Como si de un castillo de fuegos artificiales se tratara, va ganando en intensidad y colorismo. Magnífica recreación del ambiente de la época.

Historia de amor y odio, de gente honesta y deshonesta, buena y mala, superficial y profunda, cruel y piadosa.
De lo mejor de Depardieu, destacando el siempre excesivo Tim Roth.

Jeffé vuelve a ser grande.

Magnifica adaptación de la obra de Delibes, que se transforma en un duelo interpretativo entre Landa y Rabal, con el resultado de tablas, aunque el gato al agua se lo llevó don Alfredo en Cannes, contra pronóstico.
Hasta que no ves un Renault, no te das cuenta de que no hace tanto tiempo de lo que nos están contando.
Estremecedora banda sonora que acompaña de forma ideal la fotografía.

Como si del mismísimo Séneca se tratara, Aticus Finch da lecciones para la vida a sus hijos pequeños, mediante su conducta ejemplar. Te emocionará en las explicaciones de lo cotidiano.
La novela, que recibió el premio Pulitzer, escrita por Nelle Harper Lee, afronta sin miedo el problema racial americano.
Gregory Peck realiza de las mejores interpretaciones de su carrera y nos sorprende un jovencisimo Rover Duvall.
Como anécdota mencionaremos que en un juego de la Xbox, "Darkness", puedes disfrutar de la cinta completa en el sofá, con la novia durmiendo en tu regazo.

Brillante interpretación de Haing S. Nigor, protagonista absoluto del film. Sin duda, a la altura de "La Misión".
La película transcurre como una sinfonía magnífica con sus diferentes movimientos armoniosamente estructurados.
Los americanos, como siempre.