Clint Eastwood demuestra que los años, lejos de anquilosarlo, parecen haberle avivado sus mejores dotes de cineasta. Con "Million Dollar Baby" nos entrega una película notable, con un mensaje intimista y crepuscular (muy al gusto de Eastwood), pero cuidadosamente contenido y absolutamente alejado de los melodramas que el tema podría sugerir. Tres aparentes perdedores en la vida se encuentran y cada uno, a su manera, se apoya en el otro para encontrar su propia redención. La relación del manejador (Eastwood) y la boxeadora Maggie (Swank) fluye desde los abismos de la incomprensión y la amargura para elevarse al cariño y respeto del uno por el otro, tan sólido que al final uno es capaz de hacer el máximo sacrificio por el otro. Hillary Swank compone un personaje tierno a pesar de la fiereza que sugiere su rol de boxeadora, una persona tenaz y ansiosa por encontrar alguien que crea en ella, realizando a mi juicio una actuación superior a la que le mereció su primer Oscar. Por su parte Eastwood nos vuelve a demostrar lo poco valorado que ha sido como actor, componiendo un personaje duro y amargado por su separación familiar, pero que es ganado por la chica capaz de superar todos los obstáculos. Ambos personajes son apoyados por el boxeador retirado (Freeman) que siendo espectador del crecimiento de la relación casi padre-hija, nos narra en forma sencilla una historia muy hermosa a pesar de su dureza. Es una de los pocas veces que la Academia norteamericana ha sido totalmente justa en sus premiaciones, pues se trata de una película extraordinaria en muchos sentidos.

Clint Eastwood nos dejó un filme western que es un icono para la posteridad. Obra maestra por donde se le mire, nos acerca al mejor cine de John Ford o Howard Hawks, demostrando que el western nunca puede ser un género obsoleto. La historia del antiguo pistolero William Muny (Eastwood) que desentierra todos los fantasmas de su pasado violento acuciado por ganarse una recompensa ofrecida por unas prostitutas vejadas, sirven para pincelar un universo violento y desolador, donde no hay héroes ni hombres buenos. Eastwood nos ofrece un paisaje crudo, moviendo a sus personajes con maestría en su desolación particular. Muny y sus dos socios (el joven aspirante a pistolero y su viejo amigo de correrías) arrastran sus pecados y sus miedos en un mundo violento y sin cuartel. El ambiente crepuscular y poco esperanzador es otro de los puntos altos de una película que se sostiene en su triste cadencia hasta el choque final donde Muny acepta su destino y lo que realmente es: un pistolero. Extraordinario todo el elenco, sobre todo Gene Hackman componiendo un personaje sádico y detestable. No perderse la secuencia final en el "saloon". Mas allá de los óscares que ganó, "Los Imperdonables" es un film para cualquier época, una película triste y maravillosa, violenta y entrañable.

He visto incontables veces la saga de "El padrino". Como tantos otros, me sé los diálogos de memoria, qué secuencia sigue a otra, los nombres de cada personaje incluso los más secundarios. Y me sigue atrapando cada vez que la veo. No sé exactamente en qué radica su fuerza y su capacidad de seguir encandilando. Por supuesto que es una película absolutamente masculina y los códigos que maneja sólo pueden ser entendidos por nuestro género (y no soy machista en absoluto). Francis Ford Coppola hizo una obra maestra que seguirá subyugando a innumerables generaciones y aunque "El Padrino" y "El Padrino III" son obras excelentes, siempre me quedo con esta segunda parte. De acuerdo, en la primera Brando dominó la historia con una actuación modélica, pero en ésta Pacino y De Niro (entonces en los comienzos de sus carreras) demuestran por qué son de los mejores actores norteamericanos de los últimos 30 años. Narrado como una precuela y secuela a la vez, la historia del joven Vito Andolini (De Niro) que sale de su natal Corleone para establecerse en Nueva York y formar su imperio del crimen es, a pesar de su sencillez, una pequeña película dentro de otra. Simultáneamente nos muestran la consolidación de Michael Corleone (Pacino) como jefe de su poderosa familia mafiosa y sus avatares por extender sus contactos y negocios a pesar de sus numerosísimos enemigos. La parte de su viaje a Cuba es sencillamente genial con una portentosa actuación de Lee Strasberg. Qué mas podemos decir. Tal vez la secuencia más lograda es el beso de Michael a su hermano Fredo (John Cazale) y uno de esos momentos sublimes que quedarán grabado a fuego en el recuerdo de todo cinéfilo. Quizá la parte de la relación entre Michael y Kay (Diane Keaton) no sea la más lograda pero "El Padrino Parte II" es, y seguirá siendo a mi juicio, la mejor película de la historia del cine.

El género de juicios es sin duda un filón que apasiona a los americanos, tan preocupados por la justicia y, a la vez, tan orgullosos de su sistema judicial con jueces y jurados. Aquí, se analiza el sistema judicial militar estaunidense, un tópico que hoy recobra vigencia con la numerosísima cantidad de cortes marciales impuestas a soldados por sus desatinos en Irak. El film es de los noventas pero creo que su mensaje no ha perdido vigencia y tiene que ver con los conceptos que entonces y hoy se manejan en las fuerzas armadas, no solo en las norteamericanas: cual es el límite del cumplimiento del deber y lo moralmente cuestionable que resulta a veces la llamada "obediencia debida". Dos marines son acusados de asesinar a un compañero en la base militar de Guantánamo al practicarle un castigo, pero ellos aluden que simplemente obedecieron las órdenes de sus superiores. A partir de una premisa sencilla, Rob Reiner desarrolla un intenso alegato contra el sistema militar y sus implicancias, desde cuestionar aquello que dice "las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones" hasta el machismo militar pasando por el desdén de los militares "de carrera" por sus abogados y jueces asimilados a la vida castrense. Sólidas actuaciones, especialmente de un prometedor Tom Cruise como el joven pero honorable abogado asimilado a la Marina, y sobre todo, un formidable Jack Nicholson como el Coronel Jessup, el comandante de la base militar. Un film de diálogos inteligentes, alegatos judiciales apasionantes y el mensaje final: para ser un hombre de honor no se necesita ser soldado, y son mas bien estos, los llamados a defender a su país, los primeros en tener honor para con sus camaradas de armas. Un film notable que trasciende su nacionalidad para tocar un concepto universal para todos aquellos países que cuentan con fuerzas armadas.

Abierto a cualquier polémica, esta es probablemente la mejor adaptación al cine de un héroe del cómic. El "Spiderman" de Sam Raimi es una muy buena película, pero vamos, es demasiado americana para mi gusto. En cambio, un tipo genial como Tim Burton le imprime su sello personalísimo a un personaje de por sí oscuro y violento, convirtiéndolo en lo que quiso Bob Kane que fuese. Es evidente que Burton es fan del personaje y de allí su voluntad de retratarlo como lo que es: un ser humano (no un superhombre) rodeado de los más modernos y sorprendentes artilugios, pero jaqueado por sus propios fantasmas y lleno de deseos de venganza así como incapaz de superar el trauma del asesinato de sus padres a pesar de su deseo de hacer justicia. Contra lo que muchos pudiesen pensar, la elección de Michael Keaton como el "Señor de la Noche", tan discutida en su momento, creo que fue muy acertada, no solo porque Keaton es un muy buen actor sino porque justamente le imprime la humanidad que el personaje requiere. A pesar de ser concebida como un "blockbuster", sin duda Burton le puso los pelos de punta a los magnates de su estudio porque su Batman es oscuro, vengativo, humano. Un super héroe con el que dificilmente los niños podrían identificarse; y sin embargo, el film fue un taquillazo básicamente por la espectacular campaña publicitaria que tuvo a sus espaldas. No obstante, no nos equivoquemos. Burton no hizo "Batman" para romper en las boleterías y si lo logró, fue porque la película es malditamente buena. Jack Nicholson compone un "Joker" insano, sicótico, pero entrañable y hasta cierto punto, uno de los mejores villanos del cine. Kim Basinger está sexi y muy en onda con la chica de armas tomar que el personaje de Vicky Vale requería. "Batman" es una obra de autor, muy fiel al espíritu del cómic, con millones muy bien gastados (el Batimóvil, el Batiavión, el desfile del Guasón, etc.), con algunas escenas de notable factura como la batalla final en la cúpula de la iglesia o el ataque de Joker a ciudad Gótica. Notable en su propuesta estética (la ciudad es oscura y sucia, los personajes usan todos tonos sombríos con la excepción de Vicky Vale y el Guasón), la elección de un músico como Prince es otro punto a favor pues le da el toque funk e irreverente que un personaje como The Joker requería. "Batman Regresa" es una estupenda continuación, aun más sombría y siniestra que ésta, pero cuando Burton abandonó la saga el declive fue absoluto, y los otros filmes a cargo del infame Joel Schumacher no merecen ninguna atención, salvo para llevar al niño a la matiné. Gracias a Dios la precuela "Batman Begins" de Christopher Nolan está bastante bien y rescata mucho del espíritu que este primer film le imprimió a un personaje como Batman.