Film colosal, excelente a nivel global y al detalle, donde el director se aplicó y dedicó lo mejor que tenía dentro, dirigiendo a excepcionales actores, que les sacó lo mejor. Mi nota sería un 9.5.

Recientemente volví a verla, despúes de muchos años, y me gustó más.

En 1966 Michael Caine interpreta a Alfie, un joven mujeriego. En 2004, Jude Law, interpreta a Alfie, en una nueva versión, que dirige Charles Shyer.
En 1972 Michael Caine interpreta a Milo Tindle, un ex peluquero y propietario de unos salones de belleza, en La huella. En 2007 Jude Law, vuelve a interpretar a este personaje en una nueva versión de La huella, pero esta vez, no es peluquero, es un chofer, como Alfie, que casualidad.
Y el guión no es del autor de esta obra de teatro, Anthony Shaffer, sino de Harold Pinter.

Sí has visto La huella de 1972, se debe intentar ser objetivo, a la hora de juzgar, esta interesante versión, sí bien tiene aspectos muy buenos e interesantes, como obra de teatro, y también como cine, para mí gusto, la primera versión cinematografica, es más absorbente y más cinematográfica, tal vez eso me hizo puntuarla mejor, y esta peor. Pero aún me veo lejos del radicalismo reinante y predominante de las críticas.

Al kinésico Tim Roth, buen actor, cuando tiene buen material,....aquí se queda limitado por el guíon y el refrito de las investigaciones del doctor Pául Ekmán y la PNL, que son el gancho de la serie, ... muy interesantes las fotos y explicaciones de famosos y casos reales.
Sí, la propuesta es original, pero no suficiente, hacen falta tramas sólidas y originales, inteligentes guiones, etc.
Conclusión: esto no lo salva ni Tím Róth.

Es una de las películas más influyentes de todas cuantas se han realizado, obra clave del expresionismo alemán.
La fundación Friedrich Wilhelm Murnau ha restaurado el film, acercándose lo más posible a las intenciones de Murnau, tanto en la duración como en el trabajo de fotografía, y todo a partir de copias encontradas en el mercado internacional, hasta donde no pudieron llegar los abogados de la viuda de Bram Stoker, que ganó un juicio contra los productores, consiguiendo una orden judicial para que destruyeran todas las copias de la película, pues Murnau no pudo conseguir los derechos de la obra original de Stoker, y cambió los nombres de los personajes y localidades, para posteriormente ser denunciado por la viuda del insigne escritor.

Película con una conseguida puesta en escena y cuidada en sus detalles, es una obra gótica, con suspense, donde nos transmiten un aire asfixiante y frio. Ridley innovó con este filme dentro del género, con diseños espectaculares (naves, trajes espaciales, etc.) buenos efectos especiales y el monstruo, del dibujante Hans Rudi Giger, que ha pasado a la historia. La película, con buena música y correctitas interpretaciones, se ha convertido en un clásico.
Con espasmos y contracciones sobre la mesa, nos quedará grabada esa imagen: el parto del Alíen, de las entrañas de aquel astronauta.