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Curvas de la vida

Drama. Romance Gus (Clint Eastwood) es un veterano ojeador de béisbol de edad avanzada que está perdiendo poco a poco la vista. Por ello decide viajar con su hija Mickey (Amy Adams) hasta Atlanta para observar a un joven talento. Pero las relaciones entre padre e hija han sido últimamente bastante conflictivas. (FILMAFFINITY)
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Críticas 83
Críticas ordenadas por utilidad
29 de mayo de 2013
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Aunque la película no está dirigida por Clint Eastwood, lo podría haber sido perfectamente. Es un calco de sus últimas películas (Gran Torino y Million Dollar Baby).
Las curvas de la vida es una gran película. Cuenta con un estupendo reparto y mejores actuaciones. Las localizaciones, imagen, sonido, etc. también están a la altura del film. Todo el peso de la película recae en un buen guión y las estupendas actuaciones de sus protagonistas.
La química entre Clint Eastwood y Amy Adams es muy buena logrando una gran relación padre-hija en el film, lo que hace que la historia sea mucho más creíble y amena.
fermillo
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21 de junio de 2013
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Es cierto que sin la presencia totémica de Eastwood, este primer trabajo de su ayudante Lorenz tendría todas las papeletas de ocupar un papel digno como telefilm de sobremesa firmado por Disney en vez de Malpaso. Pero seamos generosos con esta amable, sencilla y bienintencionada comedia dramática en la que la química entre Amy Adams y su "papá" funciona lo suficiente como para que nos entretengamos sin sobresaltos y podamos oír una vez más aquello de: "Dios, como amo el béisbol".
Parece como si el maestro, al que le deseo larga vida, estuviera cumpliendo con aquellos que le acompañaron, antes de su despedida.
ELZIETE
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7 de julio de 2013
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Después de "Gran Torino" (2008) parecía que Clint Eastwood había abandonado definitivamente su faceta de actor y se iba a dedicar a sace adelante sus proyectos. Sin embargo, algo le ha debido gustar en esta historia como para reservarse el papel de productor y actor y dejar en manos de Robert Lorenz la tarea de dirigir.

Lo cierto es que se trata de una historia que no desentona para nada en la filmografía de Eastwood. En efecto, una de las constantes más habituales son las relaciones familiares. Más bien la ausencia de ellas. Podemos encontrar referencias a ello desde la citada "Gran Torino", a la escasa relación que tiene su personaje con su hija en "Milion Dollar Baby". Y si nos remontamos atrás veremos ejemplos parecidos en "El aventurero de medianoche", "Bronco Billy", etc, etc.

En esta ocasión, Eastwood interpreta a Gus Lobel, un veterano ojeador de un equipo de béisbol que se encuentra prácticamente al borde de la jubilación, desplazado por otros profesionales más informatizados. En esta tesitura, mientras debe seguir a un prometedor jugador, su hija Mickey (Amy Adams), una abogada a punto de conseguir dar un salto en su carrera, decide pasar unos días con él tras preocuparse por su estado.

Pese a que en el film aparece el personaje de Flanagan (Justin Timberlake), un jugador cuya carrera se ve truncada debida a una lesión, colocado casi con calzador con el único motivo de dar algo de romanticismo al film (Eastwood ya no está para esos trotes), el núcleo del film es la relación padre-hija. Sería más exacto decir la ausencia de relación. Desde el principio, en los breves encuentros que tienen ambos, queda evidenciada la falta de comunicación entre ambos. El frío Gus Lobel, elude cualquier conversación seria con su hija, y aunque parece feliz con el éxito profesional de su hija, prefiere mantenerla a distancia. Aspecto de cual Mickey es claramente consciente, lo que al mismo tiempo le genera cierta frustración que ha encontrado su refugio en el trabajo. En este contexto, los escarceos amorosos entre Flannagan y Mickey son vistos como breves episodios que sirven para descargar la tensión que se palpa entre padre e hija. Hay que decir, que a esas alturas casi no se puede decir que Eastwood lo borde, puesto que lleva muchos años interpretando el mismo papel. Lo que si es meritorio es la excelente composición de Amy Adams que no se arruga ante el veterano actor/director y consigue estar a la altura de lo que se le pide. A su lado Timberlake, se muestra cómodo en su papel, y aunque casi es anecdótico también aparece John Goodman por ahí.

Todo esto conforman una película agradable de ver, hasta cierto punto interesante, y que incluso se presenta como la antítesis de otro film estrenado este año "Moneyball" que defiende precisamente la necesidad de tener en cuenta las estadísticas para elegir a un buen jugador de béisbol. Sin embargo, hay que ser realistas. Lorenz en su afán por emular el estilo clasicista de su productor, se acaba diluyendo en una trama que pese a que funciona bien, deja muchas imprecisiones que luego arregla a martillazos, y no puede evitar el convencionalismo y por ello mismo, la previsibilidad de la propuesta, con mensajes ya demasiado trasnochados como el del enfrentamiento familia-trabajo, con una visión tan simplista como conveniente.
manulynk
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27 de enero de 2014
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Golpe de efecto es un Moneyball + Eastwood / 10. Una película sobre las entrañas de un deporte (béisbol en este caso) que intenta establecer paralelismos con una historia pretendidamente intimista que resulta no todo lo efectiva que debería.

Robert Lorenz debuta en la dirección bajo el amparo y la evidente ayuda de Clint Eastwood. La mano de Eastwood se nota en muchísimas cosas, desde ciertos planos hasta algún que otro travelling corto, así que su presencia tras las cámaras aunque sea como consejero es evidente. Sin embargo, dirige Robert Lorenz y claro, también quiere dejar su sello, que para algo es su película. Lo que hace Lorenz, sinceramente, está casi todo mal. Su afán por dramatizar y llevar la historia hasta el límite sentimentaloide más extremo se convierte en una dura carga con la que tiene que vivir el espectador, que siente estar en un bucle de diferentes situaciones con un mismo trasfondo. Aunque hay que decir que Lorenz es ágil y busca una narración dinámica y por momentos lo consigue, lo cierto es que hay unos cambios de ritmo muy bruscos que nacen de situaciones demasiado artificiales, encajadas a golpes dentro de la película simplemente para seguir buscando la fibra del espectador. Lo mejor de la película es, sin duda, su cuidada estética y la evidencia (escandalosa) de que está ideada con el personaje "marca de la casa" del Eastwood actor de los últimos tiempos. Lo peor, de largo, es un montaje verdaderamente torpe.

Clint Eastwood hace de tipo mayor, malhumorado, maleducado, brusco, apático, desconfiado, lleno de prejuicios y tozudo: hace del Clint Eastwood al que él mismo dirige en sus películas. Obviamente, se le da de puta madre. Amy Adams hace un trabajo bárbaro, convirtiéndose en el alma de una película en la que el cuerpo es sin duda el del viejo pistolero del poncho. Justin Timberlake está a un muy buen nivel, aunque su personaje no sea nada más que un eje necesario para que rueden los otros dos. John Goodman, que mola cuando hace de bueno porque es muy bueno y mola cuando hace de malo porque es muy malo, sublime. Matthew Lillard y Robert Patrick cierran el reparto con dos trabajos notables, aunque en el caso de Patrick no se le exija demasiado.

Resumiendo: Golpe de efecto es la versión extra-light del Clint Eastwood director. Una historia que vive gracias a la química de los dos personajes principales, padre e hija, que reciben por parte del director una dosis extra de sentimentalismo que resulta totalmente innecesaria.
Grijander
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18 de septiembre de 2015
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Si no fuera por la presencia de Clint Eastwood, "Golpe de efecto" seria de esas películas que no merecen la pena. Clint es una eminencia, y verle en pantalla es uno de esos lujos que no te puedes permitir siempre. Mayormente porque por su edad ha quedado encasillado en el papel de anciano cascarrabias, así que se pone en dicha tesitura cada varios años. Si en este film, en vez de a Eastwood ponen a cualquier otro actor, la cinta habría suspendido. Pero solo por su imponente presencia merece la pena disfrutarla, no vaya a ser su ultima actuación. Dios no lo quiera.
Para todo lo demás, "Golpe de efecto" es el clásico drama de buenas intenciones, que en cuanto intenta ponerse serio se le ven las costuras. El film es un drama que rehúye del drama, solamente en beneficio del melodrama barato. Todo lo que puede ser agrio es dulce, y lo que ya es dulce termina resultando el doble de dulce. Incluso al final la historia termina centrándose más en el béisbol que en las preocupaciones de cada personaje, y si no comprobad lo rápido que se esfuman los problemas en la vista del personaje de Clint.
En resumidas cuentas, "Golpe de efecto" es un film ligeramente entretenido y demasiado olvidable. Solo merece la pena por la presencia de Clint Eastwood.
Isaac Paskual
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