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Críticas de Alfie
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Críticas 256
Críticas ordenadas por utilidad
8
5 de septiembre de 2009
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás injustamente olvidada, “El Techo” supone la continuación de una manera de hacer cine que hizo de la pareja De Sica-Zavattini la más importante en la historia del cine italiano. Soy consciente que hacer afirmaciones de este tipo es siempre arriesgado y a veces subjetivo. Pero ante hechos tan claros y poco discutibles es de justicia colocar a estos dos genios en el sitio que les corresponde. Y los hechos anteriores a esta cinta son claros: “El Limpiabotas”, “Ladrón de Bicicletas”, “Milagro en Milán” y “Umberto D”. Antecedentes que colocan, como ya hemos dicho, en un lugar menos preferente a este trabajo. Cuestión de tiempo, háganme caso. Creo que si se hubiera grabado diez años antes “El Techo” sería tan o más conocida que las anteriormente mencionadas.

El film es otra historia humana más, tratada y creada como tal. Esta vez en Roma. Allí, y en los años duros de la posguerra, Luisa y Natale son una joven pareja que se han casado pero que no disponen de medios para comprar o alquilar una vivienda donde poder formar una familia. Hartos de la situación vejatoria que supone el vivir con la familia de Natale, deambulan por Roma con la intención de buscar un trozo de terreno donde edificar su casa. Casa por llamarla de alguna manera, pero que supone su única oportunidad de no dormir en la calle. Para ello cuentan con la ayuda de los compañeros de trabajo de Natale (albañil) y con la condescendencia de las autoridades que una vez construido el tugurio poco o nada quieren saber del asunto. Evidentemente los actores son no profesionales y guiados por la mano excepcional de De Sica, con mucha experiencia en este tipo de trabajos, firman unas actuaciones soberbias, llenas de conexión y veracidad. Mejor ella que él pero ambos a la altura, sin duda.

Por otra parte se vuelven a apreciar los rasgos más importantes del mejor neorrealismo: esa vitalidad y energía de la cámara del cineasta se entremezcla perfectamente con ese romanticismo desgarrador que se nos presenta en el guión de Zavattini. Así el resultado vuelve a ser otra vez el mismo: una crónica veraz y fiel de las miserias humanas, pero contada de una manera cercana, cálida y que por momentos se acerca a lo emocionante. Este era el cine que triunfó una década antes y así es el cine que nos vuelven a mostrar en este trabajo. De ahí mi queja por el olvido al que se ha sometido a esta cinta. Con un neorrealismo más elaborado, el film pone en juego algo más: la solución a esa nauseabunda realidad que es capaz de dejar sin vivienda o sin comida a las personas. Además, se hace especial hincapié en la solidaridad que deben tener las gentes humildes entre ellas y se apuesta por un regusto no tan amargo al que estábamos acostumbrados anteriormente.

(Sigue sin “spoilers”)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alfie
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9
17 de julio de 2008
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Repaso a los acontecimientos más importantes en la vida del gángster más famoso de todos los tiempos de la mano de Richard Wilson. Tenía mucho interés en ver esta cinta, no muy conocida pero bastante atractiva por tratarse de quien se trata: el inmortal Alfonso Capone. Y como suele suceder en muchas ocasiones cual es mi sorpresa cuando me encuentro otro título fascinante, cargado de interés y que refleja perfectamente lo que fue y ha significado este personaje en la historia criminal de los Estados Unidos.

Pero todos los piropos y buenas sensaciones que deja la cinta tras su visionado se deben en gran, grandísima parte al Rod Steiger. Como titulo en la crítica a partir de ahora la cara de Alfoso Capone no será para mi la de Robert de Niro en "Los Intocables de Elliot Ness", sino la de Rod Steiger en la película biográfica del de Brooklyn. Soberbio, inolvidable papel lleno de fuerza, personalidad y reflejo fiel de lo que tuvo que ser el gángster en la realidad. Seguro que Gandolfini vió este film cuando le pasaron el papel para hacer de Tony Soprano. Además Richard Wilson lo dirige perfectamente y, en un tono de casi documental, hace un recorrido por el ascenso y caida de un "tipo" que creo una nueva clase de delincuencia organizada que hoy todavía sigue en vigor.

Completada con una buena fotografía, un mensaje interior tremendamente moralista en contra de esa manera de vida, por buenas escenas de acción y por acontecimientos recordados por todos e históricos (la matanza del día de San Valentín, condena por evasión de impuestos, huida a Florida, nacimiento del gran gángaster gracias a la ley seca, etc) esta película es una cita obligada para los amantes del género. Si difrutásteis con Hampa Dorada, Los Violentos Años Veinte o más recientemente con Uno de los Nuestros o Érase una Vez en América no dejéis de ver este fiel retrato del que fue sin duda The Big Boss, el gángster entre los gángster Alfonso Capone.
Alfie
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4
8 de junio de 2010
31 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alcanza el cine de los Dardenne en esta “Le Fils” su lado más contemplativo. Como ya hicieran en la aburridísima “Rosetta”, los cineastas belgas renuncian a cualquier tipo de narración o estructura dialéctica para contar una historia que durante gran parte del metraje se ahoga en la monotonía más absoluta. Y a mí esto no me gusta demasiado. Me parece una manera de hacer cine fría y que termina por aburrirme.

En otras muestras (“La Promesse”, “L´enfant” o “El Secreto de Lorna”) ese estilo que les caracteriza, de mirar, de poner la cámara cerca de los protagonistas y dejar que las cosas pasen, se mezcla muy bien con unas historias contadas magníficamente donde unos personajes, bien definidos y que se mueven en un ambiente urbano centroeuropeo retratado con acierto, protagonizan un cine social comprometido y bastante atrevido. Estas propuestas, sobre todo la fantástica “La Promesse” o la impactante “L´enfant”, se reivindican para mi gusto como lo mejor de los hermanos y sirven para mejorar y superar, por ejemplo, al Loach más reconocible.

Sin embargo, en esta película vuelven a desaprovechar muchas cosas principalmente por empeñarse en hacer de lo contemplativo el ingrediente principal de su producto. Así vemos como se desperdicia el enorme talento de Olivier Gourmet, actor de innumerables registros, que es siempre grabado desde atrás, poniendo su hombro por delante y dejando al espectador sin ver el rostro de una historia impactante a más no poder. O como el discurrir de los acontecimientos quedan resumidos en unos diez últimos minutos terribles y cuya calidad deja bastante en entredicho al resto del film.

Mirar y contar, eso me gusta de los Dardenne cuando hacen cine. De esta manera me han entretenido, me han gustado e incluso me han llegado a emocionar, con relatos contemporáneos que nos muestran sin tapujos los problemas más candentes del día a día de la sociedad europea. Cuando solamente miran, contemplan y no dicen nada, me llevan por un camino que por regla general no suele resultarme nada satisfactorio haciendo de sus películas un mero trámite a cumplir pero que rápidamente son borradas de la memoria. Esta vez tocó la de cal.
Alfie
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6
8 de octubre de 2010
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
En plena época dorada de los grandes estudios, un alemán de gran agudeza irónica abanderó con enorme personalidad el tan denigrado a veces género melodramático. Sus comienzos sin embargo no estuvieron aquí: proveniente de la industria cinematográfica alemana UFA (Lang, Wilder, Preminger…), donde comenzó como guionista, su desembarco en Hollywood le condujo a grabar policiacos y musicales para la United Artist, y eventualmente para la Columbia y la Universal. “Lured”, “Sleep, My Love” o la curiosa “Shockproof” son notables muestras de cine negro realizadas a finales de los cuarenta por el director de origen nórdico.

Pero es a principios de los cincuenta cuando, y tras aceptar el género impuesto por la famosa productora Ross Hunter, Sirk comienza a adentrase en el terreno melodramático. Y lo hace con esta “Magnificent Obsession” un film que adelantaría numerosos aspectos que desarrollaría con brillantez durante toda una década: películas con una fuerza febril enorme, con continuos ejercicios de estilo tanto en las formas como en el fondo o con referencias sexuales mordaces y una crítica social siempre presente en la recámara. Auténticas, como he leído por ahí, fotonovelas en color con un estilo hasta el día de hoy inimitable. Porque seguramente hay muchas producciones, sobre todo televisivas, de familias pudientes con innumerables conflictos e idénticos planteamientos, pero la diferencia es la misma que encontraríamos entre un trozo de sushi y un buen plato de jamón de bellota.

Puede que sea porque fue la primera en rodar pero a día de hoy ”Magnifient Obesssion” me parece bastante inferior a “Escrito Sobre el Viento”, “Imitación a la Vida” o “Solo el Cielo lo Sabe”. El salto generacional entre una de sus parejas preferidas (Wyman y Hudson) se me hace insalvable en esta historia de casualidades y causalidades, donde una vida continua porque otra debe desaparecer. Todo resulta como más forzado en un transcurrir de los acontecimientos que deja en evidencia la novela de Lloyd C. Douglas. Esto por otra parte viene a confirmar lo que muchos críticos siempre han pensado de Sirk: un director con una obra excelente basada en lamentables materiales literarios.

Truffaut, claudicando de nuevo, dijo de Sirk que hacía “cine que no se avergüenza de serlo…claridad, fantasía, virtuosismo” para llegar a la conclusión de que “es el autor más desconocido de todo el cine americano”. Sí, autor, de melodramas de gusto exquisito y cuya fuerza y technicolor son todo un ejemplo de cine de calidad, de cine comprometido.
Alfie
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2
24 de junio de 2010
21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los que le recuerdan en el ring hablan de un juego de piernas magnífico que le daba la posibilidad de boxear sin apenas cubrirse. Puro movimiento. Viendo peleas suyas, como la final contra Howard Winstone en el ´68, uno puede entender aquello de “no se desplazaba por el cuadrilátero, volaba”. Al brujo galés le cayeron hasta en el cielo de la boca. Extenuado y con un ojo tapado totalmente por un potente crochet de derecha, no tuvo más remedio que ceder el cetro de campeón mundial del peso pluma a nuestro José Legrá. Velocidad de la luz para un artista del boxeo, el Curro Romero de los guantes, enseñado en la escuela cubana más estilista y que derrochaba clase allá donde peleara.

Nacido y criado en Cuba (Baracoa, 1943) José Legrá vivió una época donde ser niño significaba también trabajar: limpiando botas, repartiendo periódicos, guiando a los turistas. Ya desde muy pequeño sus dotes pugilísticas salieron a la luz comenzando su carrera como amateur en La Habana. Luego llegó Castro, los comités de defensa de la revolución y la prohibición del deporte profesional. José se tuvo que ir a México y luego a Miami, donde coincidió con un jovencito llamado Classius Clay y que empezaba a enamorar por entonces practicando el “vuela como una mariposa, pica como una abeja”. Después, su preparador Kid Tunero, lo trajo a España desde donde creció como púgil hasta llegar a convertirse en un campeonísimo. Y de ahí…a El Pardo donde Franco recibió a un negro (aunque él siempre se consideró mulato) con honores de héroe. Grande.

Hace poco salía en un semanal una entrevista donde las reflexiones de un hombre curtido, sufridor de su profesión, un jornalero de los guantes, lo destapaban como un tipo tranquilo, sereno y amansado por el paso de los años. Ahora, por lo visto, es relaciones públicas de una empresa de seguridad y anda tranquilo por una vida que en otros tiempos, en los difíciles, fue frenética. Como confiesa al periodista Vítor Rodríguez en la entrevista publicada en el Magazine de El Mundo de Noviembre de 2008 “de salud estoy bien; de dinero, regular, y de amor, mejor que nunca”. Pues eso, un gigante de los cuadriláteros que merece ser recordado, aunque sea en una pantalla de cine.

¡Ah! la película: un mojón. No pierdan el tiempo. Váyanse a Youtube y vean a don José Legrá boxear. Les merecerá la pena.
Alfie
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