Bien es sabido la colaboración que se plantea entre el Pentágono y los grandes estudios de Hollywood respecto de muchas películas y que los guiones deben pasar el aval del primero, pudiendo los segundos hacer un uso de lugares y equipos que seria imposibles de costear en un presupuesto normal.
Pero más allá de esta “colaboración” en muchas películas americanas se dan argumentos más creíbles y que a su vez pueden funcionar adecuadamente como “propaganda”, como por ejemplo que el ejército nunca abandona a sus hombres en batalla, con la saga de “Behind Enemy Lines” que fue bajando de nivel, pero creo que la idea se entiende.
No es este el caso.

Es una película lenta, mas aun para los cánones de la India.
Es correcta, tal vez da demasiadas vueltas sobre el mismo tema, pero creo que la resolución en la adecuada.

Son Ye Jin que ha hecho películas clásicas dentro del drama romántico, sale de su zona de confort y participa en este thriller, mostrando su gran versatilidad actoral.
No me gusta mucho como se precipita el final. Da la sensación que es el culpable del secuestro, pero da la sensación que lo hace impulsado por su cuñado, tampoco queda claro el motivo de la internación de la esposa, desde hace 25 años.
Una pena porque la película venía bien, decayendo en la resolución del conflicto.
Como dato de color, la escena de la voz del secuestrador remite a la película “Voice of Murderer” (2007).
La historia es acerca del único hijo del famoso presentador de noticias, Han Kyung Bae, quien desaparece sin dejar rastro. El secuestrador llama a la madre del niño de nueve años de edad, Oh Ji Sun, exigiendo 100.000 dólares como rescate. La policía asigna al detective Kim Wook Jung en el caso y reunir a un grupo de trabajo de primera clase bajo su mando. Sin embargo, el secuestrador constantemente se burla de las trampas de la policía y sigue llamando a los padres con una nueva instrucción para el dinero. La única pista a la policía y los padres tienen es la voz del secuestrador grabado en la cinta, su voz culta, pero sin emoción, que a menudo se da a cualquier persona que escucha la piel de gallina.

El tema que aborda la película es siempre difícil de llevar adelante ya que parte del morbo, por la traición de los esposos y por lo que se genera a partir de allí, que nunca se sabe si es una venganza o una humana necesidad afectiva, pero que nunca nace de la libertad, ya que si no fuera por esa extrema circunstancia es poco probable que las personas se hubieran conocido.
Este tema ya había sido abordado, en 1999 en “Random Hearts” (Destinos cruzados) con la dirección de Sydney Pollack y las actuaciones de Harrison Ford y Kristin Scott Thomas.
El resultado siempre es el mismo, es difícil generar empatía debido a las particulares circunstancias en que nace la relación y no hay guion, actor o director que puede superar ese escollo.
El problema no es la infidelidad, el problema es saber la verdad y no tener un lugar donde esconder ese innegable hecho de la realidad.
Tengo entendido que la película paso sin pena ni gloria en Corea, pero tuvo mejor fortuna en el resto de Asia.
Para destacar Son Ye Jin (11-Enero-1982 - Daegu, Corea del Sur) que venía de protagonizar tremendos dramas románticos, que aún hoy son recordados, como “The Classic” (2003) o “A Moment To Remember” (2004) y con 23 años asume este desafío, que la saca de su zona de confort.