Encuentro caótica la presencia de la gran Marlene Dietrich en esta película policíaca y de intriga. Creo que casi todos los actores sobre actúan mucho más de lo que debían de hacerlo. Algunas escena quedan ridículas.Todo el tema de los apartamentos en medio de la nada parece fuera de contexto. Reconozco la gran originalidad del recepcionista de noche. Se merece otra película para él.

Un guión muy conseguido. Actores muy a la medida. Escenario real de los años cincuenta en Viena. Para mi lo más importante de esta pelicula es como refleja Manuel Carrasco en Filmin, la música. Parece ser que mientras trabajaba en la peli Carol Reed conoció a Anton Karas durante el rodaje. Éste músico Austriaco casi desconocido creó el tema musical que lo haría famoso. Posteriormente abrió en Viena un bar con el nombre de el tercer hombre.

Alguna escenas son tan impactantes como increíbles. Por ejemplo la escena de las cucharas en el restaurante. Como van cayendo al suelo a medida que salen a la calle.Muy bonita la escena en lo alto de la montaña cuando encuentra el árbol de su vida.Y para rematar la obra el genial final. Lars von Trier es la mayor imaginación actual en el cine y la literatura.

Un conocimiento tan amplio del tema como sólo un genio puede alcanzar. La historia de una joven que desde muy niña descubre su ratón y juega con el como si de un juguete se tratara. Siempre separado de los sentimientos y sin repetir la pareja a ser posible folla a todo el que dispone a tiro por curiosidad, entretenimiento, juego. Le cuenta su historia a un viejo solterón que conoce por accidente. Este le encuentra similitudes con la pesca y sus diferentes anzuelos y técnicas.Al fin, sus aventuras con tres tíos eran una única polifonía.

Toda la película es un acercamiento a la simpleza del corazón humano. La noticia de un infarto a su hermano le decide a viajar hasta Wisconsi para hacer las paces. Richard Farnsworth con setenta y tantos años y varios handicaps físicos viaja desde Iowa. Sólo son 521 kilómetros pero conduce un cortacesped tardando varias semanas. David Lynch aprovecha para mostrarnos los inmensos maizales infinitos, sin fondo de estos campos planos.