La cueva

Como película de acción y aventuras La caverna maldita no esta mal.

Mezcla cierta dosis de intriga con una acción más o menos trepidante y con el elemento del miedo a lo desconocido.

Lo más decepcionante de la película es ese final abierto y súper descarado que deja una puerta abierta a una continuación que no creo que se realice dado el fracaso monumental de la película en su estreno estadounidense.

Vacía, inentendible, lenta, predecible, eso sin mencionar que el final es absurdo y que la cámara se vuelve loca en las situaciones de acción. Actores inexpresivos y guión desastroso.

Mareante montaje muy nervioso (pocos planos se mantienen más de 3 segundos) con continuos saltos de eje: contrapicado, plano cenital, plano corto, plano lejano frontal, plano desde la derecha... todos estos planos mostrados en 5 segundos. Este montaje, además de su rapidez y de sus constantes cambios de punto de vista que consiguen que no haya punto de vista, no sigue una lógica reconocible en la sucesión de los planos. Todo un lío que hace que lo que sucede en las escenas quede muy mal contado y que en algunas escenas de acción no se distinga lo que pasa.

Interpretaciones mediocres incapaces de mejorar unos personajes planos con unos díálogos inexpresivos. Estos personajes transitan a través de etapas que tienen el mismo planteamiento, así que antes o después llega el aburrimiento y deja de importar lo poco que sucede. Mi admiración para quien llegue al final sin aburrirse y sobre todo sin marearse.

Recomiendo ver "Expediente 39", una película "comercial" que sorprende por sus escenas bien planificadas y montadas que no vuelven loco al espectador.

Triste réplica usamericana de la británica "The descent", en la que los tópicos se suceden uno tras otro, nada sorprende y cuyo final no es más que un pobre intento de posibilitar el nacimiento de una franquicia que, vistos los resultados, nunca tuvo opciones reales de fructificar. Un equipo de espeleosubmarinistas (sí, tal como suena) llega a las montañas de Rumanía (raro es que no sea la ex-Yugoslavia, pero está claro que la Europa del este es un imán para el cine de terror moderno) para ser los primeros en explorar una inmensa cueva subacuática. En su entorno encontrarán que la vida se ha desarrollado de una forma más que peculiar, en particular, siguiendo la máxima de Isabel Pantoja: "dientes, dientes, que es lo que les jode" a tenor de la sobredimensionada dentición lucida por los mutantes de turno. Los miembros del equipo cumplen con los roles habituales del cine comercial usamericano, y ni siquiera las tomas subacuáticas merecen una mención especial por su espectacularidad visual, pese a que la ambientación está bastante conseguida. Por no mencionar que las criaturas subterráneas se saltan a la torera el principio darwinista de adaptación al entorno, si nos ponemos picajosos. Al final es otra peli más de bichos que se van comiendo uno a uno a los protas menos a los que todos esperan y que no da ningún miedo por lo previsible que es todo. El as en la manga del final se queda en meramente anecdótico ya que se produce cuando uno ha determinado que la película no pasa de mediocre.

Muchas veces me cuesta horrores suspender algunas películas, pues toda película lleva su trabajo y su equipo de gente que confía en ella e intentan hacer las cosas medianamente bien. Pero no siempre las buenas intenciones llevan a una buena película, y éste es el caso de "The Cave".

El filme de Bruce Hunt es una especie de hermano bastardo de "The Descent", otro filme estrenado el mismo año y del que aquél parece pretender participar de su relativo éxito en algunos círculos. Pero las peripecias de las chicas de "The Descent" tienen poco o nada que ver con esta colección de "dejá vùs" que tan saciados nos tiene el cine norteamericano con sus peliculillas de monstruos y equipo de personas estereotipadas que se enfrenta a ellos. La archiconocida fórmula del gato y el ratón tiene en "The Cave", un nuevo ejemplo más de cómo hacer una película de buena factura y nula originalidad.

Los monstruos de "The Cave" no están sólo en los recovecos de la gigantesca gruta, sino más bien en las pésimas actuaciones de absolutamente todos los actores, tan prefabricadas como en cualquier otra película de este subgénero. Es todo tan absolutamente repetitivo, que la cinta se ve sin sobresaltos, sin interés y, a duras penas, con un mínimo de disfrute: el de todos los que nos gustan los bicharracos de las películas de terror.

Si no fuera por ello, la nota hubiera caído a la profundidad abismal de esta "caverna maldita".