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Críticas de FEnrique
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Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
Lou Reed Berlín
Concierto
Estados Unidos2007
7,2
280
Documental, Intervenciones de: Lou Reed
10
15 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mirando el álbum de fotografías
se parece a María, reina de Escocia,
la veía tan regia;
esto solo muestra lo equivocado
que uno puede estar.

Voy a dejar de perder el tiempo,
algún otro le hubiera roto los brazos.

Canción triste, canción triste
canción triste, canción triste...

Mi castillo, mis niños y el hogar...
creía que ella era María,
reina de Escocia,
lo intentaba con desesperación,
esto muestra lo equivocado
que uno puede llegar a estar.

Voy a dejar de perder el tiempo,
algún otro le hubiera roto los brazos.

Canción triste, canción triste...
(Lou Reed - Canción triste)

Te agradezco, Simón, el comentario, empecé a contestarte sin saber lo que quería decir, desde qué perspectiva abordar una obra sin luz y lacerante, quizás lo que buscaba era capturar la atmósfera sombría de la canción, ahondar sin contemplaciones en lo que pasó para imaginar lo que podría haber sido, expresar que nunca un cumpleaños feliz había sonado tan amargo, incluso aterrador y profetizando la venida del infierno de las drogas, de una ciudad corrupta y dividida.

Lou Reed era un gran poeta y podía articular un poema con analogías turbadoras y exigentes, metáforas inquietantes, paradojas doloridas, consciente como era de que ya habría otros que exaltaran el lado brillante de la vida y su falta de implicación con la realidad.

Pero, una pequeña concesión a la esperanza, para él Europa no debía ser el edificio en ruinas que había quedado seccionado después de la guerra más terrible, seguía siendo una parte esencial de nuestra forma de ver el mundo. Pero, para que tomara consciencia de ello, era preciso hurgar en las heridas, identificarlas, digerirlas, para encontrar una posible redención. Una obra devastadora y trágica que, desde los abismos, busca desesperadamente una salida, dejar atrás unos tiempos que nos mostraron el lado más perverso del hombre, que abrazaron los uniformes y la represión arrinconando la libertad y la palabra.

La canción triste lo sería aunque tuviera el nombre más festivo que podamos imaginar, su música planea sobre los humedales del sótano más tétrico y oscuro donde habitan el dolor de vivir y el tormento aterrador del olvido que nunca llama a quien camina por las llagas de la culpa, por el espíritu de una memoria flagelante. Lou Reed había escrito esta canción para el último disco con los Velvet Underground y la desechó como haría con unas veinte más, había auténticas obras maestras. Lo demostró insertando algunas de ellas en sus tres primeros álbumes en solitario.

*** *** *** *** ***

Bob Dylan trató la City como un mito que permitía la injusticia, y lo exponía de una forma más razonada de lo que pudiera parecer teniendo en cuenta su deriva metafórica, Paul Simon en la alienación de los individuos que luchaban contra sus limitaciones en la soledad más tumultuosa de la isla, Cohen, en su segunda etapa de esplendor, como el faro ciego, insolidario y pretencioso de Occidente y Reed insistió entre la indiferencia o el desapego de sus compatriotas, en el perfil sórdido y más oscuro, lleno de desesperación inundado por el alcohol y otras drogas duras, la ambigüedad y las perversiones sexuales, hablaba, simplemente, de aquellos a quienes conocía de primera mano y se desenvolvían a toda prisa. Algunos de ellos, entre el arte y el desenfreno, no llegarían a cumplir los treinta.

*** *** *** *** ***

Carlos Marcos habla sobre el Lou Reed de 1973 y sobre el Berlín. 10 de enero de 2023.

¿Quién es? El éxito arrolló a Lou Reed en 1972 con la edición de Transformer y temas como Walk on the Wild Side. Motivo de felicidad para cualquiera, pero Reed se consideraba demasiado artista como para vanagloriarse de sonar en las radios. Su próxima entrega sería compleja y poco radiable: Berlin.

¿Por qué es tan bueno Berlin? Un álbum que cuenta una historia, la de la relación tóxica de una pareja que se topará con el sufrimiento y la muerte. Como Reed casi siempre describe realidades, en las letras del disco hay muchas similitudes con la destrucción de su propio matrimonio con Bettye Kronstad, que se estaba produciendo justo cuando escribía las letras. Un disco que ofrece una narración sombría, un trabajo duro e intenso. La propia Kronstad dijo que escucharlo era “una experiencia devastadora”. Una curiosidad. Reed nunca estuvo en Berlín antes de publicar este álbum. Lo que atraía al músico de la localidad alemana era la metáfora de una ciudad dividida (en aquella época) por un muro: dos personajes, dos mundos separados.

*** *** *** *** ***

Mensaje sin leer por Pablo Ibáñez » Mar, 18 May 2021 8:10

Yo soy muy fan de Lou Reed. Me gusta mucho la Velvet, claro, y me gusta casi más su prolífica carrera en solitario, especialmente la serie de discos que sacó en los años 80-90. New York, Magic & Loss, Songs for Drella (el homenaje a Warhol que hizo con John Cale) son mis favoritos. Auténticos poemarios musicados, recitados más que cantados, con esa voz poderosa, grave, profunda. Como dices, el poeta urbano por excelencia. Me gustan muchísimo Dylan y Cohen, por supuesto, pero me quedo con Lou Reed. Un placer haber leído esta reseña.

Yo encontré una razón
para seguir viviendo,
y eso nena tú lo sabes,
eres tú.
(Lou Reed - Encontré una razón)

Creo que haces muy bien, Pablo, que perteneces a la minoría que ha encumbrado a Lou Reed; culta, fiel y desprejuiciada que sabe muy bien que, a veces, es necesario apartar al arte de la moral (a menudo supuesta). Los americanos que frecuentan una gasolinera no quieren saber nada de los poetas que escriben una espectacular apología de la droga del nirvana o se recrean hasta el final con el placer maldito que encierra el sadomasoquismo.

Me acuso de haber dicho que Lou Reed disparaba al objetivo elegido con unos versos sin alma. Este no es el caso; Candy ha aprendido a odiar su cuerpo, a vivir en la resaca, aunque hay mañanas en las que se rompe, llora y quisiera ver los pájaros azules que le enseñaran a volar y que se han muerto,.
FEnrique
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10
13 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La obra, con libreto de Tim Rice, fue presentada como doble L.P. y su éxito inmediato, propició su conversión en pieza teatral, cosechando un clamoroso éxito en los escenarios de Broadway y Londres, donde se estuvo representando durante varios años, dando lugar a numerosas giras y llegando a alcanzar más de 3.000 representaciones".

Maximillian

Creo que es maravillosa la música de un jovencito y genial Lloyd-Weber, mejor aún el libreto de Tim Rice, sencillamente sublime, hurgando en el futuro de las raíces de los clásicos que se aferran en las hechuras de un manierismo concertado más cercano al gusto de los sacerdotes que rehuyen , así es como se supera, a veces, la ortodoxia, así vemos a Cristo en "El Pasmo de Sicilia", bello, a pesar de todo, en su tormento.

Hay cuatro obras maestras perdurables del pop-rock; El cielo en mi mente, Getsemaní, El Sueño de Pilatos y La Oración del Huerto.

¿Existió Cristo? No lo sé y si fue así seguro que no era Dios, este no tiene siquiera que ser antropoformo o tener sexo, ni ser blanco. Pero es el hombre más importante de la cultura Occidental y tenía luz y convencimiento para creerlo. Pero su última pregunta en la cruz nos deja a las claras que se dio cuenta de que era un hombre solo.

Pilate's Dream

Soñe que me encontraba
con un galileo,
un hombre asombroso.

Tenía esa mirada que
rara vez encuentras,
era un tipo turbador y perseguido,
le pedí en la cruz de los ladrones
que había forjado,
que contara qué había pasado
¿Cómo empezó todo?

Volví a preguntarle, no dijo palabra.
y como la estancia estaba llena
de iracundos ciegos,
volví a preguntarle,
no dijo palabra.
como si no hubiera escuchado
ni comprendido.

Hombres salvajes y enojados
Parecían odiar a este hombre.
por ser El Profeta,
cayeron sobre él y desaparecieron
Cayeron sobre él, y se esfumaron
de nuevo. Gritando Barrabás.

Entonces vi millones de hombres
llorando por el galileo,
y luego escuché mi nombre
dejando en mi corazón la culpa.

Autores de la canción: Tim Rice / Andrew Lloyd Webber.
Versión española - Francisco Enrique León)
FEnrique
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10
12 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
I died a hundred times,
You go back to her
And I go back to black.
(Amy Winehouse)

En un límpido embate de vodka destilado
me sumerjo en la tarde que muere en la bahía,
sufro porque no puedo anhelar unos ojos
y no tiembla mi cuerpo como una estrella errante.

Se me ha ido el amor, y ya no sé llamarlo
¿en qué calle estará
el ansia desmedida de besos de tus noches?
¿a qué puerta sin llave caminará tu olvido,
tu larga ausencia herida por no seguir tu paso,
tu ineludible imagen de muñeca asustada?

Roto por el silencio tu colchón de verdades
alienta los reflejos de un pasaje rendido
al mundo de los otros que no sabe acunarte
ni escuchar la palabra que presagia tu muerte
en la orilla sangrante del laurel del vencido
que agoniza en el miedo a la vida que pasa.

Tu canción de cristal en los escaparates
busca una nueva luz que abrace lo perdido,
tu palabra en la alcoba de la sentencia mustia
vuelve a la pesadumbre de los días sin huella
y a las flores que gritan en el rimmel corrido.

Se me ha perdido el arte y no encuentro la senda
para volver atrás, atrás cuando pensaba
que había sentido en ti una verdad profunda,
profunda y transparente que ignoraban los otros,
que latía en tus élitros proclives al abismo,
que rompía el contorno y mi pecho anhelaba.

Que era suficiente pensar en tu destello
para cruzar los puentes rotos y desolados
que cada día hablaban del mundo y los azares,
del mar de la derrota que batía en mi rostro,
de la leyenda herida, del amor que dejaste
atravesando calles y no encuentra el recuerdo
de la ninfa frustrada en un sueño que duele,
de la voz que gemía
en un soul encubierto, marchito, amortajado

*¿Black = luto? según el contexto del video oficial traducirlo como luto sería lo más indicado, la relación con el vídeo oficial en el cual, se ve un funeral, tiene relación directa con la traducción "volver al luto".

(@Bastidoon)
FEnrique
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10
9 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Esta débil película, hecha sin prácticamente ningún interés por sus estereotipados aldeanos y sus nazis histéricos, no tiene ningún valor dramático o propagandístico (…) Puntuación: ★★ (sobre 5)"

Cuando en diciembre de 1940 llegué a Portugal en mi camino hacia los Estados Unidos, Lisboa se me representó como una especie de paraíso claro y triste. Se hablaba mucho entonces de una invasión inminente, y Portugal se aferraba a la ilusión de su dicha. Lisboa, que había levantado la exposición más brillante que hubiera habido en el mundo , sonreía con una sonrisa algo pálida, como aquella de las madres que han dejado de tener noticias del hijo que fue a la guerra, y tienen que guardarla para alentar su confianza: “Mi hijo sigue vivo puesto que sonrío...” Mirad, decía también Lisboa, lo alegre, tranquila e iluminada que estoy...” Todo el continente oprimía a Portugal como una montaña agreste cargada de tribus de presa; Lisboa en fiesta desafiaba a Europa: “¡Cómo van a tomarme como objetivo cuando muestro tan poco interés en esconderme! ¡Cuándo soy tan vulnerable!”...
(Antoine de Saint-Exupéry - Carta a un rehén Traducción: Francisco Enrique León)

No sé si hubieras sido feliz conmigo, de lo que estoy seguro es de que yo habría sido feliz con tu luz.

Don Charles Laughton, un actor inmenso, destroza esta joya tiernamente, llega más allá del fondo de lo buscado, logra un papel después de obsequiarnos con su maestría única e irrepetible y nos deja pensando que ese difícil papel no podía ser para otro; el guionista lo había creado, sin saberlo, para su rostro extraño, para sus histriónicos gestos, para su acento que penetra en el aire y lo llena todo de valiente tristeza, cuando un cobarde se enamora y no se permite no dar la talla ante los ojos de la chica..

En este alegado poético y melancólico contra el colaboracionismo, más que contra el nazismo, cubre con su aciago resplandor esta joya extraña y eterna; Jean tuvo un padre que pintaba y llenó de blanco y negro la gloria de su hijo. Maureen O'hara actúa como si estuviéramos soñando con ella y pudiéramos tocar su sonrisa triste, su actitud firme contra la desesperanza, y positiva ante la debacle; su hermano es un ejemplo romántico y veraz de la Resistencia humana contra la pérfida tiranía de los supremacistas.
FEnrique
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10
26 de mayo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El rodaje de "Vidas rebeldes" acabaría siendo una tortura para los tres protagonistas, el guionista y el director, aunque es posible que este último, John Huston, disfrutara en el sufrimiento con aquella explosión auténtica de vida que encajaba con su aliento existencial; malgastó en el casino incluso lo que no era suyo[1] mientras fumaba y bebía compulsivamente. No importaba que esa vida se estuviera apagando en los ojos de los protagonistas, porque ese ocaso traspasaba los límites de la ficción para convertirse en un testimonio desolador de la belleza entre el desierto caluroso pero oscuro y el espíritu irrefrenable de la decadencia humana. Probablemente el genial director no volvería a encontrar esa senda en el vientre de la melancolía hasta que llegaron los muertos de “Dublineses” cuando ya se estaba muriendo mientras pagaba el tributo a una ruta plagada de excesos que había provocado que muchas veces no pudiera exhibir su inmenso talento. Para él la vida estaba demasiado por encima de la gloria.

El guion de "Vidas rebeldes", película que, desde mi punto de vista, llegará a ser mítica algún día por sus valores cinematográficos intrínsecos no solo por ser una leyenda, iba siendo modificado en la medida que Arthur Miller se convencía de que Marilyn no iba a cambiar nunca aunque fuera distinta, no llegaría a ser como él quiso alguna vez que fuera antes de su pregonado romance con el actor y cantante francés Yves Montand, él no sería una excepción que cercenara su naturaleza enamoradiza y con tendencia a la infidelidad. Marilyn era aquella muchacha de belleza explosiva que había deslumbrado en una parada de autobús, ligera de cascos, sin familia y, lo más peligroso, sentimental. Sus personajes no tenían ataduras emocionales cuando no quedaba amor, a veces incluso cuando no era así, ni sociales, ya que nunca habían tenido una reputación que proteger o un hogar que mantener en pie. Pero acababan vendiéndose por un gesto de comprensión o una caricia con la mirada.

De aquel duelo involuntario de perdedores se deduce, nunca se confirmó, que Marilyn cayó prendida por el atractivo otoñal y la sonrisa entre cínica y tierna de Clark Gable, y ahí se resuelve el extraño y profundo magnetismo que desprenden las escenas que comparten. Es posible, de ser cierto, que ahí radicara la causa principal de la ruptura[2]; la paciencia de Miller tenía unos límites. Pero también se afirma que el matrimonio ya había naufragado; los devaneos y las tendencias depresivas de Marilyn no mejoraban con esta relación que fue celebrada por la prensa, haciéndole poca justicia a Marilyn, como la unión del cerebro y el cuerpo, a esto habría que añadir un aborto que la llevó a un pasaje del agua sin retorno. Se rumorea que el hijo que esperaba no era de Arthur Miller sino de Yves Montand. Pero ni siquiera es seguro que hubiera estado embarazada. Esto es otra historia que la prensa menos rigurosa no ayuda a esclarecer; llega a hablar de que la actriz tuvo en su vida cuatro abortos, todos ellos involuntarios. Tiempo después supe que Henri Miller tendría un hijo, Daniel, al que abandonó porque tenía síndrome de Down. Daniel lo acabó perdonando, puede que yo no haya podido hacerlo.

Miller desnudó el alma de su mujer y, aparentemente, acabó siendo indiscreto y cruel, tenía motivos sobrados para ambas cosas ya que había sufrido un castigo duro, excesivo incluso para un hombre abierto y liberal como él que pertrechado en su inteligencia sabía beber sin embriagarse los sorbos amargos del drama de la vida. A pesar de todo le acabó sirviendo en el aire el papel que ella siempre había buscado como a una Salomé inconstante, errática y sin ninguna concesión a la prudencia, eso sí cargada de buenas intenciones. Siempre se ha dicho que el pecado más grande de Marilyn era su incapacidad para mentir.

El resultado de “Vidas rebeldes” no acabó de satisfacer a la crítica aunque la considere un documento mítico y único por desvelarnos en primera plana el destino que esperaba a los protagonistas; Clark Gable parecía presagiar su cercano final, con la mirada introspectiva, la respiración profunda y el cansancio en su rostro. Marilyn estaba desquiciada por sus amores perdidos, por el alcohol y el Nembutal, y, para empeorarlo todo, cayó enferma. Montgomery Clift seguía hundido en su tormento y enredado en las drogas que lo arrojaban en el regazo de sus ansias autodestructivas, ya que no podía superar el terrible accidente que lo desfiguró y lo entregó al dolor, a lo que se añadía su sempiterno drama por no asumir su más que probable homosexualidad (hace poco he leído que la vivió plenamente, que no le preocupaba demasiado).3. La película tampoco contó con la mirada condescendiente del público que no supo apreciar en un primer momento que nunca la tristeza había desprendido, desde el gris, tanto resplandor, nunca había la belleza profanado con tanta sensualidad y telúrica morbidez los templos ruinosos y sombríos de la desesperanza. No fue, sin duda, el último western como dijo Arthur Miller, pero sí la última película para dos mitos y el crepúsculo prematuro y tortuoso para otro.


[1] Huston había recibido dinero adelantado para gastos de la película por parte de la productora y la cantidad que había gastado era superior a sus emolumentos.
[2] Hoy día se tiende a pensar que lo que Marilyn sintió por Clark Gable era algo parecido al complejo de Electra pero, extrañamente, sin implicaciones sexuales en su caso; el mítico actor sería el padre aventurero, soñador y cariñoso que siempre quiso tener. Por otra parte es más que probable que Arthur Miller ya hubiera arrojado la toalla antes de que empezara el rodaje, era demasiado duro afrontar el último idilio, que llegó a ser público, de la actriz con Yves Montand, además conoció a Inge Morath, una fotógrafa que, junto a otros muchos, hacía la cobertura de la película y, ante la evidencia del distanciamiento con Marilyn, intimó con ella. Se casarían poco tiempo después.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
FEnrique
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