Una historia de perdedores donde el fútbol no es lo más importante, sino solo el contexto. Ted Lasso es un entrenador de Estados Unidos que recibe una oferta para entrenar a un equipo de la Premier League en Inglaterra, el Richmond.

De entrada podría parecer la típica historia de superación en el que el peor equipo hace las cosas bien y con suerte y contra pronóstico llega a la final, pero tampoco es exactamente eso.

Desde el primer momento Ted (Jason Sudeikis) es extrañamente simpático e irradia una energía optimista y de tipo sencillo y bonachón, que a priori atrae más cinismo, burlas y ganas de engañarle o aprovecharse de él que otra cosa, pero poco a poco, va transformando todo a su paso, contagiando su espíritu positivo a todos por difícil que parezca, porque en el fondo Ted tiene un plan y sabe lo que se hace.

Una serie agradable de ver, con encanto y un poco dulce, en la que todo el reparto está muy bien, de esas que acompañan y reconfortan y que de vez en cuando sacan alguna sonrisa, algo escaso a veces y muy necesario.

Una cinta independiente con referencias al cine y la serie b, que cuida la selección musical, la estética de los detalles desde los títulos de crédito, y juega con el uso de la cámara, con pantallas partidas, lo que pasa en el fuera de campo, y que se basa en los diálogos como punto fuerte y utiliza una narración temporal fragmentada, en lugar de lineal, con lo que cambia el ritmo de la narración, y lo que vemos no adquiere todo el significado hasta más adelante, teniendo la historia completa.

El ejemplo más famoso de alguien que utiliza como un maestro este tipo de recursos es Quentin Tarantino. Dennis Hauck utiliza las mismas herramientas por así decirlo, incluso crea un pequeño universo en que comprar unos "Old Hats", pero la diferencia es que esta obra es parte de ese propio universo cinefilo de Hauck, y no una copia.

Es una historia de perdedores, en la que el peso recae en John Hawkes y el reparto mezcla jóvenes promesas con actores consagrados y viejas caras conocidas, donde la gente arruina lo que toca y los detalles más insignificantes pueden derivar a una causalidad que lleve a las peores consecuencias, un submundo de detectives privados, psicópatas y strippers donde nada sale como los personajes querrían y solo pueden culparse a si mismos por ello, donde son capaces de arriesgarlo todo a cambio de un único instante que vale la pena.

"Por qué empezar ahora?
-Es una pregunta tonta. Porque cada vez que hacemos algo, siempre nos preguntan eso, y sino hubiera una primera vez, nadie haría nada, siempre seria demasiado tarde."

Una serie basada en el manga homónimo que trata sobre el espíritu de lucha y supervivencia humanos en situaciones imposibles. Planteada como un juego, va presentando las piezas poco a poco, y mientras sitúa las incógnitas en el tablero resulta bastante entretenida.

Tomándola muy en serio, se pueden encontrar una enorme cantidad de lagunas, incoherencias y sinsentidos en el guion, pero al plantearse como los niveles de un juego a superar dentro de una distopia se puede hacer amena, aunque no demasiado ingeniosa.

Gran parte de sus personajes, aunque estereotipados, funcionan y también son destacables varias de sus influencias u homenajes de los cuales tiene muchos.
Un estudio ligero del poder de la voluntad en momentos extremos y de la relación del amor y la amistad, aunque sin mucho desarrollo y con buena factura técnica.

1. Cada vez que uno o dos personajes se apunten con sus armas en una situación a lo “Reservoir Dogs” (1 chupito)

2. Si es todo el grupo el que se apunta mutuamente a lo “Reservoir Dogs” (2 chupitos)

3. Cada vez que para salir de una situación ponen a la policia como más estupida y desorganizada que en “Agárralo como puedas” pero sin gracia (1 chupito)

4. Cada vez que Tokyo salga en bragas o mueva el culo sin venir a cuento en la trama (1 chupito)

5. Cada vez que uno de los atracadores de un mini golpe de estado y “ahora mande el” (1 chupito)

6. Cada vez que se salten la regla de “nada de relaciones personales entre ellos” (1 chupito)

7. Cada vez que el profesor al que ponen como un nerd actúe como un “puto ninja” (1 chupito)

8. Cada vez que decidan matar a alguien o entregarlo a la policía cuando sería más fácil amordazar y encerrar en una sala (1 chupito)

9. Cada vez que salga un elemento “fundamental” en la trama que podría reventar todo el plan, y que luego siga estando ahí de forma secundaria pero los guionistas se olviden de él (2 chupitos)

10. Cada vez que Tokyo coja el arma con pose molona pero apuntando a sus compañeros o con el dedo en el gatillo.. (1 chupito)

11. Cada vez que Denver diga una garrulada nivel dios (1 chupito), si se ríe como Forrest Gump (1 chupito), si hace las dos cosas en un mismo diálogo (double shot)

12. Cada vez que pongan a Berlín haciendo un “gesto maligno” a lo señor Burns de los Simpson (1 chupito)

13. Si alguien del grupo de amigos menciona las palabras clave “veracidad”, “auntenticidad”, “inverosímil”, “guion”, “disparate”, “credibilidad” (1 chupito)

14. Si alguien del grupo la infravalora o la sobrevalora por el hecho de ser española (2 chupitos)

15. Si alguien menciona que tiene mucha “crítica social” (2 chupitos)

16. Si alguien dice que la trama no tiene que tener sentido porque es una obra de ficción.. (3 chupitos)

17. Si tienes la sensación de que en un episodio ha habido más folleteo, melodrama, culebrón, y filosofía de baratillo que acción, intriga o cualquier cosa que haga avanzar la trama (1 chupito)

18. Cada vez que parezcan completamente perdidos pero saquen un deus ex machina anterior donde el profesor había anticipado algo imposible y lo había solucionado (2 chupitos)

19. Si alguien intenta comparar la serie con películas como “Plan Oculto” de Spike Lee o similares.. (10 chupitos por pasarse de listo)

A todos aquellos que tras el visionario de la serie puedan hablar y se les entienda o caminar y no acaben con un coma etílico severo, mi más sincera enhorabuena, son verdaderos fans.

Una película de estas características juega en una liga particular, con ser entretenida y divertir ya cumple con sus objetivos dentro de cine con monstruos de verano, pero en este caso, se han ido a la forma de hacer de Asylum y sus “Sharknado” con el mismo nivel de tontería extrema en el guion pero sin aprovechar los 150 millones de presupuesto con los que contaban, que es una diferencia notable.

La dirección es de cachondeo y eso se nota desde el primer momento con las transiciones y los fallos de raccord que se marca el director, de Jason Statham cabe esperar que sea inmortal (debió ofrecer su expresividad a cambio de este don) y que pueda hostiar a tiburones prehistóricos con las manos desnudas si es menester, pero la parte imperdonable es que jamas te ríes con ellos, sino de ellos.

Frases como “era un riesgo calculado”, “cuando vea un peligro, nos iremos” o “has visto alguna vez un pez con traje de metal” mientras pasean por los mundos de yuppie a 8.000 metros de profundidad son tales insultos a la inteligencia del espectador incauto que no haya apagado su cerebro por completo, que el mínimo de dignidad que exigirían los comportamientos de según qué personajes, les llevaría a morir varias docenas de veces en esta película, pero aún así todo es inane, sin vida ni emoción de ninguna clase, ni sorpresas ni diversión ni seguir siquiera los esquemas clásicos del género.

El cgi no es particularmente bueno, varios de los secundarios que aparecen están como sin ganas pese a que habían demostrado talento en otros trabajos del pasado (no aquí, claro), al buen concepto de isla diversión le falta diversión y los monstruos ni siquiera tienen demasiada relevancia en una trama en la que Sergio Peris-Mencheta es Terminator y Wu Jing se alza como el personaje con mayor número de planes suicidas por segundo y el más hostiable de todos sin duda alguna, y ni siquiera es su peor película, que ese hombre ya había trabajado en “Zu warriors”, ahí es nada.

De este verano, sin duda me quedo con la más humilde y entrañable “Tiburón negro”.