idea original y que, en términos de calidad, dio muy buenos resultados.
Habiendo visto El Segundo nombre, esperaba poco o nada de la historia de Paco Plaza para este proyecto, pero Cuento de Navidad nos presenta unas ideas tan deliciosamente ochenteras, que es imposible resistirse a su encanto. No es todo lo redonda que podría haber sido, pero esa bizarra mezcla entre Verano azul y las peliculas de terror de la década, con referencias a Karate Kid y al mismo Spielberg, tendrá un pequeño hueco en el corazón nostálgico de muchos.

Durante casi 20 años, un servidor estuvo pensando en el último acto del famoso arqueologo (antes de El reino de la calavera de cristal).
Indiana Jones y la última cruzada está muy lejos de la película que lo inició todo, y, en cierta forma, es una revisitación algo infantil de la misma. Casi todo en esta película parece hecho con desgana; lo cual no es impedimento para que el resultado final sea una película entretenida y con sus aciertos.
Y es que uno puede perdonar algunos momentos (como ese absurdo comienzo) con logros tales como la banda sonora de Williams, la actuación de Sean Connery, o la emotiva relación paterno-filial.
Indy, su padre y sus dos amigos más queridos caminan hacia el horizonte, como si de un western estuvieramos hablando. ¿Qué aventuras vivirán? ¿Qué será lo siguiente? Durante casi 20 años, un servidor estuvo pensando en ese magnífico plano final (y esa música), que (creíamos) ponía punto final a la historia.
En 2008, habría de pensar que algunas cosas es mejor dejarlas como estaban.

Durante los primeros 25 capitulos, Fullmetal Alchemist es una serie estupenda, entretenida, con buena música, muy buenos diseños, una historia increible... Incluso, mejora algunos elementos del manga original, dandoles más profundidad.
El problema llega con la creatividad. Como en tantos otros casos, cuando el anime alcanza al manga, los guionistas se ven obligados a improvisar, y, en este caso concreto, el bajón es más que evidente en todos los sentidos; echando por tierra absolutamente toda la historia anteriormente presentada.
Mi recomendación: ver hasta el capítulo 25 y seguir el resto por el (excelente) manga.

El planeta del tesoro adapta la inmortal novela de aventuras de R. L. Stevenson, pero quitando todos los elementos aburridos. Así que en lugar de hacer una película de piratas y aventuras ambientada en el pasado, Disney decide situar la película en un futuro lleno de personajes que hablan "flatula", en naves hechas por ordenador, recordando, por momentos, la estética anime.
Lo que pudo ser un gran clásico, con el sabor de los buenos (El libro de la selva, Robin Hood...) se convierte en una película insoportable.