Dos hermanos que han sido medallistas olímpicos en lucha grecorromana buscan maneras de auspiciar su entrenamiento para poder competir en las próximas olimpiadas. Al mayor (Mark Ruffalo) le va un poco mejor, se desempeña como entrenador y tiene una familia acogedora que lo rodea. Por otra parte, Mark (Channing Tatum) ha estado siempre opacado por la imagen de su hermano, tiene una vida solitaria y menos estable, aunque su hermano sigue siendo su entrenador y mentor. En eso aparece un empresario multimillonario (Carell), ofreciéndole a Dave mudarse a su hacienda y ayudarle a formar un campamento para preparar a jóvenes norteamericanos con el fin de formar más campeones para la nación, a cambio le ofrece todo lo que necesite para seguir su carrera como deportista. Todo va color de rosas hasta que Dave se da cuenta de que la relación no será tan placentera. La película es excelente, las interpretaciones son geniales y el enigmático papel ejecutado por Carell asusta y asombra, vuelve a demostrar que es más que un actor de comedias. Es un drama de muy buenas proporciones y basado en una historia real, sólo lamento dos cosas: La película termina de manera abrupta, no sientes esa transición de que vas llegando al final y de pronto quedas con la boca abierta. Otra cosa, ojalá hubiese incluido escenas de luchas más pulidas. Es cierto que el drama era lo principal, no obstante, si recordamos otras películas similares (peleas/drama) como "Warrior", "The Wrestler" o "The Fighter", las peleas eran más que simples escenas cortadas y sin contexto alguno, faltó más atención aquí. De todas maneras sigue siendo un film notable.

Héctor es un psiquiatra que lleva una vida tranquila, vive cómodamente con su linda novia y se siente seguro en su rutina. Sin embargo, como despertando de un sueño, tristemente se da cuenta que sus pacientes no son más felices con su ayuda y que aparentemente él tampoco lo es. Por eso decide iniciar un largo viaje con un sólo objetivo: descubrir qué es lo que hace verdaderamente feliz a la gente. De este modo viaja a China, Africa y EEUU recolectando información de sus propias vivencias y entrevistando distintos tipos de personas para alcanzar una conclusión. La película es divertida, lamentablemente siento que una materia tan trascendental para nosotros, misteriosa y profunda fue tratada de manera un tanto superficial para darle un toque más cómico. No digo que las conclusiones a las que llegó el protagonista hayan sido erróneas, pero creo que si se le hubiese dado mayor profundidad y trabajo al argumento, tal vez podría haber sido una cinta tirando a proporciones de obra maestra. Igual entretiene pero el relleno o el sentimentalismo infantil/barato a veces aburre

Hacía mucho que deseaba ver una comedia para relajarme, reír y disfrutar una cerveza bien helada. Al llegar al minuto 20 de "Let's be cops", me invadió un sentimiento de vergüenza tan grande ante la nula presencia de algo que se asemeje a lo que llamamos humor que simplemente tuve que parar la reproducción y buscar otra cosa. Cero ingenio y carisma por parte de los personajes. Ni siquiera el resto de alcohol que tenía en la sangre fue capaz de mejorar mi disposición y derribar mis barras mentales para reír con esta cinta nefasta. Estoy consciente de que no es objetivo criticar una película sin haberla finalizado, sin embargo espero que esta opinión sirva para prevenir a los incautos y mis sinceras condolencias a quienes fueron capaces de verla completa.

Para quienes deseen ver algo basado en una idea similar, les recomiendo "Blue Streak" con Martin Lawrence a la cabeza, no es una genialidad pero les aseguro que será mas placentera que esta idiotez.

Sin duda alguna, mi amigo estaba en lo cierto. Normalmente me gusta consultar opiniones antes de ver una película. Así que cuando le pedí alguna recomendación, me señaló "Big Fish". Nunca había escuchado de ella, no tenía idea de qué trataba ni a qué otra película compararla. Y por el tipo de película que es, resulta difícil compararla a otra. Sin embargo, ha sido una de las mejores recomendaciones que he recibido en mi vida. Lamentablemente no me ha pasado lo mismo con todas las ideas que me han dado, como cuando me aconsejaron ver "El Padrino" o "No country for old men". ¡Qué decepciones! Pero no fue lo mismo con Big Fish, no señor. Y lo cierto es que no es necesario ser un niño para llegar a emocionarse o comprender este film. Creo que aborda un tema muy común para nosotros de una forma mucho más creativa de lo habitual. Al ser pequeños, comunmente tendemos a idealizar a nuestro padre, nuestro héroe. Con el tiempo nos damos cuenta de que nuestro progenitor tiene fallas, como todos, y se nos cae del pedestal, aunque seguimos respetándolo, admirándolo y queriéndole, siempre y cuando haya sido un buen padre, claro está. Pero no es el caso del hijo de Edward Bloom. Desde pequeño se desepcionó de su padre, por diversas razones, una de ellas es que siempre se robaba la atención de todos con sus historias, y tal vez la razón más importante es que, debido a estas historias, nunca supo realmente quién era su padre. Con motivo de una discusión final, se distancian y no se hablan más hasta que el padre enferma de gravedad. Edward Bloom sigue relatando sus historias, que ya tienen hasta la coronilla a su hijo, pero que siguen cautivando a los demás. En esto, su hijo se dispone a averiguar realmente quién es su padre, encontrándose con un sorpresivo final, que describiré en el spoiler. Es una película cargada de emociones, creatividad sin igual, momentos inolvidables y una música insuperable para acompañar. No obstante, para disfrutar este film, es recomendable "no ser tan racional". Algunos dicen "debes ser un niño para entenderlo", "no es para adultos", "es muy dulce", etc. No soy un niño, tengo 25 años, y no dejo de considerar este film como grandioso. No sean tan lógicos, es un cuento. ¿O me van a decir que no les gustó "the dark knight" porque la batimoto o el batimóvil no existen? Por favor, de eso se trata el cine, imaginar, emocionar. Y sin duda eso se realiza de forma grandiosa en el film. Uno de los mejores finales de película que he visto, uno de los que más me ha emocionado y dejado satisfecho. Una de las cosas que más me disgusta es que una película sea buena, la idea sea genial, pero que los productores lamentablemente no logran culminar con maestría. En pocas palabras, el final embarra todo el resto. Eso no pasa en Big Fish. El final es justo, preciso, creativo, emocionante. Lo único que puedo decir, véanla y déjense cautivar.

Definitivamente, una de mis películas favoritas. No pinta como obra maestra; no tiene los mejores actores, ni el mejor guión o la trama más original, y tal vez algunas secuencias no eran tan importantes como para dedicarle tanto tiempo. No obstante, logra lo que muchas "obras maestras" no: cautiva, conmueve. Algunos dirán que es fácil tocar el corazón con una que otra escena triste para lograr sacudir las emociones del telespectador, pero no es así en el caso de Blood Diamond. Si bien cuenta con algunas escenas que por su naturaleza deben, provocar tristeza, lo que conmueve es la manera en que te vas involucrando con la historia. Ver un país desolado, ver cómo una familia se puede desintegrar de un momento a otro, ver que la vida en un lugar así no vale nada, de verdad logras identificarte con los personajes. Esta película tiene de todo: aventura, acción, drama, algo de romance, hasta un poco de documental, sin embargo, lo que personalmente me importó, es que este film te deja pensando, te lleva a valorar lo que tienes y a replantear cómo estás usando tu vida. Ver las distancias que deben caminar los pequeños para recibir una educación elemental, captar cómo lo más importante para las familias es permanecer juntas. Ese contraste entre un mundo que lo tiene todo con otro que no tiene nada, pero que aun así sostienen valores superiores a sus contemporáneos segados por lo material. El claro contraste que apreciamos entre Solomon y Archer cuando conversan sobre la vida, la familia, el dinero. De verdad logra motivar al espectador para que vea más allá de las cosas que tiene y se centre en las que de verdad importan. Para mí, esa es la marca de un buen film. Un film que induzca a cuestionar, a cavilar, a pensar. ¿De qué sirve una película realizada con perfección, si al finalizar ésta no me siento asombrado, estremecido, satisfecho? Totalmente recomendable para los que no buscan una película perfecta, sino para quienes desean lo que el arte verdaderamente debería producir en quienes lo contemplan: emociones.