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Madagascar Madagascar · París, Texas
Críticas de Hanshiro Tsugumo
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Críticas 285
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
3 de julio de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A día de hoy, creo haber visto solo tres películas de John Cassavetes. Hay un sesgo para decidir hasta qué punto me parece interesante este peculiar director, ya que he seleccionado las primeras tres que me parecía que podían gustarme más. Los ingredientes propios del director quedan plasmados en cualquiera de sus obras. Si tuviera que resumir el cine de Cassavetes de la forma más breve posible, diría que es “emocionalmente intenso”. Su cine tiene una carga importante de emociones, sentimientos, pensamientos y sensaciones, que transmite la compleja psique de los personajes directamente al lóbulo frontal del espectador. Un espectador que debe prepararse para recibir una avalancha de emociones difícilmente comparable.

Otra característica del cine de Cassavetes es que solía rodearse del mismo equipo para rodar sus películas. Y menudo equipo. Destaca por encima de todos una excepcional Gena Rowlands, que está de Óscar tanto en “Opening night” como en “Una mujer bajo la influencia”. En ambas películas sostiene toda la carga dramática sobre su portentosa interpretación, y en ambas obras el argumento gira en torno a la convulsa e incomprendida mente y sentimientos de su protagonista. Además tenemos habitualmente a ese pedazo de actor que es Ben Gazzara, que con Cassavetes se corona en su cima interpretativa, por ejemplo en ésta película o en “El asesinato de un corredor de apuestas chino”, en un género (el thriller) en el que Cassavetes parece perderse, pero que consigue finalmente una gran película difícil de olvidar.

“Opening night” es una película densa en cuanto a carga dramática, que consigue ponernos en la piel de su protagonista, haciéndonos partícipes de su crisis. Todo se muestra como lo hace el buen cine independiente, un aura underground envuelve esta obra, incluye escenas con público en directo. Realmente un trabajo arriesgado y experimental, que todo cinéfilo o aspirante a cineasta debería ver.
Hanshiro Tsugumo
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7
3 de julio de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy interesante película sobre un grupo de policías antidisturbios italianos. El planteamiento es interesante por tratar de ponernos en el lugar de ese tipo cuyo trabajo es acudir a todas las guerras urbanas sean por el motivo que sean, a ponerse a resguardo tras un escudo mientras recibe una lluvia de piedras, botellas, bengalas, cocteles molotov y hostias. Aunque se les vaya la mano de vez en cuando, ayudado por la tensión de las situaciones jodidas en las que se ven envueltos, se supone que deben permanecer estoicos y aguantar el chaparrón sin responder a no ser que peligren sus vidas. Hartos del tremendo estrés al que viven sometidos, del que culpan en parte a sus propias normas y a la legalidad, en sus ratos libres se toman la justicia por su mano con ánimo de revancha, buscando a los hooligans o a otros colectivos con los que se han enfrentado y zurrarles para saciar su sed de venganza.

La pandilla de policías protagonistas son corruptos y se rigen por su propio código interno, hasta el punto de convertirse en todo aquello que más odian durante su tiempo libre. Sin embargo, la película intenta con más o menos éxito transmitir lo harto que puede llegar a estar alguien de aguantar día tras día lo inaguantable sin perder los estribos. Los que hemos tenido trabajos que queman, que te hacen incesantemente recibir sin poder dar (y no hace falta ser antidisturbios) sabemos lo que nos quiere contar “A.C.A.B.”. No es ningún peliculón, pero es un film correcto que te puede salvar una tarde.
Hanshiro Tsugumo
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8
1 de junio de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nicolas Winding Refn es todo un descubrimiento, un director que imprime su sello personal a su filmografía, muy dado a recurrir a la violencia explosiva que roza el gore. Sus películas están pobladas por perdedores a los que nadie echaría de menos, que se ven envueltos en una espiral de destrucción personal y de todo aquello que les rodea. Otro de sus sellos marca de la casa es que siempre tienen que reventarle la cabeza a alguien (y en esto me recuerda a Lucio Fulci, parece que tenía también una promesa).

Sus comienzos están marcados por la trilogía “Pusher”, que relata las tribulaciones de los camellos y mafiosillos de barrio de los suburbios de Copenhague. En esta primera entrega nos presenta una historia sucia, que genera asfixia en el espectador, protagonizada por un camello (muy digno Kim Bodnia) que le debe un pastón a su jefe y que tiene un plazo limitado para recaudarlo antes de pagarlo con su vida. Por allí le acompaña un Mads Mikkelsen que sorprende con un personaje de lo más estrafalario. Thriller barriobajero, mugriento, violento, aderezado con una buena banda sonora metal orquestada por The Prisoner. Refn comienza su carrera como el Guy Ritchie danés, pero sin apenas humor y con mucha mala uva.

Recomendable para adictos a los thrillers que dejan huella.
Hanshiro Tsugumo
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8
1 de junio de 2018
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Buena película que más bien es una obra de teatro, minimalista, reducida a apenas tres escenarios (la mayor parte de la acción se desarrolla en la oficina), con un reparto de auténtico lujo y un guion a la altura de las exigencias. La historia de unos tiburones inmobiliarios que se ven obligados a canibalizarse entre ellos por dos razones, ganar un suculento premio o evitar ser expulsado del negocio. Por el camino, recolectando víctimas que sean engañadas, estafadas o manipuladas de cualquier forma (lo que sea menos la propia voluntad del cliente de querer hacer negocio).

Se trata de una película que se apoya totalmente en las actuaciones y en el guion. Por suerte, el guion es de David Mamet y los actores se lo comen con patatas. Imposible elegir que actor (o personaje) es el mejor, todos encajan y todos son fantásticos. Y ahí tenemos a un Alec Baldwin que en los cinco minutos que aparece supone una explosión atómica que vale por toda la pirotecnia de una super-producción de Hollywood. Al Pacino dando rienda suelta a sus habituales ojos tirotóxicos, alardeos y espasmos generalizados. Jack Lemmon arriba y Jack Lemmon abajo de forma bipolar. ¿Y el resto? Sensacionales. Eso sí, ni una sola fémina en toda la película. Si se hiciera esta película hoy en día sería objeto de feroces críticas “igualitarias”, y su director y guionista crucificados, lanceados, amenazados y boicoteados sin compasión en redes sociales. Cosas del siglo XXI, en el que la forma de estafar al personal ha evolucionado, pero la avaricia y la mezquindad sigue tan vigente como siempre. Película recomendable y de eterna actualidad.
Hanshiro Tsugumo
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8
28 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que estudié a Valle-Inclán y, por ende, el esperpento, en el colegio (ha llovido ya), me invadió un gusanillo de curiosidad hacia aquel subgénero literario y especialmente hacia su principal obra, “Luces de bohemia”. El gusanillo ha estado siempre, pero la realidad es que nunca lo llegué a leer. Hasta que me enteré de que había una película sobre esta obra, que contaba con un gran reparto y que apuntaba ser una gran película española.

La mayoría del público sigue sin discernir la literatura del cine, con lo cual el término “adaptación” pasa a adoptar la morfosintaxis de otro término, el de “profanación”. Se la acusa, entre otras muchas cosas, de ser poco esperpéntica. Como desconozco el libro, no puedo saber a ciencia cierta cómo de esperpéntico es. Pero aquí lo importante es el cine, no estamos aquí para hablar de literatura. Y como película debo decir que ha superado mis expectativas. Todo el peso de la película recae en las interpretaciones de los actores, que son de sobresaliente, al menos los papeles principales, Paco, Agustín, Ángel, Imanol y Fernando, consiguen que me lo crea. Los ambientes tienen cierto aire teatral, encajando bien en la historia y con la época en la que se relata, con una fotografía lúgubre y en ocasiones, casi produce la impresión de estar admirando una fotografía antigua teñida totalmente de sepia.

La odisea de la última noche de Max Estrella vagando por las calles de esa vieja España, con sus caricaturescos habitantes, sus impagables discursos, sus disputas intelectuales con los modernistas, el eterno peregrinaje por sórdidos recovecos del Madrid nocturno, bajo la tenue luz de los faroles, sus encontronazos con la ley, su breve estancia en el calabozo, amigos hasta en el infierno, situaciones fortuitas, intrascendentes en comparación con las tribulaciones de aquel Ulises de Homero. La epopeya llega a su fin en el portal. Eres genial, me quito el cráneo. Yo te guardo la cartera… por si acaso.
Hanshiro Tsugumo
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