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Críticas de Cinemagavia
Críticas 4 042
Críticas ordenadas por utilidad
8
29 de abril de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Loca y muy atractiva desde sus inicios

¡Tú la Llevas! tiene un planteamiento muy divertido y prometedor. Consigue sacarte una amplia sonrisa desde que comienza, y te pone al tanto del espectáculo que vas a presenciar. Todo ello provoca que el espectador se encariñe rápidamente de la historia y de sus personajes.

Un juego tan simple y tan conocido, llevado hasta extremos que resultan tremendamente exagerados, pero siempre muy cómicos. Toda película de comedia suele tardar un poco en poner al público al tanto de la trama, pero aquí te lo ofrecen desde un principio, y te van contando el resto sobre la marcha.

*Fácil de seguir y amena

En ¡Tú la Llevas! Mientras vemos como estos locos amigos tratan de pillarse de las formas más enrevesadas, nos cuentan su historia de forma muy fluida y amena. Tiene un argumento sencillo, pero estructurado de la manera más chalada y fluida.

Estos amigos de toda la vida, jamás han dejado de jugar al «tú la llevas» en treinta años. Y uno de ellos, jamás ha sido pillado; y eso es lo que pretenden cambiar en esta ocasión. Así y con esta premisa, comienza una trepidante carrera, en la que no faltan los momentos entrañables, y los recuerdos del pasado, que ayudan a conocer mucho mejor a los protagonistas.

*Un reparto de lujo

No hay duda de que ¡Tú la Llevas! cuenta con un elenco de actores que encajan muy bien con sus personajes.

Este reparto está formado por Ed Helms, Jon Hamm, Jake Johnson, Annabelle Wallis, Isla Fisher, Hannibal Buress, Rashida Jones, Jeremy Renner y Leslie Bibb. Todos ellos tienen su papel en la historia, y lo ejecutan de forma excelente y divertida. Se nota que lo han pasado en grande trabajando en esta película.

*Una historia real

Está escrita por Rob McKittrick y Mark Steilen, y está basada en un artículo del Wall Street Journal del año 2013.

Los diez amigos en los que se basa esta historia, no querían dejar de sentirse como niños. Por eso decidieron continuar durante toda su vida con este divertido juego, que les ha mantenido juntos y jóvenes a pesar de la edad.

Representa de manera muy fiel y respetuosa esta historia. Varias de las escenas sucedieron realmente y esta película ha sabido captar esa esencia. Al final, nos tienen preparada una sorpresa muy agradable, a la par que entrañable.

*Conclusión

¡Tú la llevas! Es una excelente comedia, ingeniosa y muy entrañable, que te mantendrá con una sonrisa en todo momento. Representa de forma muy respetuosa y fiel la historia real en la que se basa, y la estructuran de forma muy inteligente y fluida. El reparto encaja a la perfección y consiguen que nos encariñemos con todos los personajes protagonistas. Es una película muy agradable y alocada, que nos hará sentir y reflexionar, a la vez que nos partimos de risa. Un gran acierto.

Escrito por Javi Sardi
Cinemagavia
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5
29 de abril de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Los mansos también muerden

Animales sin collar es la ópera prima de Jota Linares, estrenada en 2018. La cinta adapta al contexto social andaluz la obra ‘Casa de muñecas’ de Henrik Ibsen, lo hace tratando temas como la corrupción y el desenmascaramiento de las personas (aspectos existentes en la obra original) o el costumbrismo andaluz. Está claro que la corrupción ha dejado huella en los creadores audiovisuales actuales, dado que este tema fue tratado ese mismo año por ‘El reino’. El director trae al presente la obra de Ibsen, demostrando una inexistencia de cambio en las pretensiones del ser humano.

La película a pesar de tratar los temas anteriormente citados, se centrará en hablar sobre las segundas oportunidades y nuestra identidad como individuos. Estos en concreto son desarrollados por el personaje principal, que se encontrará entre la espada y la pared. Finalmente, la protagonista de esta historia, entiende que su marido más allá de predicar con el ejemplo de buena persona, se ha convertido en alguien con hambre de poder.

Las interpretaciones de Animales sin collar corren a cargo de Natalia de Molina, encargada de representar el papel de Nora, desgraciadamente no con la suficiente destreza como cabría esperar. Abel está encarnado por Daniel Grao, que sorprende con un acento andaluz evidentemente falso y una actuación algo deficiente. Sin lugar a dudas, Ignacio Mateos es la pieza clave de este engranaje, demostrando una capacidad innata para ejecutar personajes llenos de luces y sombras, aportando numerosos matices reseñables.

*Una casa de muñecas algo desestructurada

El guion de Animales sin collar establece ciertos puntos ya establecidos por la obra de Henrik Ibsen, como la estructura narrativa y el arco de los personajes. Sin embargo, el guion escrito por Jota Linares deja tramas sin conectar, como la aparición de Virginia. Desgraciadamente no oculta los bloques de información, lo que supone un problema de cara al espectador. Un ejemplo de esto lo observamos en el bloque inicial, cuando toda esa información es verbalizada de forma descarada por la radio del taxi.

El ritmo de la cinta es pausado pero intenso, no obstante, lo más destacado es su trepidante final, que se precipita con un clímax bastante tardío. El mejor momento se da cuando Natalia de Molina se desabotona el cuello del vestido que le ha regalado su marido.

La planificación de Jota Linares en Animales sin collar es bastante simple, por lo general emplea una estructura basada en plano, contraplano y planos detalle. Estos últimos aparecen en demasiadas ocasiones, aunque esta idea de dirección se plantee desde un inicio, son planos carentes de sentido, ya que distraen la mirada del público y no aportan gran cosa. La fotografía sí que es digna de admiración, transmite a la perfección la sensación de verano andaluz, con un etalonaje centrado en los amarillos, los pasteles y los cielos completamente sobreexpuestos.

*Conclusión

Animales sin collar es la ópera prima que estrenó en cines Jota Linares en 2018. El film realiza un gran esfuerzo por ceñirse a ‘Casa de muñecas’ de Henrik Ibsen, lo que provoca que no tenga tanto espacio para fluir narrativamente. La obra se adentra en temas clave de la sociedad actual, pero al estar tratados por un director novel no tienen la suficiente consistencia para establecer un esquema notable.

Las segundas oportunidades son algo que todo el mundo quiere que le den, pero implica un sacrificio por la otra parte. En este sentido, su director acierta con la reflexión, mostrando a Nora como una persona que hace concesiones inicialmente, pero que al final acaban pasando factura. El dolor del pasado se va con el tiempo, pero el rencor nos recuerda aquellos momentos anteriores a aquella oportunidad que le dimos a esa persona. Lo mejor es mirar hacia delante y quitarnos las correas que nos oprimen, dejando al aire libre la maravillosa personalidad que tenemos.

Escrito por Santiago Varela Antúnez
Cinemagavia
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8
29 de abril de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Un debut controvertido que no deja indiferente

El debut tras las cámaras del director danés, de origen iraquí, Ulaa Salim, no podía ser más potente y controvertido. Sin duda, Hijos de la ultraderecha (Sons of Denmark), thriller político y distópico, no dejará indiferente a nadie. Nos plantea un auténtico descenso a las cloacas del extremismo religioso y del fanatismo ideológico. Un reflejo del mundo que estamos construyendo, en confrontación constante.

Por un lado, nos mostrará la radicalización islámica de un joven hasta convertirse en un terrorista yihadista. Por otro, la peligrosa proliferación en Europa, de grupos de extrema derecha que terminan colándose en las instituciones públicas a través de su brazo político. Un intenso y polémico debate que la película pone sobre la mesa, con un discurso ambiguo en el que algunos podrían entender que se está justificando el terrorismo islámico.

*La radicalización ideológica de la sociedad

Pero más allá del planteamiento moral que tenga Hijos de la ultraderecha (Sons of Denmark), en la película se habla de cosas que están pasando a nuestro alrededor y que nos atañen a todos. En los últimos años, se están transformando las sociedades y sus gentes, al igual que la forma de entender el mundo y la manera en que interactuamos entre nosotros, muchas veces escondidos tras el anonimato de las redes sociales. Eso está dividiendo los países ideológicamente en dos, con posturas cada vez más radicales que hacen difícil un entendimiento entre ambas partes. No hace falta irse muy lejos para verlo.

Hijos de la ultraderecha (Sons of Denmark) nos muestra la inadaptación de los inmigrantes árabes de segunda generación en los países que años atrás acogieron a sus familias. Es un fenómeno curioso a estudiar, sucede en todas las sociedades y culturas. La radicalización de esa segunda generación está unida a la desafección emocional e identitaria, ya sea por el país de origen o por el país de acogida, según sea el caso.

Aunque la película a veces utiliza un tono esquemático y algo maníqueo, relata con bastante acierto y credibilidad, las dificultades por las que tiene que pasar alguien que sí ha logrado adaptarse. No siempre es fácil mantenerse firme en sus convicciones ante un entorno social donde la convivencia se complica y enturbia. En especial, por culpa del crecimiento de ese populismo racista y excluyente que no te deja formar parte del grupo como uno más.

*Del impacto a la reflexión

Por suerte, Hijos de la ultraderecha (Sons of Denmark) no se convierte en un aburrido panfleto político. Por encima de todo, es un thriller tenso y potente, de gran fuerza expresiva y con un trabajo visual basado en un montaje abrupto. Irremediablemente te arrastra hacia una vorágine de sentimientos encontrados, te obliga a cuestionarte puntos de vista. Además, a mitad de película, propone un inteligente cambio en el punto de vista que enriquece su narrativa (lo simboliza con un giro de cámara de 360º). Te guste más o menos la película, seguro que encuentras dos horas de proyección que te mantienen enganchado a la acción que sucede en pantalla.

Hijos de la ultraderecha (Sons of Denmark) ofrece una visión tremendista y pesimista sobre como se engendra la violencia. Nos habla de la espiral infinita del ojo por ojo. Vaticina un futuro desolador a través de un desenlace tan previsible como tramposo. Una película que maneja bien los códigos del thriller y que sabe aunar el poder magnético que poseen sus momentos de impacto inmediato, con el poso de las reflexiones y cuestiones a las que seguirás dándole vueltas tiempo después.

*Conclusión

Hijos de la ultraderecha (Sons of Denmark) es un thriller dramático sobre el odio como génesis de la violencia. Una ópera prima de Ulaa Salim, controvertida y violenta, que abarca sin concesiones los efectos de la radicalización ideológica. Nos presenta un futuro próximo donde fabula con la posibilidad de que Dinamarca esté gobernada por la extrema derecha. A partir de ahí, formula un discurso polémico y algo manipulador, pero siempre interesante y ambicioso.

Tanto Zaki Youssef como Mohammed Ismail Mohammed, dan la profundidad psicológica necesaria a sus personajes para reflejar ese mundo interior lleno de dudas. En su debut, el director Ulaa Salim, logra un producto maduro, con un montaje dinámico y algunas buenas soluciones visuales.

Hijos de la ultraderecha (Sons of Denmark) es un thriller político y distópico, que tiene una visión bastante pesimista sobre la condición humana. Estamos condenados a repetir nuestros errores, generación tras generación. Somos como esos ratones de laboratorio encerrados en un laberinto sin salida. Inmersos en la espiral infinita del ojo por ojo, donde la violencia engendra más violencia.

Escrito por Daniel Farriol
Cinemagavia
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9
28 de abril de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Una agobiante confusión

El ángel exterminador comienza con un personaje abandonando una mansión. Se trata de un sirviente que tras mostrar su decisión de marcharse es despedido. Tras él, el resto de sirvientes muestran un extraño interés en querer alejarse de allí cuanto antes. Todo parece vaticinar que algo nefasto está a punto de ocurrir allí.

Una elegante fiesta comienza y, tras alargarse más de lo debido, los invitados expresan sus deseos de volver a casa. Por razones desconocidas, no explícitas en el filme –ni necesarias-, los invitados no pueden irse, mas no parecen estar disgustados por ello.

Los invitados se acomodan en el salón, unos en los divanes y otros en el suelo. Los dueños están convencidos de que falta poco para que se marchen, pero ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué nadie se va?

A la mañana siguiente todos se despiertan como si nada y conversan sobre cómo han pasado la noche. Dialogan tranquilamente sobre la situación, la cual comienza a resultar inverosímil o, tal vez, demasiado normal.

*La repetición

Buñuel, un artista obsesionado con la repetición, crea una obra en la que constantemente se repiten secuencias idénticas. Observamos cómo los invitados entran dos veces en la mansión o vemos cómo dos invitados se presentan varias veces, como si no se conociesen. Además, la reunión termina exactamente igual que empezó.

El propio Buñuel indicó que hay como veinte repeticiones idénticas en el filme, porque qué es la vida sino una continua sucesión de hechos idénticos. Todos los días nos levantamos, nos lavamos la cara y vamos a la misma oficina, con los mismos compañeros.

Los invitados, que se mantienen encerrados en el salón, se mueven de forma cíclica y no progresiva. Pierden la noción del tiempo y se pierde la linealidad del mismo, la hora o el tiempo transcurrido pierden toda la importancia.

*Crítica social

La esencia de El ángel exterminador es la feroz crítica social que se realiza sobre la burguesía. Buñuel, que estaba exiliado en México, quiso recrear una fiesta ostentosa, llena de suculentas comidas y trajes elegantes. Sin embargo, no quedó del todo contento, le habría encantado contar con un presupuesto mayor y poder exagerar más la vida pomposa de estos burgueses acomodados.

Cuando los invitados se despiertan, tras haber pasado la noche en el salón, se comienza a producir un efecto de contagio entre ellos. Incapaces de abandonar la casa y con razones tan absurdas como lo es la vida misma, observamos cómo nadie quiere ser el primero en marcharse, tienen miedo a ser señalados por el resto. Por tanto, todos se quedan, bajo el asombro de los dueños.

Sus problemas comienzan a aflorar, muestran sus trastornos frente a todos y se desnudan interiormente. Mientras tanto, hay un invitado que entra en coma, aparece un oso paseando por la sala contigua y unos corderos van y vienen a sus anchas por la mansión.

*Surrealismo

La desesperación, la falta de higiene o el hambre se va apoderando de los invitados. Asimismo, la relación entre ellos se tensa según avanza el tiempo y siguen sin encontrar una solución.

El ángel exterminador retrata constantemente la frustración de un grupo de personas que no pueden hacer lo que quieren hacer. Quienes están dentro no pueden salir y quienes están afuera no pueden entrar. Resulta inexplicable cómo un grupo de personas, a priori civilizadas, no pueden ponerse de acuerdo para salir.

De forma surrealista se acercan a la puerta de la mansión los familiares y conocidos de los invitados, ya que sus familiares llevan encerrados demasiado tiempo. Se preguntan qué estará sucediendo ahí dentro pero ninguno de ellos se atreve a entrar.

*Conclusión

El ángel exterminador es la obra cumbre de Buñuel. El cineasta intentó explicar la imposibilidad de dar una explicación a todo, una crítica a la decadencia de la clase alta y a un mundo corrompido. La pérdida de valores ante una situación de presión.

Para la proyección en Francia, Buñuel añadió el siguiente comentario al inicio de la película: “Si la película que van ustedes a ver les parece enigmática, la vida lo es también. El autor declara que no ha querido jugar con símbolos, al menos conscientemente. Puede ser que la mejor explicación para El ángel exterminador es que, racionalmente, no tiene ninguna…”.

Gracias a ello, el largometraje conserva su atractivo original y se presta a seguir recibiendo nuevas interpretaciones, casi tantas como personas se atrevan a verla.

Escrito por Soraya Unión Álvarez
Cinemagavia
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9
26 de abril de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Amores cruzados

El cuarto mandamiento tiene el punto de inflexión en la fiesta que se celebra por la vuelta de George. También es invitado Eugene y su hija Lucy (Anne Baxter). El reencuentro entre Eugene e Isabel reaviva viejas llamas. Sin embargo, súbitamente se produce otro enamoramiento: El de George y Lucy. En realidad El cuarto mandamiento es la historia de dos amores imposibles, separados por el egoísmo y la impostura social.

La muerte de Wilbur, y la subsiguiente viudez de Isabel, hace que ella y Eugene se acerquen más y más hasta el punto de consumar un viejo y frustrado amor. Sin embargo George hará todo lo posible para separarlos. Odia a Eugene y mantiene una relación realmente vigilante con su madre, hasta el punto de socavar su felicidad.

Orson Welles muestra al inicio una capacidad de narración original y ágil. Lo primero que vemos en El cuarto mandamiento es una introducción a la época casi en forma de reportaje (algo del bagaje de Ciudadano Kane). Welles aprovecha algo tan banal como el cambio de la moda en los sombreros, como indicio de uno de los temas de la película: la sustitución de un viejo paradigma por otro nuevo. Welles rueda de una forma totalmente atípica para lo que se estilaba en Hollwood. En lugar de poner la cámara a la altura de los ojos busca angulaciones insólitas, perspectivas poco comunes. Tampoco se priva de ejecutar virguerías, como por ejemplo los estupendos travelings durante el baile en homenaje a George, o algunos planos fijos donde la acción continúa sin corte durante minutos. La fotografía de Stanley Cortez, por su parte, juega deliciosamente con los claroscuros.

*El maldito montaje

Comúnmente se suele citar a El cuarto mandamiento como ejemplo de profanación cinéfila a través del montaje. El montaje que entregó Orson Welles duraba aproximadamente 131 minutos, pero se consideró que era demasiado largo y se vio necesario recortarla. Los pases previos fueron muy negativos en ese sentido. Al final el corte fue de más de cuarenta minutos, amputando puntos clave de la película y dejándola irreconocible. Incluso se filmó un final distinto durante la ausencia de Welles, rodado, por cierto, por Robert Wise (futuro director de West Side Story o Sonrisas y Lágrimas, p.ej). Wise también fue el montador.

¿Pero dónde estaba Orson Welles mientras se cometía este desatino? Rodando un documental en Brasil por encargo de Nelson Rockefeller que, además, quedó inconcluso. Welles no dio nunca el visto bueno a los tremendos cortes que sufrió El cuarto mandamiento. Como él mismo dijo, este asolador montaje va notándose más según avanza la película. La parte final va a salto de mata, formando un conjunto de escenas estupendas pero con una ligazón muy débil. A partir de aquí la carrera de Welles fue una lucha por mantener sus montajes originales.

*La belleza resiste

¿Merece la pena ver El cuarto mandamiento a pesar del destrozo del montaje? Rotundamente sí. Hay varios motivos. Vemos, quizá, al Orson Welles más intimista y melancólico. Se trata de una melancolía misteriosa y decadente, cuyo centro neurálgico es el caserón de los Amberson, a veces sumido en sombras. La dirección artística dio a luz a unos estupendos decorados, donde precisamente destaca la susodicha mansión y su espectacular escalera. De hecho los escenarios fueron reutilizados en varias películas posteriores de la RKO.

Las actuaciones rayan a un magnífico nivel. Los dos polos opuestos son Joseph Cotten y Tim Holt. El primero en un papel cada vez más logradamente entristecido. El segundo transmitiendo fehacientemente una profunda sensación de antipatía y arrogancia, pero con unos matices sueltos que lo vuelven digno de compasión. Destacar también a Agnes Moorehead en el papel de Fanny, la desdichada y solterona hermana de Isabel. Anne Baxter, como Lucy, muestra una capacidad seductora frágil pero misteriosa.

Por cierto, llama la atención el nombre puesto en España a la película (el título original es The magnificent Ambersons). El cuarto mandamiento se refiere a «honrar padre y madre» según la ley de Moisés. Sin embargo el personaje de George más que honrar a su madre, lo que hace es denegarle la oportunidad de ser feliz. O las autoridades españolas de turno pretendieron ser sarcáticas (no lo creo) o no entendieron nada y dan como correcto el comportamiento de George. Dada la moral reaccionaria de la época apostamos por esta última opción.

*Conclusión

El cuarto mandamiento es como un bello mosaico al que le faltan algunas importantes teselas. Aunque el montaje cortara una parte importante de la película, la fuerza y la belleza de las imágenes de Welles son tan poderosas que justifican de sobra su visionado. Además, el peculiar romanticismo acaba copando nuestra atención. Un clásico absoluto.

Escrito por Mariano González
Cinemagavia
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