Wake Up, es una peli hecha para ver en un festival y aplaudir a cada muerte que aparece. No lo decimos nosotros, los propios directores, François, Anouk y Yoann-Karl, dicen entre risas que hacen películas para ir a festivales. Y nosotros nos alegramos mucho. Si os gustaron Turbo Kid y Summer ‘84, sus trabajos anteriores, esta no va a ser menos. Fiesta en el Ikea de la mano de unos directores de lo más divertido.

Los Wake Up, son un grupo activista que quiere concienciar a la sociedad sobre el maltrato animal y la desforestación. Para ello, entran en Home Idea, un gran almacén de muebles, para perpetrar actos vandálicos. Lo que no saben es que el guarda de seguridad es más peligroso que ellos mismos…

Los RKSS, como se hacen llamar los tres directores en forma de colectivo, dicen que esta es su película más seria. Tal vez se deba al trasfondo social o al mensaje que esconde el film. Un aviso sobre como nuestro planeta se deteriora mientras grandes corporaciones o empresas lo destruyen sin que nadie les ponga freno, saliendo impunes de sus actos. Se deduce de lo que cuenta Wake Up, que cuando lo jóvenes despiertan e intentan cambiar las cosas, tampoco es que les salga muy bien.

Más allá de ese mensaje, la fiesta está servida y no hay que preocuparse. No se han vuelto serios ni esto es una película social, nos da lo que esperamos y es ideal para ser vista con amigos y pasar un buen rato. Buena puesta en escena, una localización perfecta, unos actores con buen saber hacer y una música potente envolviendo todo el conjunto.

Mención especial para ese guardia de seguridad con el hobby de salir de caza que además diseña sus propios artilugios... ¿a que ya adivináis con quienes va a poner a prueba sus armas? Pues eso.

https://www.terrorweekend.com/2023/10/wake-up-review.html

¡A por ellos Michael! Con este grito de guerra debe empezar cualquier proyección o visionado de las pelis de Halloween que se precie. Hay que ir con él hasta el final y asistir al festival de despiece que se suele marcar este ícono absoluto de la historia del cine. Estamos, pues, ante una oportunidad de oro con este Halloween: El Final. Se supone que es la despedida de Jamie Lee Curtis de la franquicia (dicen que también de Michael Myers, pero como somos perros viejos no nos lo creemos) y era un momento idóneo para celebrar una saga que ha tenido sus luces y sus sombras pero que es, indudablemente, historia del séptimo arte.

Pues no, David Gordon Greene y su equipo dejan pasar este tren y ni le dan chicha sangrienta al asunto, ni risas, ni la despedida elegante y emotiva que se merecía la más veterana de las Scream Queen.

Corey es un chico que hace de canguro en la noche de Halloween. Durante esa noche, sucede un accidente que deja a Corey marcado de por vida, ya que todo su pueblo le señala como a un agresor. Esto le une inevitablemente a Allyson, superviviente del temido Michael Myers, que también se siente constantemente señalada.

Halloween: El Final tiene un inicio a la altura de las expectativas, y parece que toda va a ir bien. Luego durante los tres primeros cuartos de hora tenemos que hacer bastantes concesiones, pero venga, vale. Hay que aceptar ciertas premisas que por supuesto no desvelaré para no arruinarle (más aún) a nadie la experiencia. Pero de pronto, sucede algo que nos deja locos. Personajes que no han servido para absolutamente nada y sin sentidos varios… y es imposible comprender por qué demonios han estado allí algunos individuos y cuál era su función. Y a partir de ahí, todo para abajo y sin frenos.

Resulta que el guion lo escriben cuatro personas, muchas me parecen para el resultado que se nos ofrece, y quizás lo peor no sea lo expuesto en el párrafo anterior. Quizás lo mas triste sea no despedirse de Michael y Laurie como merecen. Falta sangre, falta matanza, falta ver a Jamie Lee repartiendo más de lo que hace y Michael falta todo él.

Un final que nos confirma que la trilogía de Gordon Green ha sido irregular. La primera entrega floja en mi opinión, un pico de calidad en la dos, para volver a descender en la tres. Eso sí, como mola la música, los créditos, Jamie Lee en algún que otro momento y los autohomenajes tirando de archivo.

Hasta siempre Laurie y ¿hasta pronto Michael? ¿te sacará alguien del infierno para traerte de nuevo al celuloide? Yo sinceramente… espero que sí, porque ¡A por ellos Michael! SIEMPRE.

https://www.terrorweekend.com/2022/10/halloween-el-final-review.html

Un recurso argumental válido en las películas post-apocalipticas es más que la propia amenaza es el escenario que deja. George A. Romero lo explicó muy bien en sus películas, parece que el principal peligro son los zombies pero en realidad la verdadera amenaza son los demás supervivientes que harán lo que sea a quien sea para seguir existiendo. En La Tour es este su motor argumental, un montón de personajes en una situación crítica que empeora cuando la urgencia por sobrevivir y el miedo se impone.

En un gigantesco edificio donde conviven diferentes clases sociales aparece de repente algo inexplicable. Una oscuridad infinita cubre todo el exterior y engulle a todo el que se adentre. Los habitantes de ese edificio quedan totalmente aislados y la autogestión se vuelve una obligación. Pero el tiempo va pasando y las necesidades más básicas empiezan a escasear.

La Tour es una historia más que triste y pesimista, todo el asunto se simplifica en sobrevivir sea cual sea la manera aunque todo el mundo sepa que la situación no augura nada bueno. Entonces la película nos muestra diferentes maneras de plantear este problema, inmediatamente los inquilinos se alían según su raza y se fortifican en plantas y entran en una guerra perpetua con otros clanes, la religión extremista y los cultos empiezan a aflorar, y el saqueo y el pillaje se vuelven la norma. Y todo esto queda reflejado con un estilo sucio, cruel y sin contemplaciones. Es interesante ver como el argumento va dando saltos temporales continuamente sin especificar el tiempo que transcurre entre ellos y tan solo percibiendo la degradación constante de los personajes.

Nuevo trabajo del francés Guillaume Nicloux aunque esta es su primera incursión en el fantástico. Como mencioné anteriormente, su estilo sucio y casi de documental es necesario para contar correctamente esta historia y aunque en algunas ocasiones la trama parece que se detenga u opte por un ritmo mucho más pausado Le Tour siempre es interesante y absorbente. En la rama interpretativa estamos ante una película muy coral y sin una trama definida, aunque tendría que destacar a Angèle Mac quien debuta con esta película. Su personaje sería algo así como el principal y probablemente el más trágico.

La Tour es una película interesante para espectadores pacientes, no esperéis grandes escenas de acción ni ritmos demasiado elevados pero si te gustaría ver algo parecido a High-Rise prueba con esta.

https://www.terrorweekend.com/2022/10/la-tour-review.html

Contaba Gary Sherman que tras la muerte de Heather O’Rourke, su intención fue impedir el estreno de Poltergeist III. Curioso como una muerte puede generar culto en unas películas – The Crow – y hundir otras mucho más capaces como esta que nos ocupa.

Carol Anne se encuentra ahora en Detroit, junto con su tía Patricia y el marido de esta, un prestigioso arquitecto llamado Bruce, quien tiene una hija llamada Donna. Todos viven en un lujoso edificio, el más alto de la ciudad. Los fantasmas del pasado, literalmente, vuelven para atacar a la niña aunque con ella se lleven por delante el edificio y a sus ocupantes. Solo la médium Tangina puede ayudarles.

Hay mucho oficio en Poltergeist III, sobre todo hay mucho arte y ganas de hacer algo nuevo. Cuando Sherman aceptó el encargo de la película, puso varias condiciones:

Aunque los FX por ordenador ya empezaban a asomar la cabeza, los efectos serian prácticos y hechos ante cámara para evitar exceso de postproducción.
Quería alejarse de las dos primeras partes y llevarse la historia a la ciudad, era ridículo que hubiera un tercer cementerio por debajo de los anteriores.
Con todo esto, Gary Sherman escribió junto a Brian Taggert, guionista clásico de los ochenta, lo que ambos definieron como “un tren de la bruja en el edificio más alto de Detroit” y que para mí es la verdadera secuela (o la secuela buena, lo que prefiráis) de Poltergeist, ya que evolucionaba manteniendo la esencia de la original: la conexión sobrenatural de Carol Anne era realmente histeria colectiva, se alejaba del mundo urbanización hasta llegar a la ciudad, y de nuevo empezaba con tono alegre y dinámico para ir oscureciéndose minuto a minuto.

Hay mucho virtuosismo en el trabajo de Gary Sherman, y Poltergeist III hubiera envejecido muchísimo de haber tenido FX por ordenador, pero sin embargo todo el universo de los espejos, esos coches que atacan como una manada de lobos, la piscina helada, el charco del suelo… Elementos puramente físicos que, en manos de Sherman y su director de fotografía, Alex Nepomniaschy, adquieren cualidades fantasmagóricas.

Solo hay dos cuestiones que impiden a Poltergeist III estar a la altura de la original: el caos argumental del último tercio, aunque Gary Sherman defiende que era básicamente el final que quería, con personajes que desaparecen y cabos sueltos; el otro es la exasperante música de Joe Renzetti, envuelto entre delirios de experimentación y sintetizadores ratoneros, que acuchilla los oídos del espectador, y tan sólo en el tema que dedica a Carol Anne, realmente a la difunta Heather O’Rouke, tiene melodía y entidad. Lo digo por conocimiento de causa ya que tengo el disco y es literalmente imposible escucharlo más de cinco minutos.

El casting ayuda a este nuevo escenario, ya que Tom Skerrit y Nancy Allen desprenden carisma y uno se involucra con ellos, Lara Flinn Boyle funciona como el elemento adolescente y Zelda Rubinstein se ve más cómoda ya que su personaje evoluciona en vez de repetir tics de películas anteriores. Tal vez Heather O’Rourke fuera lo más débil del casting, sobre todo porque ya estaba dejando de ser una niña y su espontaneidad ante la cámara había desaparecido.

Un fracaso de público y crítica, un dolor personal para Gary Sherman debido a la muerte de la protagonista, pero Poltergeist III aguanta el peso de los años, y mejora en cada revisión.

https://www.terrorweekend.com/2021/07/poltergeist-iii-review.html

Yo no sé qué pasa con Ben Wheatley: un tipo que capaz de mantenerte en vilo durante la maravillosa Free Fire – total, seis tipos disparándose en un almacén – cuyas atmósferas son absorbentes y, sin embargo, pocas veces da en la diana.

El mundo se ha paralizado debido a un mortífero virus. Martin Lowery entra en un bosque legendario en busca de la doctora Wendle, una colega con la que perdió el contacto tiempo atrás. Martin y su guía, Alma, descubrirán los secretos que oculta el bosque.

Para mi hay varios Ben Wheatley, el que sabe generar tensión como en Kill List, el suicida que lleva el timón de una locura tipo High Rise, el que sabe disfrutar rodando Free Fire y Sightseers o el de A Field in England que es cuando se pasa con el peyote… In The Earth la colocaría en esta última categoría –sobre todo porque el arranque es muy Apocalipse Now- , aunque vuelve al terror minimalista de Kill List.

El mayor pero que se le puede poner a la película es que Ben Wheatley parte de una idea muy interesante que linda con el horror folclórico – la difícil coexistencia entre un bosque antiquísimo cuyas raíces pueden ocupar casi toda Inglaterra con un ser milenario – pero que tras un primer tercio repleto de tensión, se le va de las manos hasta convertirse en un remedo de dos grandes películas como son Picnic at Hanging Rock de Peter Weir y Phase IV de Saul Bass: el misterio del verde, la comunicación no verbal, los seres humanos en lucha contra fuerzas de la naturaleza. Los referentes son buenos, el resultado no tanto debido a que Wheatley necesita un guionista que ordene ese puñado de grandes ideas; por ejemplo, la idea central de una pandemia, que asola el mundo, queda en segundo plano cuando entre otro elemento en la historia.

Pero con todo, ¡Qué bueno es Ben Wheatley con la cámara! Sabe generar tensión como pocos, crea atmósferas alucinantes – y alucinógenas – que irritan y fascinan. Gracias a la cámara de Wheatley, unida magistralmente con la fotografía de Nick Gillespie y la música de Clint Mansell, los espectadores encontrarán pasajes surreales donde colores y acción se mezclan: el avance por un bosque repleto de luces, la tienda de campaña roja, las fotografías en blanco y negro, la bengala roja, la niebla en el bosque; aunque solo fuera por estos momentos, In The Earth merece la pena ser vista.

A nivel de actuación la película es fría, cuasi documental, pero es algo que ya hemos visto en otros trabajos del director. No hay posibilidad de encariñarse de los personajes porque no existen, y a pesar de ello destaca Reece Shearsmith, muy acostumbrado a cambios de papeles gracias a la muy interesante serie Number 9.

In The Earth arroja un balance de grandes ideas visuales e impresionante sintonía entre cámara, fotografía y música pero, desde aquí, le pedimos a Ben Wheatley que se busque un buen guionista para la próxima película.

https://www.terrorweekend.com/2021/07/in-the-earth-review.html