Muy viejo para morir jovenMiniserie

Después de ver solo el primer capitulo, puedo decir que no es una serie que me ha dejado indiferente, no es una serie para todos los paladares, tiene una dificil vision, sus silencios que a veces son excisivos y eternos, y su extrema saturación con colores chillones e intensos, que dan un aspecto a serie moderna, hacen complicado que guste al gran publico. La trama engancha, y sobretodo la estetica de la serie que da un tono muy inquietante a la ciudad de Los Angeles, que encaja perfectamente con la trama argumental de la serie.

Antes que nada, confieso que no suelo disfrutar de las series de TV: prefiero que me cuenten una historia en una película de 90 minutos o menos (alabo la habilidad de narrar de manera breve y concisa). Prefiero un chiste corto a uno largo: me hace más gracia. Creo que ese es el principal problema de esta serie del peculiar Nicolas Winding Refn, director al que sigo incondicionalmente desde hace muchos años, cuando conocí sus películas salvajes sobre mafia, traficantes de drogas y demás (la trilogía de «Pusher»). Me gusta mucho porque es un director valiente, es extravagante a la hora de narrar y tiene mucha fuerza y creatividad visual (a la altura de maestros como David Lynch, David Cronenberg, Wong Kar-wai, etc.). Y esta miniserie de TV, que tuve la oportunidad de ver a través de una plataforma «online» (¡madre mía! ¡Cómo han cambiados los tiempos! ¡Quién me lo iba a decir a mí, en fin...!), tiene una fuerza visual tremenda, pareciera más bien una obra de arte contemporáneo del MoMA de Nueva York que una serie de televisión al uso. Desde luego que es extraordinaria, aunque a veces su ritmo narrativo es totalmente insufrible (por decirlo de manera suave). Es, hasta en cierta manera, cómico porque es una «miniserie» y se hace larga. Una lástima porque creo firmemente que podría haber sido un producto audiovisual redondo pero, finalmente, no lo consigue. Aun con todo, agradezco siempre la valentía artística y creativa frente a la mediocridad imperante, y por eso me parece una serie notable.

Me gustó 'Driver', me gustó mucho; así que celebro cada nuevo estreno del director danés en busca de algo intenso y personal, diferente al resto de films que se estrenan últimamente. Productos maduros y no para todos los paladares. Si bien es cierto que ninguno de sus posteriores films ha llegado al nivel de aquel; todos mantienen algo que los hace diferentes y a la vez parte de algo más grande.
´Demasiado viejo paramorir joven´ parece un film que se haya alargado hasta el paroxismo para convertirlo en serie. Las escenas tardan en arrancar, los actores se mueven a cámara lenta y hablan paladeando cada palabra y silencio degustándolo en la boca hasta que madura y florece.Todo un portento creativo que puede llegar a desesperar a cualquiera ya que la trama es demasiado sencilla para ese abigarrado envoltorio.
Curioso experimento que no se si podría volver a ver.

La profundidad psicológica de los personajes y la tensión de los diálogos inunda toda la serie. Los planos largos y el ritmo deliberadamente pausado la hacen totalmente distinta a cualquier otra serie. Solo por la ambientación siniestra, la banda sonora y su original trama, vale la pena verla.

Twin Peaks: The Return abrió un camino para Winding Refn para poder desarrollar en formato de miniserie una nueva reflexión sobre la Violencia. Esta vez acompañado en el guion del guionista de cómics Ed Brubaker sigue la estela en personajes noir: policías, criminales, mafias, pervertidos... las paradojas de los superhéroes quienes se erigen en nombre del Bien con potestad para acabar con el Mal a través de los medios que consideren.

De esta manera NWR pone sobre la mesa diferentes caras del fascismo en la gente que tiene poder y/o capacidad para ejercer violencia.

Los capítulos están estructurados a través de cartas del Tarot, enésimo homenaje de Refn a Jodorowsky. Los acontecimientos son impredecibles con una narrativa muy juguetona y mucho sentido del humor macabro. Las escenas musicales (Lynch fusionado con Tarantino), los planos secuencia de ida y vuelta o las interpretaciones, en especial Jena Malone (ya lo bordaba en The Neon Demon) hacen el viaje muy disfrutable y al igual que Twin Peaks con una fuga de capítulo magistral como es el 5: el Loco