Ya que a pesar de que no se hace nada larga, lo cual es un gran logro en sí mismo (sobretodo si se tiene en cuenta que el ritmo de sus casi tres horas está lejos de ser trepidante), lo que ocurre es que al acabarla y meditar sobre ella, encuentras ciertos puntos débiles que te hacen más dificil de lo que te hubiese gustado, poder conciliar su argumento. Sin embargo, lo que cuenta al final es si lo pasaste bien o no viéndola. En mi caso la respuesta es afirmativa, por eso la calificaré de Buena.

Lo que quiero decir és que no creo que se sea una película para todos los gustos, por mucho que aparezca el hombre del momento, Mathew McConaughey. Otra cosa es si eres aficionado a la ciencia-ficción, en cuyo caso seguro que no te la perderás. Todos sabemos lo difícil que resulta encontrar pelis de este género que vayan más allá de batallitas o elegidos, y en este sentido siempre resulta de agradecer el interés por desarrollar una historia sólida, que te haga pensar un poco, aunque se trate una vez más de salvar al mundo.

El problema quizás sea cuando se quieren abordar demasiados temas (en este caso es practicamente "todos" los temas), porque puede conducir a la dispersión, como pasa en el tramo final de la película. Creo que no debería acabar considerándose entre los mejores trabajos de Christopher Nolan, pero supongo que se hablará bastante de ella y que tiene derecho a dejar, más o menos profunda, su pequeña huella en el género.

Sin garra ni emoción, personajes clave que no funcionan (Harrison), absurda (la trama avanza a base de casualidades), aunque lo peor sin duda el final.

¿Un documental de Grateful Dead donde el prota no es Jerry Garcia? Uf, pensé. Y sin embargo estaba equivocado, pues como viene a decir uno de los entrevistados, "aunque Jerry sea una leyenda Bob es igual de grande y encima está vivo". Ese es el punto. Y funciona. En lugar de limitarnos a ver una hagiografía de Garcia, nos encontramos con el interesante testimonio vital de Weir, que nos transporta a aquella época de forma mucho más amena y directa con un material documental estupendo, por cierto (esas escenas de buceo con Jerry no tienen desperdicio).

Cabe destacar la afortunada vida de Bob: se fue con dieciocho a vivir a la comuna hippie, conoció a los personajes más interesantes (como Neal Cassady), experimentó con las drogas sin engancharse, se enrolló a todas las chicas guapas que le dio la gana, viajo por el mundo, consiguió fama y fortuna y, para rematar, se casó con una mujer hermosa antigua fan suya con quien formó una bonita familia, vive en una casa chulísima y ¡hasta encontró a sus padres biológicos! (era hijo adoptivo). Y, como no, se ha podido dedicar a lo que más le gusta, la música, siempre. Como casi todos nosotros, vamos.

Visión original del vampirismo, que con lo sobado que llega a estar este tema, sólo por eso ya tiene no poco mérito.

Combina terror con ciencia ficción, e incluso tiene un cierto trasfondo social, pues son los desfavorecidos los primeros en caer por la situación de crisis que se plantea. La trama consigue no languidecer hasta el final y sí, quizás algunos aspectos argumentales son débiles, pero qué diablos, por lo menos tiene un argumento, que ya es más de lo que puede decirse de la mayoría de los bodrios infumables a que por desgracia tenemos que enfrentarnos los aficionados al género habitualmente.

Además, atiende a los detalles en la puesta en escena y contiene alguna que otra secuencia si no memorable, sí al menos impactante, por lo que creo que la valoración general debe ser sin duda positiva. A mi al menos más películas con estas características no me molestarian en absoluto, creedme. Son historias que recuperan un poquito el espíritu de esa serie B que tan buenos momentos nos brindó tiempos atrás.

Película con argumento difícil, como parece no puede ser de otra manera basándose en un relato de Stanislaw Lew. Por si fuera poco creo que Folman todavía lo intenta llevar más allá con su aporte personal, por lo que al final debo decir que a mi la impresión que me ha dejado ha sido la de una retahíla de ideas no del todo bien hilvanadas y quizás en algún momento incluso expuestas sin suficiente claridad o poco desarrolladas. Dicho esto me gustaría destacar:

- las animaciones: un estilo bastante peculiar que desborda fantasía a raudales, te dejan alucinado. Por sí mismas merecen ver la película

- las interpretaciones: el gustazo de ver a Harvey Keitel una vez más. Este tío no tiene precio, es una presencia tan familiar ya que el día que lo perdamos los cinéfilos nos quedaremos huérfanos. Uno de los grandes sin ningún tipo de dudas. También notables Paul Giamati y Danny Huston, un lujo para cualquier película poder contar con ellos

Pero sobretodo Robin Wright. Francamente maravillosa, consigue reivindicarse (por fin) como actriz y luce una belleza serena que te cautiva desde el primer momento. Fenomenal. Creo que, al contrario de lo que se dice en la misma película, esta vez acertó de lleno, además en una decisión muy valiente, pues se interpreta a sí misma con sinceridad desarmante. Espero que sirva para poderla ver más a menudo, pues hacía tiempo que no contemplaba una mujer tan atractiva en las pantallas.

En fin, me imagino que a más de uno le parecerá un rollo pues es complicada y diferente, pero para mi ha valido la pena la experiencia. Sorprende, y eso hoy en día hay que valorarlo