Una obra maestra. Unas interpretaciones magistrales dentro de un espacio demasiado reducido. De no perder, ni olvidar.

Considero que el fallo es el momento histórico elegido... no soportaba a Lady Di en vida y revivir una muerte tan manida... Todos coincideremos en que lo mejor de la película es una Helen Mirren embutida en el más horrible vestuario de toda su filmografía. Sigo sin creerme al bueno de Tony Blair.

Se me hizo eterna, tanto bicho, tanta muerte, tanta crueldad... excesiva en todo. Lo mejor de la película es el mono, la verdad es que es lo único que se mantiene creíble durante las interminables tres horas de duración de este tostón.

Siempre recordaré esta película por la teoría sobre los calcetines que expone el personaje de Nicholson, una gran forma de explicar la monotonía de la vida conyugal.

Es una auténtica chorrada. Plantea un mundo increíblemente superficial que ni siquiera puede llegar a ser gracioso. Una pena de tiempo y de dinero.