El engendro del diablo

Interesante, llamativa, básica, sencilla, intrigante, reiterativa, densa, mediocre, irregular, soporífera, descuidada, floja, absurda, endeble, limitada, insostenible, insoportable y decepcionante producción de terror y suspense que presenta y desarrolla la historia que se esconde bajo los muros de una iglesia en la que parecen estar piezas de un pasado oscuro y siniestro.
Lo que en un principio puede resultar llamativo e interesante, va tomando el camino de lo aburrido y malsano, con multitud de escenas, situaciones y comportamientos incomprensibles que no ayudan a mantener el interés suscitado inicialmente.
Tiene y presenta los signos tradicionales del cine de terror de los 80. pero no llega a inquietar, ni a resultar perturbadora, cayendo en la trampa de un desarrollo fallido para alcanzar un desenlace que se antoja previsible y decepcionante. Puede que en su época funcionase bien, pero para mi gusto queda a un nivel muy bajo y lamentable.
Las interpretaciones ofrecidas por el reparto no llegan a resultar convincentes y no ayudan a que resulte creíble y satisfactoria, quedando todo en una mala broma en la que se derrumba todo irremediablemente.

No se puede negar que la película está muy bien rodada y ambientada. Las escenas iniciales, de la Edad Media, son excelentes. La película consigue meterte en situación y hacer que te interese el tema y la trama. Pero cuando ha consigo que dicha trama capte tu atención, por arte de magia éste de evapora. Te das cuenta de que la trama no existe, es una fula metida a cajón para brindarte una serie de escenas grotescas a cual más ilógica. El final es un auténtico desastre. El Michele Soavi éste pasó de hacer ciertos homenajes a maestros como Mario Bava o Dario Argento a meterse a mayores e ir y plagiar con todo descaro a "La semilla del diablo" de Roman Polanski. Cuando el desconcierto reina y ves que no te enteras de nada de lo que pasa, descubres que la película te importa un bledo y que estás deseando que de cualquier manera se acabe de una vez... Un quiero y no puedo, así la definiría yo. Me quedo cien mil veces con los "DEMONS" de Lamberto Bava y con la opera prima de este mismo director "AQUARIUS"... En definitiva no deja de ser un bodriete... Lástima porque prometía...