"Maggie" me parece una película realmente triste, me produce muchísima tristeza, me deja un regusto amargo y me gusta mucho. Es de esas películas que no me importa ver una y otra vez. Una película que habla de amor incondicional de un padre por su hija a la que le queda muy poco tiempo para disfrutarla y a la que un maldito virus que azota USA y que está convirtiendo a la gente en infectados le ha truncado la vida cuando la tenía toda para ella, cuando estaba empezando a amar y a ser amada por el chico que le gusta por primera vez, cuando tenía una familia que la adoraba y extrañaba. Como muy bien afirman otros usuarios, podría haber sido cualquier enfermedad, pero el darle ese toque de infección de un no muerto la hace aún más espeluznante porque aquí esa persona infectada poco a poco se va a ir pudriendo por dentro y por fuera y se va a ir convirtiendo en alguien temible, alguien a quién ya no se conoce ni nos va a conocer, cuando esa persona empieza a olerte como si fueras su comida del día, cuando ya no puede controlar el impulso de morder y matar ni a los que más quiere. Nunca he sido fan de Schwarzenegger como actor, pero aquí sinceramente me han entrado ganas de darle un fuerte abrazo y llevármelo a casa para protegerle. Me parece que, por primera vez, se ha desnudado emocionalmente en una película y me ha gustado mucho. Ha creado una complicidad extraordinaria con la joven Abigail Breslin, niña prodigio de la actuación con un montón de película a sus espadas a pesar de su juventud y que aquí nos trae una maravillosa actuación como Maggie. La película es el debut como director del joven Henry Hobson y Arnold se enamoró del guión y decidió apostar por ella y actuar sin cobrar ni un sólo céntimo. Se rodó en tan sólo 25 días en Nueva Orleans. Junto a Breslin y a Arnold está la siempre infravalorada y desaprovechada hija de Vanessa Redgrave, una Joely Richarson que interpreta aquí a la mujer del austriaco, que quiere a Maggie como si fuera su hija y que quiere apoyar a su marido en su decisión de mantenerla en casa hasta el último momento pero que no puede evitar sentir terror cada día que pasa cuando se cruza con ella. Yo la recomiendo.
Un saludo,
Tess

Lo que hacen directores como Woody Allen o Clint Eastwood, traernos prácticamente cada año un nuevo trabajo en el que se involucran totalmente no sólo en la dirección, sino también en el guión, es para quitarse el sombrero, son unos auténticos genios. Yo no soy una fanática de Allen, en este caso, pero sí que me interesa todo lo que hace y no se puede negar que la facilidad con la que el neoyorquino se saca de la manga una historia es asombrosa. Para mí, Allen es todo un romántico y, a pesar de que esta película no se puede considerar una obra maestra, sí que es un trabajo más que notable de este inteligente director. Ya el hermoso título de la misma nos deja ver que Allen vuelve a apostar por el amor. Y tiene una nueva musa para ello, una todoterreno Emma Stone que volverá a estar a las órdenes del director en su nuevo proyecto y una maravillosa actriz que se está comiendo el cine por méritos propios. Yo la descubrí en "Crazy stupid love" y ya me conquistó. Aquí está simplemente perfecta como esa médium que tiene desconcertado, ni más ni menos, que al escéptico Colin Firth. Nunca pensé que mi adorado Firth, actor dramático maravilloso, se fuera a poner a las órdenes de Allen y demostraría su lado cómico de esta manera, pero una vez que te metes de lleno en la película, te das cuenta de que Firth encaja perfectamente en el perfil de Allen. Quizás el fallo que le veo a la película es que desaprovecha totalmente a unos secundarios de lujo como son Marcia Gay Harden, de la que prácticamente no se disfruta nada, o una Eileen Atkins que es, quizás, la que puede lucirse algo más, pero muy poco para lo que nos podrían haber regalado.

Cada día me gusta más Icíar Bollaín como directora, cada día me sorprende más positivamente y aquí no ha dejado de hacerlo con una película de la que yo no podía ni imaginar su existencia.

"Maixabel" es una de esas películas que te dejan pensando largamente tras finalizar su visionado, de las que te hacen recapacitar, cuestionarte cosas, debatir, y trata un tema realmente duro como es la muerte de una persona, en este caso el que fuera gobernador civil del País Vasco, Juan María Jáuregui, a manos de tres sicarios de la banda terrorista ETA de un cobarde tiro en la nuca en el año 2000.

Desde luego, la historia de su viuda, Maixabel Lasa, y la decisión que tomó de reunirse cara a cara con dos de esos asesinos es digna de admiración, grandiosa la capacidad de esta mujer de perdonar y de dar una segunda oportunidad a esta calaña, permitiéndoles pedir perdón y aliviando el peso que cargan en sus espaldas con tanto arrepentimiento. Yo no creo que fuera capaz de dar ese paso y de tener esa capacidad de perdonar, debe de ser algo horriblemente duro y más sabiendo que tu hija y tus amigos no entienden que tomes esa decisión.

¿Es posible que el arrepentimiento de estos asesinos sea real? ¿Puede cambiar verdaderamente una persona así? Son muchas las cuestiones que se plantean aquí.

Blanca Portillo está sublime, maravillosa, espectacular, mimetizada con la verdadera viuda de Jáuregui, quien aparece en la última escena de la película como una más de las que acuden al homenaje al político vasco y es que la Portillo capta cada detalle del físico de la viuda y de su manera de vestir, está perfecta. Luis Tosar es un monstruo de la escena y, una vez más, nos regala una actuación llena de matices.

También están para mí enormes la psicóloga de la cárcel que propicia los acercamientos entre presos de ETA y familiares de víctimas de la organización, una Tamara Canoso maravillosa, y uno de los otros dos etarras que quitaron la vida a Jáuregui, un Urko Olazabal espléndido. María Cerezuela como hija de Maixabel está correcta.
Muy buena película, dura y emotiva, merecedora de gran reconocimiento para todo su equipo.
Un saludo,
Tess

La verdad es que estaba loca por ver esta serie francesa, inspirada libremente en la maravillosa e impactante serie británica "Broadchurch". Quería comprobar por mí misma si era tan fallida y absurda como la gran mayoría de críticas que había leído afirmaban.

La verdad es que su director, el francés Jean-Xavier de Lestrade, ha sido valiente a la hora de hacerse cargo de este remake, de intentar dar su versión de una serie tan potente como era la original y creo que no lo ha hecho tan mal como otros afirman.

Quien haya visto "Broadchurch" la encontrará bastante inferior a ésta, pero es que la serie británica es otro mundo, de un nivel espectacular y no es posible llegar a ella, ni siquiera su remake americano, "Gracepoint", lo consiguió. "Gracepoint" era un remake mucho más fiel y casi idéntico al original pero aquí el director francés le ha dado una versión diferente con final distinto, con diferente culpable y la ha ambientado en un pequeño pueblo de la costa de Córcega, maravilloso él, llamado Malaterra, queriendo situarla en la temporada de verano, queriendo contraponer la oscuridad de los hechos contados con la belleza y la luz del lugar.

Los actores están correctos. Tenemos a un interesante Simon Abkarian como el capitán de comisaría que investiga el asesinato del pequeño Nathan, a una correcta Constance Dollé como su ayudante, al que fuera pareja sentimental de la actriz francesa Ludivine Sagnier, un atractivo Nicolas Duvauchelle, a una delicada Louise Monot, una interesante también Catherine Hiegel, en definitiva, unos actores cumplidores y a mí no me ha molestado en absoluto esta versión corsa de una de las mejores series de los últimos años, "Broadchurch".
Un saludo,
Tess

Qué bonita película esta "Malèna" y al mismo tiempo qué triste. Qué paisajes de la bella Sicilia, lugar que la vida me ha dado la oportunidad de conocer de primera mano. Qué cerrados, a veces, los habitantes de esos pequeños y humildes pueblos y cuánto daño pueden hacer con sus largas lenguas y sus vidas vacías.
Giuseppe Tornatore dedica esta película a su padre y se saca de la manga una maravillosa historia sobre la envidia, la estrechez de mentes y el despertar sentimental y sexual de un adolescente de 12 años. Ese adolescente es, para mí, el alma de la película, interpretado magistralmente por un chico de 15 años llamado Giuseppe Sulfaro sin experiencia en la actuación y que no había visto en su corta vida el cuerpo desnudo de una mujer hasta que Tornatore le eligió para ser Renato en este film.
Sulfaro está perfecto en un papel lleno de miradas y gestos. Junto a él, la bella Monica Bellucci ue tendría que aprender el dialecto siciliano para meterse en la piel de la envidiada y deseada Malèna. La Bellucci no tendría que hablar mucho en la película ya que ésta lo dice todo con sus miradas y sus gestos, con su movimiento y su melancolía. Creo que la italiana está impecable y no podría imaginar ya a otra actriz como Malèna.
La música del maestro Ennio Morricone me pone los pelos de punta, me llega al alma, me toca con esa tristeza que no deja de invadir todo el tiempo a esta película.
Muchos se quedarán sólo con el físico de Monica pero "Malèna" es algo más. Es ese odio irrefrenable por lo bello, esa envidia malsana que corroe al que no puede tener lo que otra tiene, ese poder de poder decir lo que se nos de la gana aunque con ello se pueda destruir la vida de otra persona y no sea cierto, es ese poco respeto por la situación personal de otra persona, la falta de empatía, el deseo y el amor no correspondido y todo ello con la segunda guerra mundial de fondo y la situación de una Italia empobrecida que sufre las consecuencias de las decisiones de un tal Duce.
Un saludo y Buena Fortuna, Signora Malèna.
Tess