5 años antes de que PIXAR fichara a Brad Bird (Los increibles, Ratatouille), el director nos obsequió con esta película que es prácticamente considerada de culto. Con una animación y diseño de personajes exquisito, cuenta la historia de un niño que vive en un pueblo americano de los años 50, y que se hace amigo de un ser enorme y metálico proveniente de otro mundo, luchando para hacer comprender a los demás que no es en absoluto una amenaza, si no un ser amigable y bonachón. Valores como la amistad, la verdad y la confianza se potencian en una aventura que disfrutarán tanto niños como adultos.

James Mangold cierra la trilogía de Lobezno con la mejor entrega de la saga, en donde por fin vemos al personaje siendo completamente fiel a su espíritu violento y desgarrado de las viñetas. Hugh Jackman echa el resto en la última interpretación que va a hacer del personaje, y del que siempre fue la encarnación perfecta. Con toques de Western y de Road Movie, la historia adapta parcialmente los cómics de El Viejo Logan y X-23.

Cada uno de nosotros tenemos algún monstruo en nuestro interior que a veces asoma sin querer. En este film, Vigalondo se lo toma al pie de la letra, y hace que el monstruo de Gloria -Anne Hathaway- cobre vida. Con esta inteligente metáfora, nos muestra, camuflado mediante la ciencia ficción, un retrato minucioso sobre la figura del maltratador. Una historia emocionante que bascula con una facilidad pasmosa entre la comedia y el drama de forma muy efectiva. Un ejercicio tan Colossal como su título.

La novela de terror de Stephen King por excelencia se adapta en esta ocasión para la pantalla grande. Aprovechando que la protagonizan un grupo de niños, los sucesos se desarrollan esta vez en un tono de aventura infantil ochentera (amigos, bicicletas y walkie talkies). En su lucha contra el mal se deberán enfrentar a sus miedos y pesadillas, representados por el icónico payaso Pennywise.

La historia es muy potente. Le hubiera sentado muy pero que muy bien arriesgarse a cambiar el tono dramático inicial en el punto de inflexión, y acentuar mucho más la comedia negra y el suspense que aparecen de una forma demasiado sutil. Al esperar otro tipo de historia mas propia del tono elegido por el director y que se mantiene durante toda la película, el devenir de la trama me ha logrado sorprender gratamente, y he disfrutado sobre todo esa segunda parte. Pero insisto, ojala se hubiera lanzado a destacar esos diferentes tonos que le sientan tan bien cuando aparecen.