Si hiciera falta una película para considerar a Nieves Conde uno de los mejores directores de cine español (mejor que casi todos los que han venido después), es esta.
Para apreciarla hay que partir de los presupuestos que la misma película transmite. Hugo es un escritor, dotado de una gran imaginación, pero sus novelas no son aceptadas porque la moda entonces era el realismo social. Él dice
que la fantasía, si es buena, engendra la propia verosimilitud. Teoría del arte justísima.
Y la película es como una novela de ese escritor. No revelo nada de la trama, porque es esencial en este film desde el primer momento hasta el último. Todos los detalles encajan a la perfección
Por cierto, la película empieza con una noche de tormenta y de olas gigantes en Gijón y acaba igual (no creo que esto sea spoiler).
Destacar las actuaciones, principalmente de Emma Penella. y e l ambiente del barrio de Embajadores, con el mítico Teatro Pavón que hoy, más o menos modificado, sigue en pie.
Muy divertidas las actuaciones de revista, con esa fila 0 en la que los tíos iban a ver piernas, el equivale al strip-tease de después.
Los diálogos son precisos, sin retórica, bien recitados como sabían hacerlo los actores y actrices de entonces.
Es sabido que muchos españoles (y españolas) tienen una cierta alergia al cine español. Se les curaría viendo películas antiguas como estas y no viendo algunas de las últimas de Almodóvar.

Poco que añadir a lo que aquí se ha dicho. No suelo ver series, a no ser que vengan recomendadas por críticas como estas.
Es una obra maestra en descripción de una cultura, de unos personajes, de lo que es la familia en cualquier latitud.
Retrata de manera magistral la sensibilidad yasídica, y, casi en general, judía, con esos recovecos de interpretaciones y un agudo sentido del humor.
Personajes como el de Akira son inolvidables, también por el intento de apuntar a una ortodoxia más rica, flexible y humana.
Son dos temporadas pero podrían haber sido cinco o diez, porque la materia del relato estaba enfocada del mejor modo posible.

Hay que tener ganas para seguirla, porque es obsesiva. Todo contribuye: los planos cortos, la escasa movilidad de la cámara, el color sepia y sobre todo una música muy buena pero terrible.
Todo es lento, como sí se tratara de impacientar al espectador.
El misterio está muy bien tratado, aunque, como es obligatorio en este tipo de planteamientos, la solución no existe y todo queda abierto a cualquier interpretación.
Jake, como de costumbre, borda las escenas, porque su expresión habitual es de por sí misteriosa. Y la Laurent contribuye muy bien a preservar el enigma.
Lo que no entiendo nada es lo de la araña.

Me he asustado cuando he visto un 10 a la cabeza de estas críticas. Es una película beata de lo alternativo, pero con todos los tics de la beatería. Hay momentos de un sentimentaloide que dan asco, como el tipo hablando al cadáver de su mujer muerta.
Parecen boy scouts jugando a ser salvajes. Muy ridículo.
Y cuando la hijita empieza a cantar en el entierro...alternativo, ¿qué me dicen?
No entiendo cómo la estupidez puede llegar tan lejos.
Y lo de Chomsky, ¿a qué viene? Vive en el sistema, como todos. Porque el antisistema es parásito del sistema. Que el mundo es una mierda lo sabemos, pero no hace falta echar las cenizas de la madre muerta por el cagadero.
De verdad, muchas de las críticas a esta película me han hecho dudar de esta página.
A quienes no la hayáis visto: no perdáis el tiempo.

Me da no sé qué añadir esta crítica, como si la película fuera importante en algún sentido.
Decir que se basa en el Decamerón es no haberlo leído. Esto es una serie de sinsentidos, trampeados con un lenguaje fucking y con un guión propio de alguien que ha visto poco cine bueno en su vida o si lo ha visto no ha aprendido nada.
El único objerivo de esta crítica es avisar de que no vale perder el tiempo con este engendro soso.