Tienen narices los comentarios que abundan aquí sobre esta película. Una radiografía de la España atrasada... de la España negra... de la española reprimida... un guion cuajado de subtextos, simbolismos y bla bla bla...
Cuánta memez.
¿Dónde se ha visto una mujer española puritana, reprimida, que llegue al extremo de acuchillar sin ton ni son a las extranjeras que se hospedan en su casa por el mero hecho de exhibirse en bañador o por haber tenido un hijo fuera del matrimonio?
Estamos ante un film de horror puro y duro. Una demente asesina y no más. No hay radiografía que valga, no hay representación ninguna de seres reales, no hay referente en la España de Franco ni en la España de ningún tiempo. Esta película sólo pretende horrorizar al espectador y, a la vez, alimentar su libido. Y si lo primero no lo consigue, porque el guion es muy flojo, muy descuidado, o muy bestia, lo segundo sin duda que sí: las escenas de Esperanza Roy con el joven Víctor Alcanzar son de lo más erótico que ha dado el cine español de la época, tanto que dudo mucho que, aun en 1973, esta película haya podido exhibirse sin cortes.
Pero, con todo lo anterior, reconozco que estamos ante un film interesante, y no sólo por las interpretaciones admirables de Aurora y Esperanza (qué nombres de mujer más hermosos, por cierto), sino por la escenografía y puesta en escena, que crean eficazmente la atmósfera macabra.
Una lástima, para los que somos aficionados al género, que esta historia -que podría haber sido muy buena- pretenda sostenerse en un guion tan endeble. Cabe, desde luego, que un personaje como el que encarna Aurora Bautista comete crímenes tan atroces, pero ello requiere una mejor elaboración, unas habilidades narrativas y psicológicas de las que este director indudablemente carece. Porque hasta el aficionado más recalcitrante al cine de terror exige una cierta lógica y coherencia en el comportamiento de los psicópatas y demás monstruos.

"The last sunset" sería uno de los mejores y más completos westerns de la historia del cine si:
- 1.- Los dos actores principales estuvieran a la misma altura. Hudson es mucho más alto que Douglas pero no le llega a la suela del zapato en fuerza interpretativa.
- 2.- La actriz principal, Dorothy Malone, no apareciera en cada secuencia como recién salida de la peluquería y con los labios perfectamente pintados. No lo digo sólo porque esa actriz sea tan guapa que no necesitaría ninguna estheticienne a su servicio sino porque el personaje que encarna se pasa la película conduciendo un carromato en durísimas condiciones y no puede resultar más falso que aparezca siempre tan acicalada.
- 3.- Si en algunos momentos el propio realizados no incurriera también en excesos esteticistas. A veces la cámara se recrea en exceso en las escenas importantes, sobre todo en la parte final, tan solemne. No me gustan los westerns demasiado preciosistas, y éste va un poco por ahí.
El resto es perfecto.

Una película espléndida de Corneau desde varios puntos de vista, pero frustrante en cuanto a la credibilidad de la historia y de sus personajes.
Está claro que Corneau sabe hace cine de acción, sabe dotar a sus films de tremenda fuerza visual, no sólo en cuanto a los actores (aunque está claro que juega con ventaja, ¡menudo elenco el de este película!) sino en cuanto a los objetos, los decorados, tanto los urbanos como los rústicos. El espectador queda fácilmente prendado de lo que ve.
Pero el problema de Corneau es que descuida -quizá no le preocupa cuidarla- la psicología de sus personajes. Sus personajes actúan casi siempre de una forma abrupta, recurren a la violencia -contra los demás pero también contra sí mismos- con una facilidad exagerada, y se echa en falta a menudo la motivación.
Una pena porque ésta, que es quizá su mejor película, podía haber sido una obra magistral si hubiera habido algo más de indagación en la interioridad de sus protagonistas.

Aprovecho la posibilidad de reseñar esta película, excelente en todos sus aspectos, para referirme al hecho extraño de que un hay remake en color, de calidad no tan alta pero también considerable, del que no encuentro referencia alguna en libros ni en páginas de cine (está disponible en el catálogo de Flix Olé). Tiene el mismo título que la original de Melville, "León Morin, prêtre", y está dirigida por Pierre Boutron, pero no conozco a los actores y ni siquiera sé su fecha de estreno. Sólo puedo consignar que el guion, adaptación de la misma novela de Béatrix Beck, está escrito por Emmanuel Carrière, lo que es toda una garantía.
Y, para colmo, existe otro remake francés de la película, "La confesión", de 2016, que esa sí está fichada en FilmAfffinity, aunque sin reseña alguna.

Quienes sólo se avengan a ver grandes películas, aunque sean tabarras, no deben rebajarse a ver ésta. Pero quienes aprecien el encanto de las obras menores, si están hechas con clase, con elegancia, y más si son aficionados a las historias criminales y a los temas psiquiátricos, tienen aquí la oportunidad de disfrutar de setenta minutos de muy buen cine. El joven Vincent Price hace ya magníficamente su papel de villano (con matices), lo mismo que la bella y desalmada Lynn Bari. El trazo psicológico del resto de los personajes es aceptable. La fotografía y ambientación, muy gratas. Sólo la conclusión del film resulta algo precipitada (lástima de diez minutos más de metraje).