La manera en que se ha estructurado se ofrece cuidada, pero despierta escaso interés lo narrado. Es consciente de si misma y su potencial; un tanto pretenciosa, aunque se ofrezca al espectador con escenas delicadas y tiernas.

No me ha convencido, la abandoné al quinto episodio; perdí demasiado tiempo en ella. No resulta tan inteligente como desea aparentar. Su calidad es aceptable pero existe mucho cartón piedra en la trama, con sólida apariencia. Solo apariencia.

Me enfadé, por el tiempo que me hizo perder. Hubiera debido dejarla mucho antes. Lleguemos al convencimiento, cuando algo no nos gusta, que aunque los minutos y los episodios vayan transcurriendo, generalmente si no nos ha entretenido desde el principio, tampoco lo conseguirá al final.

Los gemelos Juan y Raúl del Pozo, con experiencia profesional anterior, construyen eficazmente sus personajes... La enfermedad de uno de ellos Maza, en la película, es el eje fundamental sobre el que se asienta la historia.

El cine es maestría, belleza, sensibilidad... lo que nos atrapa y buscamos. Desde siempre, ha sido complicado combinar la parte artística y la financiera. El dinero que se invierte en una producción ha de rentabilizarse, es por ello que en ocasiones no se arriesga, se toma el camino seguro... pero...

Dani de la Torre, ha creado una bonita historia funcional, habilidosa, que se resuelve con esmero y destreza. Final brillante, nostálgico (no es spoiler pues no desvelo trama) donde el propio espectador ayuda componiendo el ajuste de todos sus elementos.

Me ha sorprendido el afecto que le tomas a esos chiquillos, con los que tan solo convives visualmente, algo más de una hora y media.

Habría que dividirla en dos partes, ambas muy diferenciadas. La primera, tal vez la más interesante, presenta a los personajes y lo hace de la mejor manera: Un convento de la Edad Media donde ambos crecen y se forjan, incluso sabiendo que no seguirán caminos paralelos.

Lo que si resulta plasmado con acierto, es la amistad de sus protagonistas. Un guion que prometía importante argumento y a medida que avanza no responde a las expectativas creadas. Aunque la propuesta era estimable, algunas partes no han sido bien aprovechadas a lo largo de su último tercio.

Se rescata la amistad, y ese sentimiento leal, en ocasiones confuso, muy bien trasladado por Stefan Ruzowitzky, su director.

Dado los tiempos que vivimos, donde a los humoristas se les limita su capacidad para acometer su trabajo con libertad, debido a todos los colectivos que se ofenden... (Soy homosexual, y me he reído siempre un montonazo con los chistes de mariquitas y las parodias que han hecho sobre nosotros, los profesionales del humor) Pero evidentemente, no todos son tan tolerantes ni consiguen situar ciertas cuestiones prosaicas en el lugar que les corresponde... Y el humor como género, en la actualidad, casi ha desaparecido. Una lástima.

Dicho esto, comentaré lo arriesgado que debió resultarle a Diego Galán, el director de este divertido y aleccionador documental, acometer un producto tan arriesgado, subrayando aspectos que hoy no se entienden, sobre comportamientos pasados. Y es curioso... pese al riesgo, fue nominado a los premios Goya, algo que aplaudo y alabo. Aunque... claro, este documental fue producido hace siete años, donde el corsé de Escarlata O´Hara no era tan prieto.

Hace falta un poquito más de sensatez... sensata... para recuperar el humor directo y clásico, donde todo eran parodias libres e hilarantes, y nadie se ofendía por ello.

Por último, darte las gracias por haber leído hasta aquí. y te pediría con humildad que votases dedo abajo o arriba, según tu criterio, a esta crítica basándote en la necesidad por modificar o mantener los actuales cánones del humor... Gracias.

Comienza bien, incluso piensas que te encuentras ante uno de esos productos que perfectamente hubieran podido pertenecer a la mente creativa de la factoría Hitchcock, con ese tipo de estructura atractiva y tensionada... Pero... no. Al poco tiempo se pierde en el laberinto del absurdo, que siempre supone una salida atractiva, cuando las ideas se agotan y se pretende ofrecer un guión diferente y de supuesta originalidad.

Pues no, ese no es el camino. Como buen consumidor de cine, lo único que pretendo es que una película me entretenga, contándome cualquier historia. De verdad, cualquiera... solo pido que esté bien narrada; no me interesa el tema. No tengo preferencias y soy muy disperso en gustos. Por poner un ejemplo, odio las películas sobre la Guerra Civil, siempre se mueven bajo los mismos patrones y esquemas. Pues os cuento: Hace un par de días vi LA TRINCHERA INFINITA, y me sedujo hasta tal punto que la he valorado con un 9, algo poco habitual en mí.

Con ello lo que quiero decir, es que da igual la temática, lo único que me interesa es la narración del cuento. Y en este cuento: "Lo que esconde Silver Lake" las premisas no están bien narradas.