Interesante película de póquer en el que el juego queda relegado a un segundo plano. Si bien la trama gira siempre en torno a las mesas, la gracia del film radica en los personajes y sus relaciones, en un acertadísimo Edward Norton y en un buen guión. Entretenida, consigue centrar la atención del espectador durante las casi dos horas que dura, y no se hace pesada ni aburrida en ningún momento. Final abierto que deja con un sabor agridulce.

Cuando vi esta película, en primera instancia la voté con un 7, por mantenerla en la media. Al final de la peli me sentí estafado. ¿Qué diablos he visto? No entiendo nada de lo que ha pasado ¿Por qué demonios había dos ancianitos diminutos que se ríen de Betty? O como se llame en realidad, que no me ha quedado muy claro. Luego leí un par de críticas con spoiler y algún comentario por ahí perdido y empecé a entenderlo todo, o al menos lo que había entendido el resto del mundo. En ese momento pensé que sí, que la película estaba bien, simplemente yo no había sido capaz de comprender, de captar el trasfondo. Todo muy bonito, muy onírico, la perfecta precisión de los detalles y las pequeñas pistas que David Lynch dejaba en cada escena. Por Dios, en ese momento me di cuenta de que todo era un puzle construido con mano de cirujano. Así que si la película era tan perfecta, ¿quién era yo para desmerecerla? Le otorgo un 7 para mantenerla en su media y me lavo las manos. Un tiempo después, viendo Lost Highway, empecé a recapacitar sobre Mulholland Drive sus supuestas virtudes, y me dije, que diablos, vamos a darle la nota que se merece. Así que ni corto ni perezoso me dispuse a darle un generoso 3 por algún que otro motivo: la preciosa canción de Rebekah del Rio, las ropitas que se calza la Naomi Watts y las tetas de Laura Elena Harring. Y ya está. Porque si al acabar de ver una peli no tienes ni idea de qué has visto, no es porque uno sea tonto, o no alcance a comprender la magia del visionario Lynch, sino porque la peli en cuestión no tiene ni pies ni cabeza y, en lugar de contar una historia, suelta cuatro escenas absurdas para que su séquito de acólitos lo alaben de nuevo. No tiene ni pies ni cabeza y por este motivo no merece una alta calificación, sino todo lo contrario.
PD: Aún no he encontrado nadie que explique con claridad que significa la escena de los dos tipos en la cafetería ni que tiene que ver con la historia. A ver si alguien es capaz de mostrarme el camino a la luz.

Película entretenida, con un buen argumento y una puesta en escena bastante impresionante. Creo que ha sido injustamente tratada y que se ha machacado demasiado. Como adaptación es buena, y como película es mejor. Los personajes son tratados con la profundidad adecuada y la mayoría son excepcionalmente interpretados. Merecen mención aparte Rorschach y la intro, tremendamente emotiva (toda la banda sonora en general es sobresaliente).

Me siento obligado a hacer una crítica a esta película por un sencillo motivo: es la primera película de Linklater que me decepciona. No es que sea mala, no es que me aburra; es que no me la creo. Al menos en su mayor parte. Los diálogos entre los protagonistas están basados en problemas reales, claro que sí, pero no hay nadie tan ingenioso, cultivado y mordaz en una situación real. La escena de la comida entre amigos en general me parece pretenciosa y hasta ridícula. No se, estoy escribiendo la crítica justo después de haber visto la película y ni siquiera soy capaz de concretar que es lo que me mosquea de la misma, pero tengo claro que me ha decepcionado. Insisto que no quiere decir que sea mala, pero sí que está bastante por debajo del resto de la saga.

De vez en cuando me gusta ver películas facilonas, de esas que entretienen sin más, cuentan una historia más o menos bonita de amor que se tuerce pero acaba arreglándose. De esas que acabas de verlas y te enternecen, o te hacen sentir algo por dentro. Cine de ese independiente que no lo es tanto. Pero con ésta no ha sido así. Esperaba precisamente eso, una historia bonita y sencilla, pero no algo ridículo. Desde el momento en el que él decide convertirse en el hombre perfecto para ella, todo empieza a caer cabeza abajo, con situaciones ridículas y cada vez más inverosímiles. Las escenas se hacen laaaargas e insoportables, tuve que hacer varios parones y ver la película a cachos porque me exasperaba ver cada embrollo en el que se veía envuelto el protagonista. Ni siquiera la cada vez más interesante Evan Rachel Wood es capaz de levantar este bodrio. Lo siento, pero esta vez no.