"The hallow" comienza de manera interesante, como esas buenas películas de terror de casas encantadas o fantasmas traviesos, la historia tiene entidad dramática, los personajes están bien desarrollados, la película construye la atmósfera y los personajes poco a poco, con el suficiente mimo para que no suene todo a falso (como en la mayoría de películas de terror). A medida que avanza la película la historia pierde un poco de fuelle (quizás porque se adentra demasiado pronto en el terror puro) pero continua conservando la suficiente entidad para diferenciarla de otros productos de serie B. "The hallow" tiene buenos momentos, está rodada con gusto, las localizaciones y los actores son excelentes y el guión, aunque algo tópico, trabaja los personajes. No es que sea una maravilla de película pero en el panorama actual de películas de terror amateur, metraje encontrado o sagas exprimidas hasta la saciedad, encontrar algo clásico y bien trabajado, se agradece. ¿Sustos? Algunos, no demasiados, pero si efectivos. Dadle una oportunidad.

"Plague" es de esas películas que, utilizando una base aparentemente comercial, utiliza una historia común para construir una especie de drama indie que aburre mas que otra cosa. La historia de este grupo de personas escondidas en una granja y asediadas por una especie de zombies (la plaga del título) no es mas que una de esas películas baratas e independientes que pretenden llegar al gran publico escondiendo su condición. Reconozcámoslo, es un drama indie que bien podría tener cualquier otra premisa alejada del terror. La película basa su (escaso) encanto en los conflictos entre personas y esos zombies apenas aparecen durante una parte del metraje como simple excusa para continuar la historia y que el espectador crea que esta viendo algo que realmente le interesa, Si buscabais una película de zombies o un drama con tintes terroríficos, mejor escoged otra película antes que esta.

"La conspiración" es de esas películas que sin ser especialmente malas, si no las ves, tampoco pasa nada. Está bien dirigida y la historia no tiene nada del otro mundo pero ofrece una de esas historias de adolescentes en la universidad que siempre encuentra un público. Lo peor de la película es curiosamente lo que más nos hace acercarnos a ella: un Bruce Willis imitando los tics de Bruce Willis y sobre todo esa sensación de que la película no arriesga absolutamente nada. Su condición de thriller es tonto e insustancial que se dirige a un público adolescente y que lo trata de idiota cuando la historia tiene mimbres para hacer algo más denso o al menos algo menos insustancial. Una pérdida de tiempo envuelta en seda, pero una pérdida de tiempo.

Nuevo ejemplo de cómo Netflix pretende conquistar el mercado del cable con una nueva película mediocre, aburrida y sin personalidad. En primer lugar: ¿Por qué se repiten tanto los actores, historias y lugares en las películas de estreno del catálogo de Netflix? De acuerdo, todas esas películas baratas disfrazadas de indie para falsos intelectuales pueden resultar entretenidas la primer o la segunda vez. Pero cuando se repite la historia, ya aburre. De la misma manera que Netflix se ha empeñado en destruir la ya destruida carrera de Adam Sandler (con sus dos últimos despropósitos), también se ha empeñado en que el espectador “no americano” cancele su suscripción al canal por la avalancha de películas sin personalidad ni interés como “Shimmer Lake”. Y es una pena porque una dirección y producción apáticas tiran por tierra lo que era un guion correcto y unos excelentes actores. ¿Pero por que diablo está todo tan mal encajado en esta película? Y, además, todo suena a ya visto antes (y en Netflix). Este thriller melodramático que pretende beber de los mejores no es más que un cruce de tercera división entre David Lynch y cualquier director indie que está más preocupado por la música y la iluminación que por lo que una película debería ser: una historia.

¿Para que hacer una secuela de una película que no tenía la menor gracia? Con el original "Como acabar con tu jefe" te echabas algunas risas idiotas a costa de la nula química entre los actores y algunos gags realmente torpes en cuanto a la narrativa pero que funcionaban si previamente habías ingerido media docena de cervezas. Pero incluso la torpeza del original se pierde en esta secuela innecesaria y repleta de gags que nunca acaban de funcionar y parecen improvisados cinco minutos antes de rodarse. "Como acabar sin tu jefe" desaprovecha actores, situaciones y parece, en definitiva, una serie Z de "Resacón en Las Vegas". Con decir que ni tan siquiera consiguen una interpretación decente de ese talento que es Christoph Waltz. El problema de "Como acabar sin tu jefe" es un guión plano y sin la menor gracia, parece escrito a toda prisa por alguien cuyo sentido del humor ha pasado a mejor vida. Si os gustó "Como acabar con tu jefe" quizás sonriáis amablemente al ver de nuevo a los personajes de la primera pero nada mas. Aunque la verdadera pregunta es... ¿A quien narices le gustó "Como acabar con tu jefe?". Pues ahora tenemos secuela... apaga y vámonos.