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España España · Pasajero 58
Críticas de floïd blue
Críticas 2 222
Críticas ordenadas por utilidad
6
13 de enero de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hombre busca esposa, la encuentra y se la lleva al monte. Ella tan feliz, pero el novio lleva consigo seis hermanos que el muy pájaro se ha callado. Con esta idea surge uno de estos musicales de toda la vida que siempre permanecerán en la memoria, de estos clásicos como Sonrisas y lágrimas, West Side Story, La leyenda de la ciudad sin Nombre, y otras tantas. El caso es que cada uno tendrá sus preferencias y ésta, siendo como es una película bonita, para un servidor, decae algo musicalmente en la zona media.

La pobre mujer, destapando un poco la sinopsis, llega a la casa a cocinar y a limpiar, como ella misma dice, y se encuentra su trabajo multiplicado por seis. Debe pensar: Ojalá tuviera yo esposa para que me limpiara y me cocinara, pero no, ella es la esposa y entonces esas cosas estaban así.

Estas películas tienen la condición de los tiempos y el que hay que verlas como un sueño, no tratan más que mostrar simpatía, humor y alegría por vivir. Porque está todo tan sincronizado como los bailes y las peleas, siete novias para siete hermanos, la igualdad se cumple y todo concuerda: No hay uno feo que se quede sin pareja y se jorobe. No. O una que ya tenga novio, o novia. No. Esta es la propuesta, tienes que sincronizarte para entrar en este mundo, si no, no funciona.

Lo fundamental es no querer adaptar los tiempos pasados al presente como si todo fuera un mismo instante. Esta película no es así, está en un tiempo y en un lugar y de ahí no se mueve. ¿Qué es una buena película? Desde luego. Es bonita porque es como un sueño.

En definitiva, una película de amores, humor, mucha canción, con sus momentos divertidos y sus enfados, como cuando la mujer le dice al marido que no todo el monte es orégano, echándole en cara su egoísmo, el querer llevarse las cosas por la fuerza, el encabezonarse en que hay que amar aunque sea a la fuerza. Y eso es lo malo, que no todo el monte es orégano aunque debería serlo para todos... Por eso algunos lo compran en botecitos, como yo.
floïd blue
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7
4 de enero de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
También, aunque sea con perro, se puede decir que esta película es un buddy film y como todos los buddy film policiacos, o buddy cop, las tramas tienen un esquema idéntico. El asunto de drogas que el agente -Belushi- investiga, puede decirse que es como el de Límite 48 horas (1982), Superdetective en Hollywood (1984), o incluso Arma Letal (1987). No son más que meras excusas para presentar el buen rollo que se trae la pareja protagonista mientras investigan los feos asuntos que se traen los malos.
Ese buen rollo va salpicado, por supuesto, de muchos tiras y aflojas, y también se incluye a la chica del poli para el tema romántico y completar todo el ambiente del que se pueda disponer. La chica será guapa, inteligente, sensata y muy sufridora porque el poli será un descerebrado, indisciplinado en su trabajo y en su vida, bocazas y eso sí, tocado por la varita de la buena suerte porque el caso es que la chica le querrá y nunca dejará de quererle por más gilipollas que sea. Ese es el objetivo: Buscar la sonrisa cómplice del espectador y, al menos, en estas películas mencionadas, se consigue con pleno éxito.
La fórmula funciona y aquí se optó por poner de compañero a un perro. Lo que pasa es que el perro, como es real, no habla, no hay toma y daca, y entonces Belushi se pasa toda la película hablando al animal y no dice más que sandeces, pero ocurre una cosa y es que James Belushi cae bien, no sé por qué, igual pasaba con su hermano, y al caer bien, la película se hace simpática. El perro también cae bien, se ve que es un animal dócil y las dos o tres cositas que le han enseñado a hacer las hace muy bien y están bien aprovechadas. Por eso es que la película aunque sea una tontada mayor que las mencionadas al principio, es resultona. Belushi pega dos carreras, pega un salto también muy apurado porque es un tío anchote y casi no llega, se monta en su Ford para la persecución automovilística de rigor, y discute con todos en plan vacilón (hay una escena en una comida con muchos invitados idéntica a la de Superdetective en Hollywood), y cuando te das cuenta te has visto la película sin ningún perjuicio.
floïd blue
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8
7 de octubre de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para algunos este género de la comedia romántica dentro del cine es un género chico. Se dice que donde está el drama está la verdadera interpretación, que es en el drama donde se muestra el sentido trágico de la vida y la seriedad y que por tanto el drama es el género estrella. Y puede que lo sea, pero en la comedia también se muestra otra parte del sentido de la vida, el humor. Aceptémoslo. No todo es lloriquear.
Un actor como la copa de un pino que es Kirk Douglas demostró su valía en dramas y películas de acción y en ésta comedia romántica podemos ver que sus dotes interpretativas eran completas. También las comedias requieren de excelentes guiones, tal vez incluso más trabajados, y lo mismo puede decirse de la dirección.
Pero como sobre gustos no hay nada escrito y el cine abarca todo, pues si hay ocasión y uno quiere pasar un rato divertido o entretenido sin más, diremos que esta comedia está plenamente lograda.
No entiendo como Gig Young está el último de la lista siendo su papel de los principales, digamos que hace el mismo papel de segundón como lo hacía tan fenomenalmente Tony Randall en la comedias de Rock Hudson y Doris Day. Está sencillamente de lo más acertado y contribuye en gran manera a crear ese estilo de comedia sofisticada que hizo el gran Rock Hudson y que el maestro indiscutible fue Ernst Lubitsch.
Hay que estar atento al principio para seguir el enredo que se presenta aunque desde el primer momento se ve el camino que va a seguir la película y eso es lo bueno, que sigue por donde uno se espera. El género de comedia romántica no es género de sorpresas por eso tiene aficionados, porque a muchos no nos gustan las sorpresas, ni buenas ni malas. Las malas menos, claro.
La hija seria, la sensata, la psicóloga, la más reacia de las tres a que nadie manipule su vida, y menos la entrometida de la madre, lleva el tema central y presenta un cuadro muy parecido a una película que vi hace poco: Una vez a la semana, justo del año anterior, con Kim Novak y casualmente también Tony Randall. En ésta Kim Novak es la psicóloga que estudiará el comportamiento de cierto individuo, que como aquí, es un hombre con infantilismo demostrado. Algo así. Estas situaciones en esos ambientes, funcionan de maravilla y te partes, que sí es verdad que a muchos les revienta porque son ambientes de lujo pero hay que tener en cuenta que los sinsabores de la vida no deben interferir en una película que sólo pretende hacer pasar el rato agradablemente, y más con esta gente que son unos artistas haciendo gansadas. Hay que ver el duelo a sirenas de barco con Kirk Douglas.
Pues eso, película para su público con otra actuación estelar de Thelma Ritter y un final buenísimo.
floïd blue
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8
9 de septiembre de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por qué siempre en las comedias, y casi siempre en las policíacas, tienen que despertar al inspector jefe cuando está durmiendo por la noche y sacarle de la cama? Parece una norma. Y claro, como tiene el teléfono en la mesilla pues su pobre mujer se despierta también con el timbrazo y con una paciencia infinita tiene que tragar con ello. La vida de su marido es así de ajetreada pero ya podían llamar por el día los pelmas de los compañeros, o los amigotes. Aquí el inspector jefe es Lionel Jeffries y es uno de esos actores tan bien elegido para ese papel que le tenían que nombrar Inspector jefe de Scotland Yard honorífico en aras de los servicios prestados en el Cuerpo. O inspector jefe emérito.

Un peliagudo caso para el inspector que le tienen loco los de la embajada americana con un ir y venir de la casa de la viuda a Scotland Yard, de allí al coche, del coche a los juzgados, de los juzgados al helicóptero... Un lío impresionante.
-¿Lo tiene claro, inspector?
-Hmmmm... Bastante.

Igual le doy mucha nota a la película pero es que estos personajes de Scotland Yard me tienen ganado y, encima, con este elenco no se puede poner menos nota; además, asistir al juicio de la viuda también tiene su gracia, y más con el típico juez tratando de dominar la situación que se le escapa por momentos. ¿Y por qué siempre los americanos se pintan de alegres graciosillos hombres de mundo, destripadores de entuertos y encantadores vecinos cuando están en Inglaterra? Creo que hay algo de complejo de superioridad pero no estoy seguro porque también podría ser que la razón esté, en este caso, en que esos americanos son Jack Lemonn y Fred Astaire, y ellos son así, no lo pueden evitar y no podían ser de otra manera.

¡Cómo mantiene su estilo Fred Astaire! Ya algo mayor pero es un placer verlo... Sencillamente, encantador; tan irónico con el colega y tan respetuoso con la joven viuda... Aquí no baila pero cuando anda por la embajada con el paraguas piensas que va bailando, como si en un instante fuera a lanzar el paraguas al aire, diera un giro bailando claqué y terminara recogiéndolo al vuelo como si tal cosa. Cuando abre la puerta parece que baila, cuando separa una silla de la mesa parece que baila, cuando sube las escaleras casi lo hace bailando... John Wayne y Clark Gable salían de escena como nadie pero Fred... no digo que les mejore, pero los iguala.

El final es cómico y tontorrón, es como un homenaje al cine mudo y tampoco queda mal, podía haber sido de otra manera pero los actores, el argumento y todo el embrollo que se forma, pedía a gritos algo así. Un concierto frente al mar. Liosa pero graciosa.
floïd blue
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6
5 de julio de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde luego no es un film para aconsejar porque es un producto sin trascendencia alguna. Dean Martin, ya maduro, es la estrella y Stella Stevens en pleno auge, la otra. No se queda atrás Eli Wallach en un papel a descubrir y quien anima la trama. Va sobre una confusión de lo más tonta aunque bien llevada y aceptable para lo que es. El humor viene dado por esa confusión y hay que decir que Dean Martin sabe muy bien cómo llevar su personaje y por eso tiene un pase la película.

La afición a tener amante es un tema muy trillado ya sea en dramas o en comedias. Es la doble vida que se buscan algunos. El papel de la mujer en esos años resulta bastante pobre, si no degradante según se mire. Pero en este caso está tocado con la suficiente superficialidad como para no ofender y llevar a la guasa el tema, con la mujer tiránica y la dulce amante.

Stella Stevens fue el icono sexi del momento y tenía un medio rollete con Jerry Lewis por aquellas fechas. Por desgracia, Dean Martin y su amigo y compañero de tantas películas, Jerry Lewis, estaban un poco mosca entre ellos. Por lo visto Stella, al hacer la película, cabreó más aún al señor Lewis. Una pena porque ambos actores formaron una inolvidable pareja.

Dean Martin no canta aquí pero cumple como siempre. En realidad, la película es un ejercicio banal de distracción sin mucha picardía, sin nada de picardía, digamos, pero ahí está y ahí seguirá.
floïd blue
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