Enorme éxito comercial y de crítica de DC entre tanta decepción seguida con alguna honrosa excepción (Wonder Woman). Vista, tampoco me parece la obra maestra de la que se está hablando, pero sí es muy buena y ello gracias tanto al acertado guión como la magistral interpretación de su protagonista.

Como ya se ha dicho en infinidad de veces, no es una película de acción al uso. La hay, por supuesto, pero se centra más en la triste historia de un loco, sus conflictos familiares, personales y sociales y cómo y por qué llegó a convertirse en lo que es. El mensaje más importante que se introduce es la tremenda falta de empatía en la sociedad actual, seguido de la denuncia del odio al diferente simplemente por ser diferente.

En no menos ocasiones se habrá dicho que no es en absoluto recomendada para menores. Su atmósfera es oscura y existen escenas muy violentas.

Lo único que no me ha gustado lo señalo en spoiler por revelar/sugerir algo importante de lo que sucede.

Auténtico truño más por su guión que por sus chapuceros efectos especiales de muñequitos. Casi todas las escenas son iguales y es que a menudo nos encontramos con parejas ligeritas de ropa y en escenas ¿seductoras? y con unas muertes de lo más bizarras.

El absoluto aburrimiento e inexistencia de tensión y suspense se ve interrumpido por el inesperado giro final y el "montaje" de la última batalla, que se convierte en un momento humorístico digno que recordar. Aun así, el pedazo de uno no se lo quita ni la estupenda banda sonora de rock. Y es que esta gente, que grabó esta bazofia en siete días, era mejor cantando y tocando instrumentos musicales.

Casi tres horas de duración pero que en absoluto se han hecho eternas, sino que se han disfrutado. Esta secuela del remake no decepciona en absoluto porque se ha organizado muy bien y contiene escenas sobrecogedoras. También contribuye a ello la buena ambientación y se puede observar un payaso más escalofriante, especialmente con su apertura de fauces.

Uno de los aspectos que más se agradecen es que se intercalen escenas con los protagonistas de niños. Temí que el principal lastre de esta segunda parte fuese la ausencia de ese encantador grupo, pero volveremos a ver interesantes interludios y regresos al pasado.

En cuanto a la elección de los adultos es acertada. Todos ellos adoptan la misma personalidad sin que resulte artificial. Y con ellos también asistimos a una interesante ronda de ataques del ente maligno.

La película imita algunas de las escenas ya vistas en el telefilme de 1990, pero no es una reproducción sistemática de aquélla al igual que con la anterior parte. Respeta lo básico para introducir nuevas situaciones macabras e incluso en algunos puntos resulta ser más fiel al libro, aunque se toma alguna licencia en su conclusión.

Cuando muchos habíamos (prácticamente) olvidado este videojuego por mor de las modas, se lanza este nuevo largometraje. El primero no me dijo mucho, pero tampoco me desagradó al contar con todos los pájaros con poderes especiales. En esta ocasión, los pájaros y los cerdos se unen contra un enemigo común. Una extraña alianza que realmente da paso a un mayor protagonismo de otro personaje ya conocido: Águila Poderosa.

Curiosamente, existe una especie de historia paralela e independiente que se va sucediendo en diversas escenas conforme avanza la película. Viene a ser un interludio gracioso y tiene su conclusión, pero tampoco es que interactúe demasiado con el argumento principal.

Creo que puedo decir que esta secuela me ha gustado más que la anterior, al desligarse de lo típico de pájaros contra cerdos y da mucho juego. También es interesante el pequeño conflicto social del protagonista y su baja autoestima, así como la historia del pasado de Águila Poderosa. Lo malo es que que con mucho adelanto ya te imaginas cómo va a acabar la película porque se ve venir de lejos.

En definitiva, son unos personajes cuyo carisma depende fundamentalmente de haber conocido el videojuego pero su humor también puede ser disfrutado por los niños que no lo conozcan. Es cierto que también hay cómics infantiles de estos personajes, pero me pregunto cuántos padres los habrán regalado a sus hijos (igual estoy equivocado).

Despojado del políticamente incorrecto Torrente, Santiago Segura protagoniza una comedia familiar que satiriza la relación de los padres (entendidos estos por hombres) con sus hijos. Cuatro niñas y un niño, todos ellos "problemáticos" pero sin mala leche y que garantizan entretenimiento para mayores y pequeños. Así que es una buena opción para ir de cine de verano pese a que su planteamiento sea muy convencional.

Tiene bastantes momentos graciosos y algunos puntazos, tanto con las salidas del padre y sus hijos como los zascas que se reparten entre ellos. Lo que no es tan agradable son las escenas en las que aparece la madre con su cuñada, en una historia "paralela" que si contrasta con la del padre y sus retoños es en que se torna cargante.

Podemos ver a unos cuantos famosos haciendo su cameo, entre ellos por ejemplo a Daniela Blume y Boris Izaguirre.

Lo mejor, sin duda, los niños.