Lo primero, no comprendo cómo Christopher Lee aceptó trabajar en un bodrio como este.

La primera parte era normalita, nada del otro mundo, pero es que ésta parece hecha por aficcionados, con 4 duros y sin ganas. los "hombres-lobo" parecen más bien hombres gorila, con caretas fatalmente hechas y nulamente interpretados.

El montaje de la película es un desastre, todo el rato metiendo escenas por medio como para dar más "miedo"... Las actuaciones, horribles (excepto Christopher Lee, por supuesto) y los efectos visuales un desastre.

Sólo se salva alguna que otra escena de muertes. En fin, un desastre de película.

Será todo lo clásica que sea, pero cuando una película es mala, es mala.
Y esta lo es. Una historia muy simple y poco currada, malos actores, una traducción pésima, muertes poco originales...
Se hace leeeeeeeeeeenta como ella sola. Lo único que se salva es el perro, casi el principal protagonista xD.

Algo mejor que la primera parte, tanto porque la historia principal engancha mínimamente más, como porque, una vez que empieza el follón, nos enseñan algo más y no se hace tan corto y repentino como en la primera. Además, la forma de enlazar ambas, siendo esta una precuela, no está nada, nada mal.

Eso sí, sigue siendo un coñazo toda la historia de la familia, y tarda bastante en empezar lo bueno, pero una vez que llega, se disfruta.

Psicodélico, psicotrópico y psicopático slasher que, perse a ser bastante malo, resulta curioso.

La historia es simple: a un pintor se le va yendo la olla poco a poco a consecuencia de su día a día en el mundo en el que vive, en el que todo está lleno de ¨pillaos¨, como diríamos aquí, y es que creo que la única persona medianamente normal de la película es el ex-novio de su novia.

Esta película es una locura de principio a final. No se si la gente que hace de mendigos/pillaos son actores o gente real, porque la mayoría actúan demasiado perfectamente (el de la parada de bus da hasta miedo).

Por la parte mala, el presupuesto es ínfimo, todo es demasiado ¨cutre¨ y la historia no es nada del otro mundo. Al menos tiene bastantes muertes y sangre, pero para mi gusto, no aprueba.

Una buena muestra de cine negro, dirigida, escrita y protagonizada por Orson Welles, donde, a diferencia de otras muchas historias del estilo, aquí el meollo de la trama tarda bastante en desarrollarse.

Primero se nos presentan los personajes, y se establecen sus relaciones entre ellos, vas conociendo sus maneras de ser, sus pros y sus contras, y cuando estás ya bien metido en la película, se establece la intrigante historia, bastante enrevesada, y nuestro protagonista acaba en el centro de todo.

Cuenta con muy buenas actuaciones, y toda la segunda mitad de la película engancha muchísimo, intentas no perderte un segundo para estar al tanto de cada pequeño detalle que ocurra.
La parte final está realmente bien, la voz en off ayuda mucho en la historia, y acaba de una manera más que correcta tal y como se iba todo desarrollando.
Cine negro del bueno.