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Críticas de candlebox
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Críticas 36
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
5
1 de junio de 2017
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera cinta (creo) del conocido director Jonathan Demme, recientemente fallecido, con todo el chapuceo de una producción B, y de director (y probablemente también equipo) principiante.
Entre tanto jaleo y alguna teta que asoma por aquí y por allá, nos encontramos con que la directora de la prisión no es otra que Barbara Steele, especialista en cintas terroríficas de la Hammer, también recordada en el revival de "Sombras Tenebrosas" de 1991 como la doctora Hoffman. Además, vemos a la blonda Roberta Collins (con algún recorrido sobre todo en telefilmes o de invitada en series de TV) y un largo etc. de desconocidas actrices que afortunadamente están siempre dispuestas para "las escenas de ducha." La película serpentea entre una que otra "peleita" de "perras en celo enjauladas" y que por supuesto termina desembocando en el inevitable motín y venganza, muy al estilo de películas como "Women's Prison" (1955,) a la que me recordó al revisionarla, claro, con menos ropa y mas escenas acaloradas y con la Steele haciendo de sádica alcaide de prisión en vez de una mas recatada, mas no menos malvada, Ida Lupino.
Definitivamente una película muy kitsch, que tiene como único valor formar parte de un sinnúmero de películas que se rodaban en los años 70s y que hoy han pasado a ser poco más que rarezas.
Ah, lo mejor de la cinta está en aquella escena (casi al comienzo) en que una de las prisioneras tiene un acalorado sueño contra las rejas, (que incluye al inevitable "galán manos largas") y en la que queda demostrado los problemas de la abstinencia prolongada, lamentablemente una de las guardas tenía que llegar a (macana en mano) interrumpir el tórrido momento, anunciando que era la hora de levantarse... al menos esta escena consiguió impresionarme cuando la vi en el cine allá por... que les importa. Bueno, supongo que a los catorce años cualquier escena de tetas me hubiese impresionado lo mismo.

Una película, sin duda, que no entra en la categoría de "imprescindible," pero que tampoco es tan, tan mala... después de todo pertenece a una época en que se hacía cine con personas, y que aun muy en la categoría de cine-B, está mucho mejor que esos bodrios de super-héroes que tanto abundan hoy en día.
candlebox
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10
9 de abril de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi búsqueda de películas clásicas terminé dando con este título, "The black widow," cinta del año 1954, que cuenta con un gran reparto y que es dirigida por Nunnally Johnson, quien tiene en su haber un gran número de películas, pero haciéndolas más de guionista y productor que director, aunque entre las pocas cintas que dirigió se encuentre la premiada: "The Three Faces of Eve" (cinta de 1957 en la que Johnson, como también ocurre con "The black widow," las hizo además de guionista y productor.)
Una de las cosas que me gustaron de este filme es el choque generacional de actores, ya que aquí fluyen actores mas que consagrados, (algunos de ellos ganadores del Oscar o al menos nominados al mas grande premio del cine) con otros que formaban parte de la nueva generación de Hollywood. Es decir, actores como Ginger Rogers, Van Heflin, George Raft o la hermosa Gene Tierney, enfrentados a otros actores mas nóveles como Peggy Ann Garner (niña prodigio, incluso ganadora del Oscar juvenil en 1947,) Skip Homeier o la guapísima Virginia Leith. La película, además, tiene imán desde el principio, con una interesante introducción sumada a una magnífica banda sonora (compuesta por Leigh Harline) y un maravilloso technicolor y cinemascope. Cuenta con buenas tomas del Nueva York de los cincuentas y una muy bien lograda vista de Manhattan desde el departamento de Peter Denver (Van Heflin.) Este último es el personaje central de la película, quien se verá metido en todo un lio por culpa de una muchachita (que aparenta ser algo muy distinto de lo que en realidad es) a quien conoce en una fiesta organizada por una de sus actrices, Carlotta Marin (Ginger Rogers,) aquella joven se llama Nancy Ordway (Peggy Ann Garner) y a partir de ese momento, el productor teatral Peter Denver deberá de pasar por un buen número de vicisitudes hasta que por fin el caso se esclarezca. Para ello, él mismo, comenzará una carrera contra el tiempo buscando pistas en torno a Nancy Ordway (quien es encontrada ahorcada en el baño de su departamento por la esposa de Denver, Iris (Gene Tierney,) es así que deberá seguir los pasos de la muchacha en sus últimos días, y hacer una que otra visita a su círculo de amistades. Para todo esto la película cuenta con una muy buena ambientación, con mucho de teatral en su concepto, y así, al avanzar la historia, una serie de otros personajes se van haciendo presentes (aunque ninguno de ellos entra en la categoría de "sospechosos") teniendo un final con un aire a novela de Agatha Christie, aunque aquí Poirot pasa a ser el teniente Bruce (George Raft.)
Aun cuando el guión adolece de cierta "tibieza," la película no desentona y a mí se me hizo muy entretenida, tiene un buen desarrollo y sorprende al final, al dilucidarse el misterio en torno a la muerte de Nancy (que para ese momento a pasado de suicidio a crimen,) además, estéticamente es espectacular. Sí me dejó cierto mal sabor el personaje de Nancy, que pudo haber sido mucho mejor aprovechado, y lo que hace a Peggy Ann Garner no verse muy bien. Es claro que esta muchacha tenía un gran don para la actuación, cosa que demuestra en su época de actriz infantil en cintas como "Jean Eyre" o "A tree grows in Brooklyn." De Van Heflin que mas se puede decir, sólido como siempre. Una Ginger Rogers que demuestra que sabía actuar tan bien como bailar, una Gene Tierney, que lametablemente y quizás por sus problemas personales, no pasa de ser solo parte del decorado y un George Raft, que como "el teniente Bruce," mas bien es un espectador de los movimientos de Denver, aunque al final nos muestra todos sus dotes de deducción.
Finalmente, hago especial mención de la actriz Virginia Leith, (de la que me enamoré luego de verle en esta cinta) quien no desaprovecha su pequeño papel, luciendo mucho mas que la Garner y algunas de las "estrellas" con las que cuenta el filme.

Más que recomendable película para ver y disfrutar, con ese maravilloso aire de los "50s" impresa en todo su metraje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
candlebox
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4
28 de marzo de 2017
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La verdad no soy un fanático del cine ochentero, pues creo que la gran mayoría de las películas de aquella época (incluidas algunas consideradas de culto) no pasaban de ser unos bodrios "intragables..." pero, un día me encontré en la red con esta cinta y no dejó de llamarme la atención, primero por su afiche de publicidad con esa sombra asesina proyectándose en la pared por la luz del foco, abalanzándose sobre la mujer, aunque las figuras reales bailen apaciblemente. También me resultó interesante la breve reseña que de la trama se hacía y me decidí a verla, y debo decir que a pesar de sus evidentes fallos la película es bastante entretenida, la historia prende y además es una película muy bien cuidada en su realización, pero claro, surge el echo de no contar con el elenco mas carismático de Hollywood (de aquella década, ni de ninguna década,) y luego también está el argumento que buscando sorprenderte termina dándose tantas vueltas que en vez de caer de pie, termina cayendo de cabeza.
Partamos por el ídolo de cintas de vaquero, Buck McCain, toda una estrella de los años 30s, que con esa cara y aspecto no le alcanzaba ni para limpiar la cabelleriza de John Wayne, o la terriblemente sensual Joan Logan, otra famosa estrella de esos años que hacía que los hombres enloquecieran por ella, encarnada por una actriz con menos glamour que mas parece una "trota-calles" que otra cosa, la única manera de enloquecer por ella era luego de uno beberse dos botellas de vodka, pero claro, era un pueblo pequeño... y también tenemos a Clay Totin, el sabueso-periodista (Gary Swanson) personaje que si hubiese sido encarnado por Paul Newman... y así entre tan poca carisma la película se nos desinfla otro poco más, y sin embargo, aunque parezca un contrasentido, tiene buenos momentos como para dejarse ver, siempre que no estés pensando en encontrarte con una película de hitchcock ochentera.
Salvando notorios fallos, sobre todo de guión, un reparto desconocido y poco carismático, la película no es del todo despreciable, como señalé, tiene buenos momentos, una buena ambientación, está bien cuidada en sus detalles y por momentos nos mueve entre lo policial y el terror, sobre todo con aquél anciano demente que vaga por el hotel en donde se cometiese aquel crimen que Mr. Totin ha llegado a dilucidar después de mas de treinta años, recuerden que es una película de 1986. No será la mejor de las películas, pero no es perder el tiempo el verla.
candlebox
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7
14 de marzo de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película extraviada en el tiempo y a la que nadie hace mayor referencia, pero que sin embargo está allí, esperando a que alguien vuelva a verla como tantas otras buenas cintas que se quedaron fuera de los libros de revisión de la historia de la cinematografia.
La verdad, fui en la búsqueda de esta película porque aparecía en el listado de filmes de dos viejas estrellas que me gustan mucho: Virginia Leith ("La viuda negra" "Un beso antes de morir" o "El cerebro que se negaba a morir") y Richard Egan ("A summer place" "Love me tender" o "300 espartanos") pero claro, la cinta también cuenta con la participación de Sylvia Sidney ("Sangre sobre el sol" "La profecía II") Lee Marvin (...un largo etc.) y Víctor Mature, actor por el que no siento mayor atracción, pero aquí consigue salir con bien. Todos ellos bajo la batuta de un director con una carrera llena de altibajos como Richard Fleisher, quien sin embargo logra sacar partido al guión y a su más que buen grupo de actores. La película además cuenta con la maravillosa técnica del cinemascope y ese colorido de las cintas de antes, sumado al atrevimiento mismo del guión, al tratar ciertos temas que resultaban tabú en Los 50, como el voyerismo del director bancario (Tommy Noonan) en una muy buena escena, obsesionado con una enfermera (Virginia Leith) y por acudir por las noches a espiarla, se termina encontrando cara a cara con la bibliotecaria (Sylvia Sidney) a la que hostiga con continuas demandas de pago. Otra cosa que me encantó de la película es que nos narra varias historias paralelas, dejando la trama en muchos protagonistas y no en uno o dos personajes centrales, y aquello es la mejor fórmula para que la cinta sea diferente y por momentos magnética. Mención aparte para los tres villanos que resultan más que creíbles (aun cuando se lancen en un plan tan enredado que de antemano va encaminado al fracaso,) en especial y no podía ser de otra manera, nuestro conocidísimo Lee Marvin.
Muy buena cinta, aunque algunos personajes e historias quizás necesitaron un poco más de tiempo para haberse desarrollado mejor, la condensación de la historia nos lleva más rápido al desenlace (muy bien Logrado este) pero dejando algunos cabos sin atar y otros amarrados demasiado apresuradamente.
En fin, ese es el problema de abrir los sábados, ¿será por eso que en Chile, los bancos abren solo de lunes a viernes?

Filme más que recomendable, búsquelo y véalo, no se quede solo con esas mismas películas que aparecen cada cierto tiempo en las llamadas "colecciones de oro..."
candlebox
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7
4 de marzo de 2017
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película encasillada en el género de desastres aéreos (que serían todo un éxito de taquilla, sobre todo, en los años 70s.) y cuya narrativa intenta alcanzar mayor solidez creando una serie de conflictos en torno a los personajes, principales y secundarios, a través de la técnica del flashback.
Aquí la cinta nos lleva a bordo de un típico vuelo comercial que va en directa colisión con un jet de la fuerza aérea norteamericana comandado por un experimentado piloto (Efrem Zimbalist. Jr) quien ya goza de su propia mala fama debido a un accidente aéreo anterior, además de sus propios problemas personales y quien tendrá como improvisado acompañante a un joven marinero (el taquillísimo Troy Donahue) quien termina metido en todo un embrollo de puro rebote.
En el avión comercial también se tejen historias, partiendo por el comandante del mismo, Dick Barnett (Dana Andrews) un tipo que resulta ser un perfeccionista algo maniaco y que además ya exhibe un viejo conflicto con su segundo (John Kerr) sujeto, a su vez, provisto de sus propios rollos (era que no!!!) Y por supuesto a no olvidar el papel de Kitty, la azafata, (encarnada por la bellísima Anne Francis) que además resulta ser una mujer que se las trae. Como era de esperar se completa el reparto con varias estrellas conocidas como Keenan Wynn, Rhonda Fleming o una divertidísima Patsy Kelly.
Está claro que esta película no esconde en ningún momento su parecido con la exitosa "The High and the Mighty" (1954) tanto en su forma narrativa como en su línea argumental, pero no es menos cierto que la cinta, dirigida por Joseph Pevney, (director con varias películas en su haber y con un prolongado ejercicio en televisión) saca buen partido a la historia, a las escenas de acción y efectos especiales, y también acorta la duración, haciéndola mas amena que su antecesora, (excesivamente larga) lo que nos entrega un producto entretenido de ver, claro, siempre que no andemos en plan de encontrarle la quinta pata al gato.
Lo dicho, película entretenida de ver, con buenos momentos, con varias historias paralelas a la historia central (que es la colisión entre ambos aviones) algunas de estas que están bien, pero otras están de más o son demasiado rebuscadas para ser creíbles, pero en sí una cinta que se mi hizo corta y me entretuvo, con un Dana Andrews como siempre sólido (recordemos que él había aparecido tres años antes en la más que parodiada "Zero Hour," otra cinta de desastre aéreo y que sería la inspiración para "¿Dónde está el piloto?")
Solo agrego algo más, la versión que yo vi estaba doblada al español ibérico y parece ser que tiene varios conflictos de traducción con el idioma original, partiendo por el personaje de Kitty, quien parece ir muy feliz por el mundo señalando que ella fue prostituta antes de hacerse azafata... bueno, se caen los aviones...
candlebox
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