Aquí hay dos películas, una sobre oficinas y una mujer "raída", pasiva, que al mismo tiempo vive en secreto su especial poder de leer los labios. En esa película, la entrada de un ex preso es muy interesante, porque es el contrapunto de la protagonista.
Pero en algún momento comienza la segunda película en la que se pierde la verosimilitud, porque ese personaje que no sabe defender su espacio, de pronto es más hábil que el ex preso en ese otro mundo fuera de la ley, y eso que al principio de la película se nos dice que él ha atracado bancos a mano armada.
La primera película es suficientemente interesante como para derivar a la segunda, que además está muy vista.
La forma de dirigir se me hace particularmente pesada, con esos movimientos constantes de cámara que pueden servir para describir el nerviosismo de un personaje, pero que no entiendo que se aplique a todos.

Todo empieza bien, una historia de universos paralelos que promete diversión e intriga.
Se hace una concesión salvando la forma en la que se viaja a otro universo: puede pasarse por alto y asimilarse al oráculo de Matrix.
Pero pronto empiezan a darse problemas de verosimilitud: personajes del pasado comportándose con códigos de actualidad, los mismos actores haciendo de sí mismos con 25 años menos, la insistencia del personaje de contar una historia tan aburrida...
El personaje femenino por el que él se esfuerza tanto me resulta antipático, es una tía borde y desagradable.

Aparentemente, esta película de tarde es mejor que la media: actores conocidos, una historia un poco más profunda, personajes secundarios interesantes... Lo que pasa es que nadie se ha dado cuenta del detalle insalvable en verosimilitud del perro.
Cameron Díaz aparece en una casa muy bonita, la recorre durante unos cuantos planos y de repente en uno de los planos hay un perro tumbadito y tan a gusto. Un perro que hay que deducir que ha sido abandonado por su dueña en esa casa y que, cuando se abre la puerta, no sale en estampida o mordiendo a quien entra de repente. Un perro que no come, ni hace sus necesidades, ni sale a la calle, ni interactúa con la nueva habitante de la casa nada más que en una ocasión, en la que ella se pone hacer caritas... Es muy creíble todo.
Hay muchas más escenas inverosímiles. Sigo en spoiler.

Innecesaria: existe una película muy similar, Click.

En su momento, pensé que Click era mala, pero a la vista de esta película, es una obra maestra.

Un individuo va viajando en el tiempo y lo único que se encuentra una y otra vez es a una mujer irritada echándole la bronca, lo cual resulta bastante aburrido y poco motivador.

Como comenta otra crítica que he leído, el personaje principal no puede hacer nada ante el cambio temporal, con lo cual está sin posibilidad de salida de las situaciones que se le plantean, que se resumen en esa mujer echándole la bronca y poco más.

Lo peor de todo es que su reacción es siempre disculparse por cosas que no ha hecho. Es el juego de "te pillé, hijo de puta": él no tiene opciones de ganarlo.

Si la hubiera empezado a ver en casa, a la media hora la habría quitado, y se habría quedado con un honroso 3, "floja". No habría sabido de los horrores que me esperaban para después.
La primera hora es soberanamente aburrida. La impasible va por ahí poniendo cara de "esto igual me gusta, pero poco". De pronto, todo lo demás es distinto, repetitivo, esperable en gran medida y desagradable.
Teniendo yo estómago para el gore, no lo tengo para el mal gusto y las escenas vomitivas, de las que hay unas cuantas en esta película.
La historia es una auténtica ida de olla sin conexión. Se te van ocurriendo mil formas en las que el gran Stephen King habría escrito una historia con mucho más sentido.
Te vas del cine con la sensación de haber perdido el dinero y el tiempo y con muy pocas ganas de cenar.